veinte

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"Señor".


Sus ojos ardían, mientras que su lengua estaba seca. No quería hacerse la víctima pero su pecho dolía. Se preguntaba si Taehyung sintió lo mismo cuando el se marcho.

"Ponte en su lugar"

Ponerse en el lugar de Taehyung. Eso haría.

Jungkook imagino como se sentiría Taehyung si aquella persona que tanto amo le hubiera dejado. Seguramente se sentiría triste. Pensó en que sería de él si en lugar de que el se hubiera ido lo hubiera hecho Kim. Se imagino a si mismo llorando desconsoladamente en su cama mientras miraba fotos de Kim y él. Por fin sabía como se había sentido TaeHyung cuando se marcho y sinceramente se sintió una porquería de persona. Se sintió mal después de saber todo el daño que seguramente le causo a su lindo castaño. También pensó que si seguir buscándolo era lo correcto. No, no lo era.

Si él fuera TaeHyung, estaba totalmente seguro de que se rechazaría a si mismo. Por que, como dijeron Seokjin y Yoongi, no es ningún juguete como para estar a su disposición; mucho menos para perdonar todos los malos momentos que Jeon le hizo pasar.

Dejo de pensar en Kim y tomo un baño. Con agua fría pues el agua caliente no era un lujo que podía darse en su situación; se vistió con ropas cómodas. Presentable. Esta vez saldría a buscar trabajo con la mente abierta a diferentes posibilidades y resultados.

Luego de un rato caminado por el centro de ciudad paso por una librería que no tenía ningún cartel que solicitara trabajo pero si uno que decía tener biblioteca. Entro al lugar con intención de relajarse un poco al leer un libro. Tenía una pinta buena, es decir parecía un lugar con muchos años pero se mantenía bien.

Encontró uno que le pareció interesante y comenzó a leerlo, simultáneamente tomo asiento en una mesa para estar más cómodo. Su lectura se vio interrumpida por una voz alta que decía estar buscando a alguien.

No puedo seguir manteniendo este lugar sino estoy en el, cariño. Tendremos que cerrar, al menos por un tiempo.

Kook despegó la vista de su libro y puso más atención a aquella platica.

Si, lo entiendo pero podemos buscar alguien para que nos ayude a cuidarla. —Una segunda voz se hizo presente.

No quiero dejar a nadie a cargo de mi tienda, ¿y si no la cuida bien? Sabes que es lo único que tengo de mi familia...

Pero necesitamos el dinero. ¿Cómo pagaremos la escuela de Lali?

—¿Lali? —La voz femenina grito con gracia. —esa chica ni siquiera estudia ya.

Vamos mujer, deja en este momento todos tus problemas con ella; necesitamos pensar en que hacer.

—Si, claro; aunque no esperes que quiera dejar mi amada tienda a cargo de esa niña. —Declaró con voz seria aquella persona, que Jungkook dio por entendido de que era una mujer. Cuando dio por terminada aquella charla, se levanto y camino a donde provenían los ruidos. Se encontró a mitad de su camino con los que supuso eran los dueños; éstos se asustaron un poco.

—Hola, buen día. Soy Jeon JungKook. Lo lamento pero no pude evitar escuchar su platica. —¿De dónde salía aquella formalidad? —y me preguntaba si yo podría cuidar de esta tienda. —Le pareció buena idea, así que lo hizo.

El hombre y la mujer se miraron entre sí; ¿sería buena idea dejar que un desconocido cuide de su amada tienda que tanto les costo mantener en buen estado?

—¡Que va chico! Claro que no, no dejare mi tienda en manos de un desconocido. —Ella siguió caminando y pasó de largo a Kook, mientras que ese señor se quedo frente a él.

—¿Por qué te gustaría cuidar de una tienda tan fea y vieja? —Preguntó el con indiferencia; aguardando a la respuesta de JungKook.

Jeon midió bien sus palabras— Me gustaría hacerlo por que necesito un trabajo, además de que leer es uno de mis pasatiempos favoritos. Y yo no encuentro esta librería vieja y fea, señor.

—Okay, esta bien. ¿Tienes disponibles tus días desde la mañana hasta la tarde-noche?

—Todos y cada uno de ellos, señor.

—¿Eres mayor de edad? ¿Eres responsable?

Mayor de edad sí. Responsable no; aunque podría hacer un intento. —Claro que si, señor.— aseguro Kook, luego de dejar en espera al contrario.

—Bien, deja conversó con mi mujer.— El hombre dio media vuelta para encarar a lo que parecía ser su esposa.

Vamos, cariño. Se ve que es un chico responsable. Podemos confiar en el.— susurro él.

Ella mantuvo silencio.

No creo que sea malo. —Aunque el hombre sonaba confiado estaba más que nervioso.—, confía en mi.

Jungkook veía con intriga aquella situación y rogaba que le dijeran que sí.

Bien, pero si algo sucede en mi ausencia no me detendré en cuanto las demandas. —Amenazó.

Un peso menos para Kook. Salió de ahí con calma, sintiéndose más relajado y con una diminuta sonrisa. Además con un trabajo.

¡𝐏𝐚𝐫𝐤, 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨!Where stories live. Discover now