48. El juego Parte 1

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El sueño me está venciendo mis ojos me pesan por el cansancio y cuerpo lo empiezo a sentirlo ligero. Mi cabeza se hunde en la almohada, dejo que lo demás deje de existir. Pero en el segundo en que mi mente se aleja del mundo real, imágenes llegan a mi mente de personas gritando, de personas entrando en casa. Llenándome de una sensación de miedo y confusión. Mi cuerpo reacciona dando un brinco en la cama haciéndome levantarme de sopetón.

Aun lado mío Bela se revuelve en su lugar y se da media vuelta dormida.

Le sonrió con una débil sonrisa en mis labios. Me levanto de la cama y camino hacia la cocina por una taza de café para aguantar la noche. No creo lograr dormir sin las pastillas y no quiero despertar a media madrugada gritando con un ataque de ansiedad.

Me recargo en la isla para esperar que el café se caliente.

Ellos no lo saben.

No saben que sufro todo eso en la noche porque yo nunca quise decirles. No quería que ellos se enteraran a pesar de ser lo más cercanos a mí, la verdad me da demasiada vergüenza para mi hablar de ello. Solo saben que suelo tener ataques de pánico pero no saben que es lo que lo ocasiona, solo una vez me ha dado cuando he estado con ellos y gracias a dios no fue por un sueño.

La verdad no suelo tomar café en las noches pero así tengo un pretexto para estar levantada a estas horas de la madrugada. Espero que mi celular se encienda y bebo un poco del café. lo sostengo con ambas manos para que el calor de la taza caliente mis manos que siempre estan demasiadas frías.

Trato de que mis pensamientos viajen a las palabras que hace unas horas me... ¿dijo Bela?

La verdad estoy dudando lo que escucho y lo que veo. A veces me cuesta distinguir entre la realidad y lo que es solo producto de mi imaginación

Alzo la vista en dirección a la ventana que da hacia la calle. Contengo la respiración y siento como mi corazón salta dentro de mi pecho, acelerando su pulso tan fuerte que retumba en mí.

Tengo husto enfrente de mi a "M" parada enfrente de la ventana con su capucha sobre la cabeza impidiéndome ver su rostro aunque se quien esta detrás de ella. lo único que nos separa es una pared de madera, esta tan cerca y tan lejos a la vez. Un escalosfrio recorre mi espalda y siento como el sudor frio se acumula en mi frente. Veo como ella gira su miarada hacia la entrada, de un impulso de impedirle entrar, doy unos pasos al frente, detengo mi andar al sentir dolor en mis pies.

Me obligo apartar la mirada de ella para bajarla a mis pies donde caigo en cuenta que la taza se me ha resbalado de las manos sin darme cuenta y la taza se ha roto en pequeños trozos que se han clavado en mis pies. Me vuelvo conciente del dolor en mis pies y el ardor que hay en ellos gracias al café caliente que estoy pisando igual que partes de mis piernas estan llenas de café.

—¿Libby, estas bien? —Ethan pregunta preocupado. Apenas le pongo atención lo que me dice o hace. Mi vista cae de nuevo hacia la ventana donde no hay nada, no hay nadie. Solo absoluta oscuridad en el jardín sin ninguna persona ahi.

. —Libby, no te muevas—Ethan pasa por los vidrios y me hace que pase un brazo alrededor de sus hombros y me levanta en sus brazos.

¿Realmente estaba ahí? Lo mas probable es que me este volviendo paranoica o loca. Aunque a estas alturas le voy mas a la segunda.

—¿...te ocurre? ¿Libby? Oye no fue nada solo...fue un pequeño corte —Ethan intenta levantarme el animo al verme llorar porque no tengo la menor idea que me sucede. Si en verdad estoy perdiendo el juicio, o no lo se. No se que sucede con las cosas que veo y oigo. tengo miedo de perder el control igual que le paso a Morgan

No Confies En NadieWhere stories live. Discover now