30- Mierda

943 94 26
                                    

Taehyung expulsó el humo de sus labios y se apresuró a arrojar el porro por la ventana y cerrar la misma cuando escuchó pasos. Tomó su mochila y salió de la habitación, saludando a los empleados domésticos mientras hacía su camino hacia la cocina. Tomó una manzana para desayunar, su ánimo mejorando en cuanto comenzó a sentir los efectos de la marihuana.

Se sentó en la encimera mientras devoraba la fruta, y entonces vio a su padre por la ventana. Jungkook estaba hablando por teléfono en el patio de la casa, lo que más extrañó al rubio fue que estuviera sonriendo. Era tan raro y bizarro para el joven ver a Jungkook sonreír de tal forma, era hasta incómodo verlo feliz. Claro, de seguro estaba hablando con su amante, haciendo planes para el día mientras se burlaban de su hijo y su ex esposa.

Jungkook entró a la cocina, su sonrisa esfumándose de inmediato cuando notó que no estaba solo. Carraspeó y dijo- No puedo llevarte al instituto, tengo...- miró a su alrededor, pensativo- cosas que hacer.

- Por supuesto que sí- Taehyun rodó los ojos, evitando sacar el tema de su amante y reclamarle allí mismo. Se bajó de la encimera y arrojó los restos de la manzana al cubo de basura, luego miró a su padre con el ceño fruncido- ¿Qué se supone que haces aquí, Jungkook? Ya no vives en esta casa.

- ¿Disculpa?- Jungkook dijo con expresión dura- El que me haya divorciado de tu madre no significa que ya no sea tu padre. Así que, háblame apropiadamente- el rubio simplemente se lo quedó mirando, y el hombre suspiró- Aún tengo la oficina aquí. La mudanza no se hace sólo en un día, no lo entenderías porque aún eres un niño.

- Como sea, sólo apresúrate en mudarte- expresó Taehyung, pasando a su lado- Ya no quiero verte aquí.

.

.

.

.

La clase de biología ya había comenzado cuando Jimin llegó tarde al aula, exactamente veintitrés minutos después, Taehyung lo sabía porque estaba contando cada segundo para volver a verlo. Pero le fue inevitable no notar cuán desarreglado estaba el chico; su cabello era un completo desastre, era como si hubiera pasado sus manos por él miles de veces, sus labios estaban rojizos e hinchados y su ropa arrugada.

Jimin soltó una disculpa rápida cuando el profesor comenzó a quejarse de cuán tarde había llegado y se apresuró a tomar asiento, arrojando casi todas sus cosas cuando tropezó con una mochila. Taehyung se levantó con rapidez para ayudarlo, tomó los cuadernos que habían caído y se los dio al pelinegro. Estuvo a punto de volver a su lugar, pero notó una llave en el suelo, de seguro también se le había caído. Ni siquiera supo por qué lo hizo, pero guardó la llave en su bolsillo, sin que Park lo viera.

Taehyung volvió a sentarse, sin escuchar la clase porque estaba demasiado concentrado mirando al chico. Habían vuelto a hablarse hace un par de días, sin mencionar lo sucedido y actuando tan casual que hasta se había vuelto incómodo. Taehyung sabía que su relación no podía volver a ser lo que era, y fue demasiado obvio cómo Jimin empezó a distanciarse de él.

El sólo pensar que ya no estaban juntos le dolía; por supuesto que iba a dolerle, porque Taehyung se había enamorado completamente de Jimin. Y toda esperanza de arreglarlo se esfumó cuando Jimin movió su cuello y Taehyung notó con claridad las marcas que tenía en este.

Jimin había seguido adelante, se olvidó de cada cosa que vivió con Taehyung y se buscó a otra persona. Pero él sabía muy bien de quién se trataba. Tenía que ser un idiota si se sorprendía porque esa persona era Kai. Ese anormal sólo estaba esperando el momento exacto para volver a acercarse a él, y todo había empezado desde que le contó sobre los golpes y amenazas.

Daddy Issues // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora