Laguna de los recuerdos #4

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Miro por la ventana viendo cualquier cosa que me pueda distraer, casi me caigo de mi silla cuando veo a Willy saludándome desde el columpio yo lo saludo de vuelta no sabiendo si estoy en verdad viéndolo.
—Elizabeth, ¿estas poniendo atención? —me llama la atención la Institutriz Dolores. Muevo mi cabeza en afirmativa. Vuelve a retomar su clase dando media vuelta.

Volteo, Willy ya está en la ventana indicándome que salga y señalando su muñeca refiriéndose a la hora.

Si lose, ya es hora de irnos pero por su culpa estoy castigada.


—¿si, Elizabeth? —me pregunta al ver mi brazo arriba.

—¿Me da permiso de ir al baño?

—Ve rápido—regresa al escritorio revisando sus notas en su Tablet. Miro hacia la ventana de nuevo y le hago señas que vaya a la ventana siguiente.

Sin que nadie vea, entró a la habitación continua. —Pss...—lo llamó al verlo sentado debajo de la ventana de la habitación de donde estaba.

—Vamos, es hora de irnos—me hace señas de que salte de la ventana pero me niego.

—Estoy castigada —lo acusó. —porque alguien se le dio de lanzar globos con no sé qué cosa adentro.

—Admite que fue genial—se ríe. —O sales por ti o yo te hago salir—termina con una sonrisa malévola en el rostro.

Owen y Morgan, me han advertido que si hacía que otra institutriz se fuera ya no contratarían a más y eso significaría solo una cosa tendría que ir a la escuela. |

—Ayúdame abajar—digo mientras miro atrás como si temiera que alguien este observando. Paso una pierna afuera luego el otro, me siento sobre el marco de la ventana, no veo a Willy por ningún lado, me deslizó hasta que mis piernas quedan colgando y me pecho queda contra la pared. Me suelto y caigo a la tierra húmeda.

Veo a Willy asomado en la esquina de la casa. Tocó su hombro para indicarle que ya nos vayamos de aquí.

—tenemos que salir por la salida secreta, corremos cuando de la señal, ¿entendis...? —no termina de decir la pregunta al ver. —¿porque estas vestida así? —refunfuña

Miro mi vestido y lo saludo un poco para quitarle la tierra. —no había tiempo de que me cambiara—me quejó.

Bufa y murmura entre dientes. Hace su mano en un puño y la agita con movimientos suaves, extiende su mano de un momento a otro se echa a correr conmigo detrás.

Nos metemos entre los arbustos y nos arrastramos entre la tierra para pasar debajo de la reja y cruzar el otro lado. Las ramas de los Rosales del otro lado nos pican y trato de salir rápido pero Willy me detiene.

—Espera, recorre la orilla hasta llegar a la puerta, ya está abierta te espero del otro lado—me da la mochila y está por irse cuando lo detengo. —Regreso rápido—es lo único que me dice zafándose de mi agarre y se pierde entre los Rosales.

Me muevo entre el pequeño camino que se hace por espacio que hay entre la rejas y los Rosales. Cargo la mochila por atrás de mi espalda y camino rápido para salir de ahí, las ramas del rosal me raspa los brazos haciéndome pequeños rasguños. Doy vuelta hacia la derecha y casi enseguida se termina los rosales y alado de esta una puerta de metal se encuentra entreabierta hacia el bosque. Camino un poco adentrándome al bosque y me siento sobre un tronco a esperarlo. Después de un rato escucho como la puerta se cierra haciendo un poco de ruido seguido de crujidos de ramas y hojas quebrándose al ser pisadas. Will se acerca y me tiende una ropa.

—Ten, no puedes ir así—me mira y luego se da media vuelta avanzando y dándome "privacidad". Me pongo el pans gris sin problema aun con el vestido puesto y por suerte siempre llevo una playera de mangas cortas debajo del vestido, me pongo la playera de manga larga de color verde militar con un dinosaurio plasmado en ella Me la remango, haciendo dobladillos hasta que me llega hasta el codo igual le hago dobladillo al pantalón pero caigo en cuenta de que el pans me queda grande de la cintura y se me cae. Agarro una mano el pantalón y la otra guardo el vestido en la mochila y una vez puesta está en la espalda camino por donde vi que se había ido Willy.

—¡Willy!

—¿Qué paso? —lo veo a unos metros de mi sentado en una roca, guardando sus provisiones.

No Confies En NadieWhere stories live. Discover now