extra

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Era un veinticuatro de diciembre mientras que Jimin y Yoongi trabajaban en un ambiente laboral muy relajado, la canciones navideñas sonaban de fondo al tiempo en que ellos charlaban y andaban por todo el espacio. -¡Yoon! ¿Podrías alcanzar para mi ese adorno? -Jimin se encontraba arriba de un banco, afirmando una serie de luces a la pared. Yoongi hizo lo pedido y se acerco a su menor, ofreció su mano para más soporte. Jimin con gusto la tomó sonriendo un poco.

Dada la temporada la hora no ayudaba tanto al tiempo atmosférico pues al ser pasadas las siete de la noche el frío comenzaba a hacer eco en sus cuerpos a pesar de que se encontraban en movimiento, realizando la decoración para Navidad.

Los clientes eran casi nulos pues la mayoría estaba en sus hogares, listos para convivir con sus familias. Tal vez otros estén ocupados con trabajo u otras actividades más, pero nadie estaba en una cafetería, al menos no en la suya.

Terminaron a eso de las ocho, cuando el frío era aún más intenso y las calles más vacías; se abrigaron muy bien para luego salir. Jimin observaba muy atento como Yoongi cerraba todo y ponía candado a las puertas. Se miraron entre si, sonriendo cálidamente. -Gracias por ayudar, Jimin. -Comentó el mayor, débil vapor saliendo de sus labios.

-No es nada. -Responde y luego se dan un apretón de manos. -Será mejor que me apresure a ir por Tae, la última vez dejo que me bañara con agua fría.

Rio un poco. -Muy bien, yo iré por Suran. Esperen por nosotros para cenar. -Luego de eso dio media vuelta y se dirigió a casa con Suran, su novia.

En cambio Park caminaba dirección contraria, sus pequeñas pero fuertes manos iban dentro del pesado saco. Reía suavemente cuando humo salía de su boca, parecía una locomotora. -Chu-Chu. -Él de verdad era como un niño pequeño.

Durante el trayecto a casa iba pensando en su ahora. Es decir, como las cosas se habían dado de tal manera que él consiguió ser feliz. Tanto había pasado en los últimos meses que si diera una mirada al pasado no pensaría en que esto fuera posible. La mejor etapa de su vida, se podría decir.

Tenía un trabajo estable del cual disfrutaba, estaba ahorrando para comprar un pequeño departamento. Su salud era la mejor y en cuanto la vida amorosa todo estaba de maravilla. Tenía al mejor novio del mundo y su relación era sana. No podía pedir más.

Finalmente se detuvo frente al gran edificio marcado como destino.

Cuando entró el delicioso olor de la cena fue lo que lo recibió, seguido de una bola de pelos que a pasos lentos se acercaba a él. Quito sus zapatos y abrigo antes de buscar a TaeHyung, éste no se encontraba en su campo visual.

Escucho música venir de la habitación que compartían y sonrió sin darse cuenta. Ahí estaba su Tae así que caminó hasta él agrandando su sonrisa al verlo. -Hola, bonito. -Tuvo que hablar más alto gracias al volumen de la música.

-Mimi, estás aquí. ¡Ven, ven, mira! -Tomo de su mano y lo guió hasta la cocina, mostrando la apetitosa cena. Dejando todo lo que hacía dentro de esas cuatro paredes. -YoonGi me dijo como podía hacer todo esto y lo hice. ¿Te gusta?

-Claro, todo se ve delicioso.

TaeHyung rio un poco. -Gracias.

-Ven aquí. -Lo acercó a él para abrazarlo. Inhalo la suave fragancia que TaeHyung desprendía y peinó sus cabellos. -Te extrañe.

-Yo igual, mucho. -Beso sus labios suavemente, separándose cuando alguien toco la puerta. -Debe ser YoonGi.

Estaba en lo cierto. Era YoonGi y su... novia.

Aún no se acostumbraba, de todos modos pensaba que ella era agradable.

-Hola.

-Hola.

Luego de esos cortos saludos y abrazos fueron a los pequeños sillones que estaban frente la televisión a la espera de la madre de TaeHyung y su padre.

Todo transcurrió tranquilo y con alegría. Así que Park JiMin confirmó una vez más que su vida era la mejor.

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Era pasada la una de la madrugada cuando iba caminando por las calles.

Luego de todo ese asunto con TaeHyung, JungKook de verdad arrepentido se disculpó con SeokJin, así que esta nochebuena fue realmente acogedora. La paso con él y su ruidosa familia, pero rechazó la invitación de quedarse a dormir en su casa.

Sus sentidos se alertaron cuando proveniente de unos metros adelante suaves chillidos se hacían escuchar y dado el silencioso ambiente el ruido era más fuerte. Convencido de que esos sonidos no eran humanos se acercó hasta su origen, encontrando a una gatita y dos crías. -Hey.

Ellos lucían sucios y con frío. Trato de acercarse, pero la madre se aventó contra él. Era entendible. Rebusco en su chaqueta por algo de comida mas sólo encontró el empaque vacío de un hot dog, eso serviría. Lo acerco a la madre gato y ella con desconfianza olfateo. Luego comenzó a lamerlo y prosiguió a llevarlo con sus cachorros.

Tomo el atrevimiento de tocar su cabeza. Ella se tensó, pero no lo atacó. Pasados los 10 minutos recordo la hora que era y con gran dolor dejo a aquella madre y sis pequeños gatitos. Sin embargo los maullidos se intensificaron y no se detuvieron hasta que JungKook tomo entre su brazos a la gatita para sorpresa suya.

Estuvo cinco minutos más tratando de dejas a esos animalitos atrás sin embargo fue en vano porque la gata regresaba a él y rasguñaba sus pantalones.

Tal vez fue que les tuvo piedad o que simplemente esos gatos estaban igual de solos que él, pero Jeon JungKook se convirtió en amo de tres gatos. La madre era blanca y por su falta de original la nombro "Copito", los hijos eran idénticos y les puso "Copito uno" y "Copito dos". Ya luego les cambiaría el nombre.

Entonces si, JungKook era un hombre joven. Con deudas y tres gatos, pero feliz. JungKookie por fin era feliz.











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Holaaaa, bueno, después de un tiempo por fin termine esta madre, so nada que decir más que feliz navidad atrasada y les deseo un 2021 mejor que este. lxs amo mucho 💗

🎉 Je bent klaar met het lezen van ¡𝐏𝐚𝐫𝐤, 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨! 🎉
¡𝐏𝐚𝐫𝐤, 𝐫𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨!Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu