ADICTIVO © COMPLETA

Capitulo 22: Cobardes

Damien POV.

Mis ojos se abren de par en par cuando veo a Lydia subirse a mi espalda. De repente Abby se fue a hacer algo que Lydia no me quiso mencionar, lo más extraño es que Abby nunca sale de casa en la noche ni mucho menos sola.

—¿Estás segura qué me estás diciendo la verdad?—le cuestionó mientras veo como toma asiento.

Ella aprieta sus labios y luego se acerca a mí para plantar un beso.

Desde aquel beso ninguno nos habíamos atrevido a darnos otro ¿Y ahora ella lo está haciendo?.

—Deberías de preguntarle a ella, simplemente me dijo que te dijera eso—suelta divertida.

Asiento un poco sorprendido y ella toma mi mano mientras la acaricia.

—¿Qué quieres hacer?—me cuestiona mientras teclea algo en su teléfono—Podemos ir por una pizza, o a tomar helado o pedimos a domicilio; tú decides.

—Vamos por una pizza—ella asiente y ambos nos levantamos sin soltar nuestras manos.

Todo al parecer está yendo bien con Lydia, pero siento que es muy pronto para decirnos que seamos novios; creo que todavía no es el tiempo. Esperaré un poco más, saldré un poco más con ella y pasaré más tiempo junto a ella para conocernos más. Pero sin duda alguna Lydia es la chica que siempre había querido tener, ha estado en mi vida mucho tiempo pero es extraño no conocerla tanto ¿Me entienden? O sea qué porque esté hace mucho tiempo en mi vida no significa que la conozca al derecho y al revés, al contrario; es cuando menos la conozco porque la verdad quien si la conoce es Abby.

—¿A qué pizzería vamos?.

Ella alza una ceja y aprieta sus labios.

—Yo no tengo idea—sonrie—Buscare en el móvil.

Asiento mientras doblo a una esquina y me detengo en el semáforo quien está en rojo.

—Listo, aquí está.

Reviso la dirección y asiento en cuanto me ubico.

—No queda lejos de donde estamos.

Ella asiente y me sonríe.

(...)

—¡Papaya!

Niega mientras sonríe. Nos encontramos en casa ya mientras jugamos a adivinanzas según ella. Ambos estamos acostados mientras miramos el techo marrón de mi habitación.

—mmmm—entre cierro mis ojos—¿Pera?.

—¡Sí!—alza sus manos.

La puerta de la habitación se abre dejando ver a Abby con su pijama.

—¿Saliste así a la calle?—cuestiono boca abajo con diversión. Reviso la hora: las dos y media de la mañana.

Ella coloca sus ojos en blanco y se lanza sobre mí.

—Claro que no tonto—me golpea el estómago y se sube luego encima de Lydia, ella bufa y le golpea el trasero a Abby, acción que hace qué Abby se baje luego para tomar lugar en el medio—¿Qué hacían?.

—Jugábamos fútbol—respondo burlón.

Lydia suelta una carcajada mientras que Abby nos ve con fastidio.

—Mejor amiga estábamos jugando a adivina con la primer letra.

Abby asiente mientras dice que quiere jugar.

—Con la letra F.

Aprieto mis labios mientras pienso.

—¿Fresa?—cuestiono. Niega con su boca cerrada.