Peligrosamente Irresistible© ✓ (1)

°•Capítulo 15•°

Era temprano para acostarme, cerré el libro de literatura, ya había terminado todas las actividades y había hecho trabajo extra para así mañana ir a la biblioteca y estudiar un poco futuros exámenes, los cuales quiero sacarlos con la máxima nota.
Miré la camiseta de James que se encontraba doblada encima del escritorio, no pude evitar andar hacia ella y tocar aquella tela para dejarla sin ninguna arruga, tenía un olor a melón bastante rico, su colonia olía tan bien...

Bajé para cenar algo ya que tenía un poco de hambre, la mayoría de chicas se encontraban haciendo tareas para adelantar trabajo, como había hecho yo. Me hice un sándwich de atún y lechuga con un par de rodajas de tomate, mi cena favorita.
Le di un bocado mientras echaba un poco de agua en un vaso de cristal el cual había comprado Drake. No eran muy feos aunque un poco pequeños, cogí el vaso de agua y el plato donde se encontraba el sándwich y cené en el comedor.

Decidí llamar a mi hermana, echaba de menos hablar con ella. Marqué su numero y lo puse en manos libres para cenar rápidamente.

—Hola —Digo masticando.
—Hola Madi ¿Que tal tu primer día de universidad? —En mi mente apareció la imagen de James en el mar y más tarde probando sus labios.
—Nada mal —Tomo un poco de agua y evito pensar más en el odioso James.
—Me alegro. Ah, Tyler quiere mandarte un abrazo, te echa de menos —Pero que bueno es, ojalá y yo pudiese encontrar a alguien así.
—Dile que yo también —Suelto una sonrisa. Oigo como mi hermana se lo dice y este suelta una carcajada.
—¿Que tal tu primer día como universitaria? —Dice Tyler quitándole el móvil a mi hermana.
—Bien, nada mal ¿qué hacéis? —Podía oír como el microondas de casa sonaba.
—Oh, estamos calentando palomitas, tu hermana quiere ver una película —Ríe mientras se lleva a la boca un par de palomitas.
—¡Hey no cojas aún! —Dice mi hermana entre carcajadas.
—Bueno te dejamos pequeña, llámanos mañana —Dice Tyler con una carcajada.
—¡Te queremos! —Dicen los dos al unísono.
—Y yo, decirle a mamá que estoy bien —Digo dolorida.
—Claro, que descanses —Cuelgo el teléfono y suspiro algo triste.

Ojalá pudiese estar allí con ellos. Le doy el último bocado a mi sándwich y llevo de nuevo el plato a la cocina para lavarlo y subir a mi habitación.
Desde que había llegado el tiempo corría demasiado rápido, pero hoy es uno de esos días que se te hace eterno.
Subo las escaleras y veo que Lydia se encuentra sollozando en su habitación. No puedo evitar dejarla sola así que llamo a la puerta y la miro desde el pasillo.

—No quiero hablar con nadie —Se limita a decir entre lágrimas.
—Lydia yo.. —Me interrumpe.
—No sabes quién es James —Me mira enfadada y con los ojos rojos.
—Si puede hundirte la vida te la hunde sin problema —Me acerco a ella y cierro la puerta de su habitación lentamente.
—James es tan... Idiota... —Digo pensando en el mar y James saliendo de el.
—Estaba enamorada y pensaba que éramos algo —Dice limpiándose las lágrimas. No puedo evitar pensar en James y Lydia besándose y siento como un ardor en el estómago aparece.
—Pero Loren... Es tan mala... —Susurra apretando los dientes.
—¿Pero llevan tiempo juntos? —Digo haciendo círculos en las sábanas.
—No lo sé, solo se que es mala y James solo quiere pasar unas noches contigo, como hace con todas —Mi corazón se parte en pedazos, no debo estar con James.
—¿Y te a llevado al mirador? —Le pregunto incómoda.
—¿Que mirador? —Suelto un suspiro pero aún sigo preocupada, la playa, el restaurante, el mirador... ¿Habrá hecho eso con las demás chicas? ¿Seré una más de su larga lista?

Lydia me cuenta miles de historias con sus anteriores novios, ninguno como James. Sabía que a ella no le iban los chicos peligrosos como James, y lo peor aún, que a mí tampoco me van esos chicos, parece que James tiene un don para seducir chicas inocentes como nosotras.
Decido decir que no pienso seguir hablado con James, aunque me enamore su colonia y sus tatuajes decido pasar de chicos y centrarme en mi carrera y en mis metas futuras.

Por la mañana me levanto ansiosa por ir a la universidad y hablar con Sam sobre lo que pasó en los aparcamientos. Cojo una camisa blanca ya planchada y me pongo unos vaqueros, me arreglo el pelo dejándolo de nuevo en una coleta alta y cojo mi mochila la cual la había preparado por la noche para no ir tarde a la universidad. Miro la camiseta de James y huelo su fragancia a melón por última vez, estuve pensando cómo dársela sin tener que intercambiar palabras con él y se me ocurrió la idea de dársela a Danna para que así me ahorrarse trabajo y tiempo. La cogí y bajé a desayunar, está vez iba un poco más tarde ya que estuve hablando hasta las tantas con Lydia sobre sus novios y sobretodo de James. Habíamos solucionado aquellas pequeñas diferencias que teníamos y decidimos hacer borrón y cuenta nueva.

—Buenos días Madi —Dicen Jess, Hope, Lydia y Esme al unísono.
—Buenos días chicas —Lydia me da una taza de café con una sonrisa.
—Gracias —Sonrio y le echo un poco de azúcar.

Lydia aún tenía los ojos un poco hinchados pero tenía una bonita sonrisa. Hope había hecho varias tostadas así que no dude en coger una y echar un poco de mermelada de melocotón que tanto me gustaba. Danna bajo seria y fría, llevaba una camiseta negra, unos pantalones de cuadros morados y negros, sus altas botas con cadenas y pintura en la punta de sus botas y su mochila repleta de pintadas y pegatinas de grupos de rock.

—Buenos días —Caminó hacia la cocina y todas dijimos buenos días al unísono menos Lydia, la cual movía su café lentamente.
—Puedes venirte en mi coche, Jess y Esme podrán aguantar veinte minutos sin moverse —Danna se sentó en la mesa y miro a Lydia la cual estaba hablando.
—No gracias, me iré con Danna —Me caía bien y no quería romper aquella minúscula amistad que teníamos.

Pude ver cómo Lydia asentía y como Danna soltaba una mueca. Me cae bien las dos, bueno todas en general. No me quiero llevar mal con nadie de la fraternidad.

—Ah, se me olvidaba, Drake y Loren viene con nosotras —Tomo un poco de café y al tragar derrepente cambia de dirección y me hace toser desesperadamente. Todas me miran preocupadas menos Lydia la cual me mira sorprendida por las palabras que a soltado su hermanastra.

¡¿LOREN?! Espero que no se haya enterado que tengo la camiseta de su "novio" y el la mía. Va a ser un trayecto muy largo...

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