°•Capítulo 37•°

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Las canciones de Dean Lewis me ayudaban a callar un poco mis pensamientos negativos pero, no puedo evitar sentir una presión en el pecho por culpa de Loren. Sé que estará tramando algo para hacerme daño y no puedo dejar de pensar en eso. Aún había gente en el salón bailando y bebiendo, disfrutando de la fiesta. No sé cómo estará Danna ni como estará James o Drake pero, definitivamente Loren a roto todo su grupo, aún pienso lo que había dicho James, quiero pensar que para él lo que hicimos no fue nada por que él está acostumbrado a algo más.

Estoy menos mareada y me he lavado los dientes tres veces para quitar aquel sabor amargo del alcohol.
Como ya estaba menos mareada decido darme una baño para bajar la temperatura de mi cuerpo. Camino hacia el cuarto de baño y enciendo el grifo para llenar la bañera, mientras tanto cojo el pijama. Me recojo el pelo en un alto moño y pongo un poco de Dean Lewis para relajarme. Aún se puede escuchar la música de abajo pero intento concentrarme en Dean Lewis.

Cuando mis manos se empiezan a arrugar y ya he escuchado todas las canciones de mi playlist decido salirme de la bañera. Cojo una toalla y veo que no me he traído mi ropa interior así que me toca salir del baño a por ella, odio que me pase esto.
Al salir veo a James tumbado en la cama el cual se levanta rápidamente al verme liada en una toalla.

—¡James! —Agarro bien mi toalla y lo miro avergonzada.
—Madison —Sus ojos están rojos e inyectados en sangre, jamás los había visto así.

Camino hacia el cajón de mi ropa interior sin decir nada y como puedo intento taparla en la toalla para que no lo vea James. Camino de nuevo hacia el baño y rápidamente me visto. Dejo mi pelo suelto ya que me molestaba el moño tan alto y me miro al espejo viendo que todo estaba bien.
Al salir James se encuentra en la misma posición, parece dolorido y no puede evitar soltar una mueca.

—No puede... —Dice mirando hacia el techo.
—¿Qué pasa James? —Me acerco a él y su olor a Melón me hace retorcer.
—No puede ser verdad que estuviese con Loren —Tira de su cabello e intenta no perder la cordura.
—No debería haber dicho nada, si no hubiese dicho eso nada de esto estaría pasando —Miro hacia otro lado, me siento culpable de todo.

El chico coloca su pulgar en mi barbilla y me obligan a mirarlo, sus ojos azules están muy oscuros y las venas de sus ojos están muy pronunciadas. Miro sus labios y más tarde su pelo el cual está despeinado y le hace estar irresistible.
Nos acercamos poco a poco hasta que nuestros labios se rozan y crean contacto, nos besamos lentamente. Sentí como si todo lo que había planeado se cayera, James me hace sentir de una manera extraordinaria es un sentimiento como de debilidad, libertad y rebeldía. Al separar nuestros labios farfulla:

—No pienso dejar que esto se quede así —Aprieta la mandíbula y los puños.

Me armo de valentía y decido tocar su mejilla, parece que lo calmo con solo tocar su piel. Somos totalmente diferentes, con solo tocarlo lo relajo y él con tan solo tocar mi piel me hace arder, sus llamas azules recorren todo mi cuerpo hasta dejarme bloqueada.

—Madi... —Susurra.
—¿Qué pretendes hacer? ¿Acostarte con Danna? —Su mirada lo delata y no único que hago es retroceder rápidamente.
—¿Te acostaste con Danna? —Trago saliva.
—No, claro que no —Responde y suelto un largo suspiro cargado de alivio.
—Estoy cansado de todo esto Madi —Camina hacia la cama y se tumba algo mareado.
—No sé que decir, tengo la culpa de que haya salido todo esto —El chico suspira.
—Abría salido más tarde —Responde.

Me siento en mi escritorio y saco uno de mis cuadernos para copiar algunos apuntes que me había dejado Sam hace unos días.

—¿Qué haces? —Me pregunta curioso.
—Copiar apuntes, se los tengo que devolver a Sam —Veo como rueda los ojos.
—Oh dios Madi, a veces eres... —Me volteo para mirarlo.
—¿Aburrida? Lo sé, me lo has dicho varias veces desde que nos conocemos —Suelta una mueca.

Se crea un incómodo momento el cual solo el sonido de el bolígrafo rozando en el papel lo rompe. James parece estar en una nube, debe haber bebido mucho ya que él nunca está así de mareado y pálido. Está en la cama, sus manos están en su nuca y su pelo está totalmente despeinado.

—Dean Lewis —Me volteo de nuevo para mirar al chico.
—Si —Respondo.
—Eres muy aburrida —Se levanta de la cama y camina hacia mí.
—Y tú eres un maleducado —Mira mis apuntes y coge uno de ellos.
—Bonita letra —Dice leyendo la página con determinación.
—Es de Sam —El chico tira la hoja y suspira.
—Retiro lo dicho —Suelto una sonrisa y veo cómo vuelve de nuevo a la cama.

Pasa una hora, James seguía mirando hacia el techo, aquel silencio incómodo ya no lo era tanto por el ruido procedente del salón. Ya solo me faltaban tres líneas para terminar de copiar los apuntes de Sam y podría irme a dormir.

—¿En qué piensas? —Le digo y me volteo para mirarlo. El chico desvía su mirada hacia mí.
—En que todo es una puta mierda —Responde.
—No todo es una... Mierda... —Odio decir esas palabras.
—¿Ah no? —Rápidamente se levanta de mi cama y me mira enfadado.
—Madison mi chica se acostaba con mi amigo, con mi puto amigo —Tira el cojín al suelo y cierro el cuaderno y lo vuelvo a guardar en la mochila.
—Tú no entiendes nada —Gruñe.
—Pues no, jamás he tenido novio pero, se lo duro que es que una persona se vaya con otra —Lo miro enfadada.
—Da igual —Digo al ver que el chico no me hace caso. Camino hacia la cama y me siento.
—No estoy lo suficientemente borracho para que me cuentes tus problemas teniendo yo peores —Mis ojos se cristalizan y veo como el chico aprieta sus puños y traga saliva.
—Pues puedes irte, yo tampoco quiero perder mi tiempo oyendo tus problemas amorosos —Le doy la espalda mientras cojo uno de los cojines del suelo.
—¿Por qué sois todos tan capullos cuando estoy con ganas de reventarle la cabeza a alguien? —Me muerdo una mejilla intentado tranquilizarme.
—Porque no todos somos como tú, egocéntricos e insoportables cuando estamos pasando un mal momento —El chico abre la puerta de la habitación.
—Pues que os den —Sus palabras me hieren pero decido respirar hondo.

Tengo tanta razón, he besado al James ebrio y no al verdadero. No soporto más estos cambios de humor ni seguir jugando a su estúpido juego, por su culpa Loren quiere verme muerta. Danna tenía razón, James solo trae problemas.

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Peligrosamente Irresistible© ✓ (1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora