°•Capítulo 6•°

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Nos sentamos en una de las terrazas que hay en la última planta de el centro comercial. Una gran sombrilla nos tapa del ardiente sol.

—¿Qué tomaréis? —Pregunta una chica. Todos piden cerveza mientras que yo una botella de agua.

»¡Patética!«
Miro a Loren la cual se enciende un porro y empiezan a pasárselos unos a otros. Me pongo tan nerviosa que decido mandarle un mensaje a mi hermana mientras todos ellos hablan de sus cosas.

—¿Y tú Madi? —Levanto la mirada y veo cómo todos están mirándome atentos.
—¿Yo qué? —Veo como James pone los ojos en blanco.
—¿Lo has hecho con algún chico? —Desvío la mirada de nuevo hacia mi móvil mientras que todos ansiosos esperan una respuesta.
—No pienso responder a eso —Veo como todos se ríen al escuchar mi respuesta. Debería haberme marchado en autobús.
—Vamos, eso es que no —Ríe James
—Y que te importa a tí —Levanto un poco la voz algo enfadada con todos. ¿Pero quiénes se creen?
—Tranquila Madi estamos bromeando —Me tomo el agua de un trago y me levanto de la silla para marcharme.
—¡Madi no! —Dice Dan.
—James eres un gilipollas —Dice Colton.

Oigo como una silla se arrastra y alguien se levanta pero no me da tiempo a ver quién es. Bajo por el ascensor ya que es mucho más rápido que las escaleras mecánicas. Veo como James camina hacia el ascensor pero la puerta se cierra. Pega una gran zancada y la puerta se vuelve a abrir al poner su pie impidiendo que se cierre.

—¡No sé que te he hecho para que me odies tanto! ¡No te conozco! —Le doy rápidamente a los botones mientras que el se queda en medio de la puerta la cual se abre y se cierra.
—Yo tampoco sé porque te odio —Suelta.

Lo empujo para que la puerta se cierre de una maldita vez y pueda salir de aquella situación tan angustiosa. Veo como se aparta y la puerta se cierra.

—¡Joder! —Grito mientras me cojo el pelo angustiada. ¿Por que estoy con esta gente y no en la fraternidad preparándome para el lunes?

El ascensor se abre y camino hacia la salida de el centro comercial. Un manotazo de aire caliente me da en la cara al salir de aquel lugar en cuál se estaba muy fresquito. Miro por todos lados en busca de una parada de autobús para ver si me deja lo más cerca posible de la fraternidad, no se encontraba muy lejos así que camino hasta ella y me siento en los incómodos asientos los cuales están tapados por un pequeño tejado el cual me protege del caluroso sol.

Cojo mi móvil y veo que mi hermana me había hablado.

No sabía que me echarías de menos tan rápido.

Suelto una sonrisa ya que le había hablado por aquella situación tan incómoda y desagradable con esa gente.

Yo tampoco...

¿Qué tal la fraternidad?

Ojalá pudiera contarle que está destrozada por la fiesta de anoche pero no puedo fiarme de ella ya que si se enterase mi madre me sacaría arrastrado de la fraternidad.

Es genial, me han tocado chicas muy parecidas a mí, educadas y estudiosas, me alegro de estar aquí y no en el campus.

Me alegro mucho ¿Y has conocido a algún chico? O no has salido de tu habitación.

Como me conoce, si le dijera que he conocido a tres chicos de los cuales tienen más tinta que sangre en su cuerpo y que uno de ellos tiene el pelo amarillo...

Peligrosamente Irresistible© ✓ (1) Where stories live. Discover now