Capitulo 50: Para alegrar el alma.

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Abby POV.

¿Cómo podré superar esto? ¿Habré hecho bien en volver al lugar en donde todo se derrumbó?. Acepto que he extrañado un montón a Travis, más a él que siempre estuvo conmigo y pensando ahora creo que no fui muy buena. Es como si todo esto que sucedió me hubiera convertido en una persona egoísta. Damien quizá no estaría feliz por como me he convertido ahora, odio tanto que hubiese sido mi hermano el responsable de la locura de aquella chica.

Travis y los demás no saben que voy camino a Venecia, puede que éste esté molesto conmigo porque dije que iría la semana pasada y no lo hice. Pero también me debe entender que no es fácil todo esto.

(...)

Tomo un Uber y le doy la dirección de la casa de Travis, al llegar pago y me bajo del automóvil diciendo gracias. Logró llegar hasta la puerta de la enorme casa y tocó el timbre. Se puede escuchar la música y las risas desde el patio trasero de ésta. Vuelvo a tocar el timbre un par de veces más y por fin me abren. Un chico de ojos verdes y cabello castaño se queda como idiota viéndome. Frunzo mi ceño y luego añado:

—¿Quién eres y por qué estás en la casa de Travis?—pasan unos minutos y no responde. Bufo y carraspeó mi garganta—¿Si hola? ¿Hay alguien ahí?.

Puedo ver que esboza una sonrisa y manda saliva—Si, si. Ahg mierda perdóname; me quedé hipnotizado con tu belleza—Coloco mis ojos en blanco y luego ríe—Esta es casa de Travis pero él no está por el momento pero puedes pasar y esperarlo.

—¿Y tú quién eres?—arqueo una ceja.

—Oh que tonto soy—se disculpa y extiende su mano ahora dejando ver sus blancos dientes—Soy Guido Bernasconi.

Acepto su mano y luego lo suelto—¿En dónde está Travis?.

Su ceño se frunce y luego se cruza de brazos. Bien, los amigos de Travis cada vez son más raros. —No me dijiste quién eres—ignora mi pregunta

—Abby Parks—sus ojos de abren de par en par y en ellos puedo ver un poco de decepción—¿Por qué tu cara? ¿Te decepcioné?.

Niega mientras intenta ayudarme—No, claro que no, incluso eres más bella de lo que me imaginé—vuelvo a colocar mis ojos en blanco—Solo que eres la novia de Travis y pues...Ven déjame ayudarte.

—No gracias, yo puedo sola—le sonrió. Me abre paso para poder pasar y al estar dentro de la casa puedo ver que ha cambiado mucho desde la última vez. Ahora hay más cuadros de fotografías pero de ellos, algunas de nosotros y algunas con Damien, es decir en dónde aparecen y aparecemos haciendo cosas graciosas. Las paredes son de color blanco y hay más cojines, muebles y floreros. También puedo decir que hay más empleadas de servicio y el aire de está es más hogareño.

Me doy vuelta y lo encuentro viéndome muy fijamente.

—¿Ahora sí me puedes decir dónde está Travis?—me cruzo de brazos.

—Está con Jack y Lydia trayendo algo de comer.

—¿Liam está aquí?—asiente. Salgo directamente hacia el patio trasero y encuentro al rubio tomando cerveza mientras ríe con otro chico.

Camino hacia donde éste está y tomo su hombro desnudo. Gira un poco su cabeza y luego abre sus ojos de par en par.

—¡Abbyyyyy!—exclama feliz mientras me abraza—¡Ahg mierda no sabes cuánto te extrañe pequeña lunática!—besa mi mejilla. Luego toma mis hombros y me sacude—¡No vuelvas a dejarnoooos!.

Suelto una pequeña risa mientras asiento. —Yo también te extrañe peliteñido.

Me pellizca y luego le golpeó—Soy rubio natural.

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