°•Capítulo 49•°

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Le doy un buen sorbo a aquella bebida alcohólica tan deliciosa y miro a Gabriel.

—¿Cómo está tu madre? —Me pregunta.
—Bien, está bien —Le digo con una sonrisa.
—¿Y como está Alisson? —Dice refiriéndose a mí hermana.
—También está bien y tiene novio —Le digo.
—¿Bueno y que haces aquí? —Le pregunto.
—Trabajo en una editorial —Sam abre los ojos.
—¿Enserio? —Dice entusiasmado.
—Trabajo en la editorial Banners —Sam lo mira fijamente.
—Siempre he soñado en ser escritor —Dice mirando al chico.
—Si escribes algún libro no me importaría leerlo y ver si merece la pena publicarlo —Sam da un buen trago de su bebida emocionado.
—Eso sería genial —Dice el chico.

Necesitaba esto, necesitaba desvanecer de James y olvidarme por unos segundos de él. Gabriel no se separaba de mí, me encantaría quedar con él más veces, conocerlo y saber dónde ha estado todo este tiempo. Su madre nos contó antes de irme a la universidad que estaba viajando pero, me parece fascinante que haya dejado de viajar para poder trabajar en una editorial.

Lo miro con una sonrisa mientras que Sam, Joss y Teresa bailan al son de la música. Él y yo nos encontramos sentados en unos sofás junto a la pista de baile. Es mi tercer San Francisco, me siento mejor y muy feliz, demasiado diría yo. Gabriel me habla pero me sumerjo en mi subconsciente y dejo de escucharlo por unos segundos.

—Bueno... ¡¿Y qué tal vas en la universidad?! —Me grita, ya que la música está alta.
—¡Genial! —Le respondo en el mismo tono.
—¡Me alegro! —Dice mirando a Sam.

Baila fatal pero, consigue que me dé un ataque de risa al verlo tan feliz y tan alocado. Me termino el San Francisco de un buen trago y veo cómo Gabriel me mira impresionado.

—¿Otro? —Dice con una carcajada.
—No sé... —Le respondo dudosa.

El chico se levanta y me da la mano.

—Vamos a celebrar nuestro reencuentro ¿no? —Lo miro asustada y extrañada pero rápidamente se corrige.
—Perdón ha sonado algo mal, vamos a la barra a tomarnos algo más fuerte —Dice con una carcajada.

Suelto un suspiro de alivio y voy tras él mirando su gruesa espalda, está muy en forma. El chico se coloca en la barra y habla con la camarera mientras miro a Sam con una sonrisa.

—Me ha encantado verte —Lo miro con una sonrisa.
—Yo igual —Le digo.

La camarera pone dos pequeños vasos y los llena de un licor oscuro. Me pienso varias veces si de verdad debería hacer esto, no quiero beber, no soy una chica de beber pero, necesitaba deshacerme de mi subconsciente el cual me tortura con James. Sam sigue bailando, la música está alta y los dos vasos de aquel licor anaranjado con una rodaja de naranja me están empezando a causar un poco de mareos. Gabriel me mira con una carcajada al ver mi aspecto.

—No suelo hacer estas cosas ¿tú sí? —Me pregunta.
—No, no suelo beber —Le digo nerviosa.
—Si no quieres puedo dárselos a Joss y a Teresa —Niego dolorida.
—Necesito olvidarme de todo —Cojo aquel pequeño vaso lleno de alcohol.
—Se bebe de un trago para que su... —Me lo bebo sin dejarlo terminar y trago desesperada.

La garganta me arde y siento un calor ardiente el cual me recorre todo el cuerpo. No puedo evitar soltar un par de carcajadas y mirar a Gabriel el cual se lo bebe de un trago.

—¿Otro? —Lo miro asustada.
—¿Será buena idea? Tengo clases mañana —El chico suelta un par de carcajadas.
—Y yo tengo que ir a trabajar ¿Qué más dará? —Dice llamando a la camarera.

Sin pensarlo tengo otro vaso pequeño en mi mano repleto de otro alcohol diferente, ya que no tiene el mismo sabor. Gabriel cuenta a la de tres y no puedo evitar soltar un par de carcajadas antes de llevármelo a la boca.
De nuevo me arde la garganta y pongo una cara asquerosa y bastante graciosa por las risas de Gabriel. Parece mentira que esté bebiendo en un bar con mi antiguo mejor amigo, es impresionante las vueltas que da la vida.

Sam se acerca y ve cuatro vasos pequeños en la barra. No puede evitar reírse y mirar a Teresa la cual agarra del brazo a Gabriel y se lo lleva a bailar.

—Estás muy guapo —Le digo arrastrando las palabras.
—Dios Madi ¿Has bebido? —Suelto una carcajada.
—No, claro que no Sam... —Digo entre risas tocando su cabello.
—Te llevaré a la fraternidad, es tarde —Niego.
—No, quiero quedarme con Gabriel —Le respondo enfadada.
—Está bien —Me dice impresionado.

Mi voz es distinta y noto como todo empieza a darme vueltas. Sam vuelve a la pista de baile y Teresa se acerca.

—¿Vienes a tomar el aire? —Me pregunta agarrándome de la mano.
—Claro —Le digo caminando a su lado.

Llegamos a la salida, la chica saca su teléfono y respira hondo, empieza a escribirse con alguien y lo único que hago es apoyarme en la pared y respirar hondo. El frío de la noche me hace reaccionar y siento como el bolso me empieza a vibrar.

—Me está vi... Vibarando... Vibrando el bolso —Digo entre carcajadas.
—Es tu móvil —Me dice la chica con una sonrisa.
—Es verdad, que despistada... —Saco el móvil del bolso y miro quien me está molestando en mis momentos de paz.

Es James y no puedo evitar soltar una mueca dolorosa. Me planteo cogerlo o no pero sin darme cuenta tengo el móvil en la oreja y una gran sonrisa.

—¿Madison? —Me dice el chico.
—¿Mamá? —Digo tapándome la boca para no explotar de risa.
—Madi soy James —Dice enfadado.
—Vaya... —Digo con una carcajada.
—¿Qué quieres? —Le digo arrastrando las palabras.
—Quiero hablar contigo —Suelto un par de carcajadas.
—Claro dime —Gabriel sale del club y me mira con una sonrisa.
—¿Estás bien? —Dice dudoso.
—Perfectamente —Digo entre carcajadas.
—Gabriel dile hola a James —Le digo entre risas.
—¡Hola James! —Dice entre carcajadas.
—¿Gabriel? ¿¡Qué coño Madison, estás borracha!? —Niego rápidamente al escuchar su voz firme.
—No te enfades papá, solo fueron dos copas —Digo entre risas.
—Bueno cuatrros, digo cuatro —El chico me cuelga y miro el móvil enfadada.
—Vaya maleducado —Le digo a Gabriel guardando el móvil de nuevo en mi bolso.
—¿Entremos otra vez no? —Le dice Gabriel a Teresa la cual está hablando con una persona.
—Ir vosotros dentro, ahora os alcanzo —Dice con una pícara sonrisa.

Gabriel me agarra de la mano y entramos de nuevo a aquel sitio repleto de gente, aspecto moderno y repleto de luces moradas y rosas.
La verdad, no me siento muy bien como para seguir bebiendo así que me limito a caminar hacia los sofás que se encuentran junto a la barra. Tengo la mirada perdida y una gran sonrisa al ver a Sam bailar tan feliz, me siento como en una nube, siento que ya no me importa nada incluido James.

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Peligrosamente Irresistible© ✓ (1) Where stories live. Discover now