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En el Reino Kim.

_Querido ¿sucede algo?. — Preguntó la Reina sobando la mejilla de su querido Rey.

_No pasa nada. — Respondió brusco el Rey.

El tema le tenía carcomiendo la cabeza poco a poco. No puede sólo, por una vez en todo su reinado siente mucha presión. Esta empezando a dudar sobre la decisión que tomó. Esta empezando a dudar si esa fue la correcta.

Es la correcta, se hablo a si mismo.

_Llevas así desde que nuestro querido hijo partió rumbo hacia Japón.

_Sólo estoy preocupado por el bienestar de nuestro hijo. Mi reina por favor deja de torturarme.

_Como ordenes. Voy con el guardia Jung a visitar a mi madre.

_El guardia Jung no es suficiente, lleva más guardias.

_Querido eres un dramático. — Río con elegancia la reina. Ella se levantó y fue hacia el rey.

_Se que esto es irrespetuoso, pero quiero decirlo ¿me permites decirlo querido?

_ Si me dices que quieres más bebés, déjame decirte que suficiente tengo con Seokjin.

_Me lastiman tus palabras, pero tienes razón. Eso no era lo que quería decirte.

_¿Entonces?.

_Quería decirte que te amo y aunque las circunstancias como nos conocimos no fue la adecuada logre enamorarme te di completamente, mi rey.— Ella con toda elegancia se acerco al rey hasta unir labios con él. No eran jóvenes, pero en ese momento ambos se pusieron tímidos.

_Yo también lo hago, mi reina. — Sonrió embobado el rey al ver a su esposa. El la ama, la amada desde el primer beso.

Es lo correcto.

La reina se fue alegre a visitar a su madre. Mientras tanto el rey se vistió adecuadamente y salió en busca de la nueva princesa.

Esa chica del pueblo le trajo mala espina desde que la vio. Sabía que ella traería problemas. Pronto eso acabará y todo volverá como antes.

La princesa del reino Park será una buena candidata para su hijo.

El rey sólo espera que todo salga de acuerdo al plan.


En el pueblo.

_Joven, ¿va a viajar de nuevo?. — Preguntó su mano derecha.

_Si, por favor hasta cargo de todo.

_lo haré, joven por favor cuídese.

_No te preocupes, yo debería de preocuparme por usted. — Minjae se subió a la carroza y se despedido de su fiel compañero sin su habitual sonrisa pues la noticia que recibió del reino no lo tenia muy contento.

El anciano vio como el médico se iba. No entendía por qué el joven Minjae viajaba tanto. En los pueblos que supuesta mente da servicio, tiene el viejo contactos, y siempre pregunta por el joven Minjae, sin embargo ellos niegan haberlo visto rondar por la zona.

Alzó los hombros y se fue a acomodar las cosas del consultorio. Son problemas del joven Minjae, se dijo así mismo.

...

_M-minjae

_Solo vine porque tenemos que hablar...

_¡Papiiii!. — Grito un pequeño corriendo a los brazos de su padre. — Mamá y yo te hemos echado mucho de menos ¿te vas a quedar con nosotros esta vez?, Mamá me lo dijo. —, dijo como pudo el pequeño de tres años.

Él le dio una mirada rápida a la mujer esta lo esquivó.

_Bebé, ¿podrías compararme ese rico helado que tanto me gusta? Toma. — Le entrego unos centavos al pequeño. El niño bajo de sus brazos y dando pequeños saltitos salió de su casa.

_¿Por qué le has dicho eso al niño? ¡¿Acaso no sabes en la situación que me pones?!

_Pensé que no te volvería a ver... Por eso se lo dije, porque... Porque el niño pregunta por ti todos los malditos días ¿¡Que quieres que haga?!. — Grito la mujer empezando a llorar.

Minjae se acerco hacia ella y la abrazo. La mujer sujeto su camisa temiendo que el hombre quien ella tanto ama se vuelva a ir. Cuantos celos siente desde que él decidió ser sincero con ella. No está dispuesta a compartirlo.

_Calma, no quiero que nuestro hijo te vea en este estado. – Se separo de ella y tomó su pequeño rostro y limpio todo rastro de lagrima.

_Por favor, no nos dejes.

_Está bien, no lo haré, pero dame un poco más de tiempo. Necesito solucionar algunas cosas.

La mujer sonrió y sin poder evitarlo beso los labios de su amado. Él se quedó sorprendido, sin embargo continuó con el beso.

Ellos no lo sabían, pero su pequeño hijo observaba todo detrás de la puerta con una sonrisa y comiendo un poco de su helado.

_Mamá, ya no volverá a llorar si papá se queda.




Mi Príncipe  - Jin y tú- [PAUSADO|Where stories live. Discover now