Capítulo 19: Tirar a matar

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La hora no importaba, lo único importante en ese momento eran dos cosas: 1) una ducha rápida y despabiladora, y 2) una taza humeante de café en la mano. Para su suerte, Atenea cumplía con ambos requisitos y el tercero (que era extra), una dona de vainilla rellena de nata y frambuesas en la mano.

Vett entró a la cocina con la bolsa azul de nylon colgando del hombro, la dejó sobre la isla de granito que estaba en medio de la cocina y se dirigió hacia la cafetera para servirse su taza matutina de café.

-Veo que ya estás lista, Soul –le dijo la chica de los ojos grises mientras tomaba un concienzudo mordisco de su dona.

-Mira, Parker, no tengo muchas ganas de hacer enfadar a nadie hoy –terció Vett volteando a mirarla.

-¿Por qué no? Anoche no parecías muy en desacuerdo con ello –Atenea bebió un sorbo de su café sin dejar de mirarla sobre el borde de su taza.

Los ojos verdes de Vett se clavaron furiosos en ella en el momento en que Rachel atravesó la puerta con Rose detrás.

-Buenos días –saludó Rachel haciendo una inclinación con la cabeza.

Rose guardó silencio y dejó su bolsa el lado de la de Vett sobre la isla de la cocina.

Atenea la siguió con la mirada, sus ojos grises atentos a cualquier movimiento por parte de su amiga, la vio servirse café y sacar una dona de chocolate de la caja, podía notar a kilómetros que estaba tan tensa como ella.

Rachel hizo lo mismo, servirse café y tomar una dona. Dio un sorbo a su humeante bebida y la dejó en la isla.

-Confío en que saben en lo que se están metiendo –les dijo Rachel. Atenea esbozó una sonrisa.

-Honestamente, no tenemos ni idea –rió un poco, podía sentir la mirada de Vett clavada en su nuca.

-Eso es reconfortante –terció Rachel devolviendo la sonrisa –. Creo que deberíamos revisar el plan de nuevo –dedicó un par de segundos en los ojos de cada una.

-De acuerdo –dijo Vett y se sentó en el taburete al lado de Atenea; se veía ahora mucho más relajada, pero no se podía decir lo mismo de Rose, que, recostada a la encimera simplemente observaba todo el silencio con su mano envuelta fuertemente en la taza de cerámica.

-Rose, agradecería poder verte la cara antes de que te maten, merci –dijo Rachel mirándola sobre su hombro.

Rose bebió un trago de café y con paso lento se detuvo al lado de Atenea con los brazos cruzados. Miró a Rachel, deseando que empezara a hablar para desaparecer lo más pronto de ahí.

-Tomamos un avión a Francia, nos colamos en casa de DeVereux y le sacamos el cerebro –dijo Vett con media sonrisa.

-A pesar de que me encanta esa idea, Soul, esta vez no le sacaremos el cerebro –respondió Atenea mirando a Rachel –, pero déjalo para otro momento, por si acaso.

-Créeme, está en mi lista –Rachel sonrió.

-Parker se cola en su fiesta y le entrega tu nota, simple –dijo Rose con voz bajita y se encogió de hombros.

-No olviden a los perros que caminan en la sombra de Gastón, ellos son su primer objetivo –les dijo Rachel y sacó un plano de la mansión de Gastón de uno de los gabinetes de la isla –. Si las ven, no dudarán en ponerles una bala entre los ojos –las tres chicas se voltearon a ver entre ellas.

-¿De dónde diablos sacaste eso? –preguntó Vett arrugando la frente en confusión y se estiró sobre la mesa para poder apreciar el dibujo con totalidad.

Cold Blood Secrets (Actualizaciones Lentas)Where stories live. Discover now