Peligrosamente Irresistible© ✓ (1)

°•Capítulo 57•°

Asiento levemente mientras veo como el chico camina en círculos alrededor de mí. El chico se coloca detrás mía y toca mis manos, desliza hacia arriba sus dedos por mi brazo hasta llegar a mi hombro en el cual hace dos círculos. Trago saliva y cierro los ojos mientras siento la respiración de James en mi oído.

—¿Me echabas de menos? —Susurra.

Me volteo para mirarlo y puedo ver cómo me mira extrañado.

—Donde has... —El chico toca mis labios y suelta un delicado "Shh" dejando escapar el aire por sus labios.
—Te he dicho que eso no importa —Susurra tocando mi mejilla.
—No quiero que hagamos esto y luego lo hagas con Loren —El chico traga saliva y me coge por las nalgas obligándome a saltar y a rodear mis piernas en sus caderas.
—Que le den a Loren y a todos, solo quiero follarte hasta que grites mi puto nombre y se enteren todas las fraternidades vecinas de que te estoy follando —No se como me puede excitar tanto aquellas palabras tan groseras pero suena tan bien al oírlas de James.

El chico me besa mientras me agarra fuerte de mi nalgas haciéndome soltar un leve gemido. Camina hacia la cocina y me deja encima de la encimera. Besa mi cuello y muerde mi oreja delicadamente haciéndome soltar una sonrisa, estoy en el maldito paraíso.

—Quiero quitarte ese vestido —Asiento mientras acaricio su cabello.
—Subamos a tu habitación —Me dice dejándome espacio para bajarme de la encimera.

Caminamos juntos hacia la escalera y cuando la subimos no puede evitar cogerme de nuevo y besarme mientras camina hacia mi habitación. Me suelta delicadamente en la cama y observa mi vestido. Me levanto y le indico que la cremallera está en la espalda y me obliga a ponerme en pie y a ponerse el detrás de mí. Baja lentamente la cremallera observando y evaluando mi reacción la cuál es de total placer al liberarme de aquél vestido apretado e incómodo.

Mi vestido cae al suelo y levanto mis delicados pies para no pisarlo. Me volteo para mirarlo y le quito rápidamente la camiseta negra dejando ver sus tatuajes y aquellas llamas azules. Por fin puedo arder y lo estaba deseando.

Lo beso y el chico se baja sus pantalones y me coloca con dulzura en la cama. Separa mis piernas con sus manos y me quita las bragas lentamente, siento que nadie puede hacer mejor esto que James, no me imagino a Gabriel encima de mí y mucho menos haciéndolo pero con James es todo muy distinto. Me quedo sin respiración al ver que besa mis partes lentamente, suelto un gemido cuando introduce su lengua y juguetea con esta haciéndome delirar. Me agarro fuerte a las sábanas y toco su cabello despeniado, el chico levanta su mirada y me observa mientras besa apasionadamente mis partes. Aquella mirada me deja de nuevo sin respiración es una sensación tan agradable que necesito más.

James se separa de mí y camina hacia sus pantalones sacando un condón, lo rompe con sus dientes y escupe el papel plateado al suelo. Se quita su boxer y puedo contemplar como está excitado, no tarda ni un segundo en ponérselo y en volver a besarme.
Lo paro y el chico me observa nervioso y extrañado.

—Yo encima —El chico suelta una sonrisa.
—¿Estás segura? —Asiento y se tumba a mí lado.
—Si ves que no te gusta solo dímelo —Y vuelve el James cariñoso y dulce.

Jadeo mientras me subo encima y me coloco lentamente observando su reacción la cual es de total placer. Me levanta un poco con sus manos y siento el roce del condón y más tarde va llenando todo con forme baja.
Duele pero no como la anterior vez, es un dolor soportable y no intenso. Cierro los ojos y decido controlar la situación. James se muerde el labio y es la mejor sensación de mundo, puedo verlo como gime delicadamente y eso me hace arder mucho más. Muevo mis caderas para cesar un poco el dolor y veo que funciona. Gimo mientras toco la piel de James haciéndolo gemir también, esto es jodidamente maravilloso.

—¿Estás... Bien? —Dice entre jadeos de placer.
—Si —Gimo aumentando de velocidad.

Tengo una mano apoyada en su pecho para que se me sea mucho más fácil mover las caderas y cesar el dolor. James me ayuda haciendo los mismos movimientos que yo y eso lo hace mucho más fácil y mucho más placentero.

—Madi me encantas, eres perfecta —Dice entre gemidos mientras beso su cuello lentamente.
—Estoy a punto... Lo haces genial —Vuelve a decir haciéndome gemir.
—James... —Gimo de placer.

El chico se muerde el labio y acaricia mi espalda debilitando mis sentidos. Entrelaza los dedos con los míos y ese gesto me hace estremecerme de dulzura. Sigue diciéndome en el oído lo mucho que le importo y lo que soy para él.

—No eres una más, eres... Joder... Joder eres impresionante y no quiero perderte —Sus palabras me llevan a otro mundo y hacen que lo que sentía por él sea insignificante y lo quiera aún más.
—Te quiero —Le suelto viendo como el chico se lanza a besarme lentamente al oír mis palabras.

Lo observo consumida en sus preciosas palabras, su voz está ronca y eso me excita mucho más. Nuestros gemidos y nuestros cuerpos se entrelazan cuando los dos acabamos.

Me tumbo junto a él observando cómo respira agitado y fascinado. Sus palabras rebotan en mi cabeza y me hacen sentir algo más por él.
Pasa su mano por debajo de mi cabeza y me acerca a él para que me apoye en su pecho y sienta los latidos de su corazón el cuál va veloz.
Nuestros latidos van disminuyendo al igual que nuestra respiración.

—Esto no está bien —Susurro después de un largo pero placentero silencio.
—¿No te a gustado? —Pregunta levantado su cabeza para mirarme.
—Si, me ha encantado, pero Gabriel es mi novio —El chico suspira.
—No sé porqué cometes esa estupidez —Recorro con mi dedo sus llamas azules de su brazo derecho.
—Pensé que querías a Loren y no tardarás en ir con ella de nuevo —El chico se levanta de la cama y me mira mientras se quita el condón, le hace un nudo y se vuelve a poner sus boxers.
—Esn estos días no he podido dejar de pensar en tí Madi, en lo que me dijiste cuando te enfadaste, mi subconsciente me tortura con tu nombre —Me levanto observando su cuerpo.
—Eres la única que me hace desvanecer un segundo de mis problemas —Toco su mejilla.
—¿Has bebido? —El chico rueda los ojos y niega.
—No Madi, no —Dice molesto.
—Perdón, la costumbre —Digo algo tensa.
—No he bebido para que luego no digas que lo hacemos estando borracho —Gruñe.
—Lo siento, no quiero discutir —Toco su nuca para que se relaje.
—Se que solo sales con Gabriel por tu madre —Asiento.
—Pero sientes algo por mí, admitelo de una puñetera vez, quiero oírlo de una vez —Dice elevando la voz.
—Si James, siento algo por tí, pero tú no sientes lo mismo —El chico suspira y se vuelve a sentar en la cama.
—¿No creés que si yo no sintiera nada por tí no te estaría diciéndote esto? —Miro su camiseta negra tirada en el suelo y no puedo evitar cogerla para tapar mi cuerpo.

El chico me observa como me la introduzco por la cabeza y trago saliva al verlo.

—Gabriel puede ser tu tapadera perfecta, pero yo soy el único que te llena.

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