Peligrosamente Irresistible© ✓ (1)

°•Capítulo 22•°

Mis piernas están doloridas pero me calman los besos de James. Lo miro preocupada, tiene los nudillos y los ojos ensangrentados.

—Loren dijo que dijiste mi nombre ¿Es cierto? —El chico se queda callado.
—Si bueno, pensé que te habías ido —Suelto una mueca.
—¿Y por qué le pegaste a Sam? —El chico me mira serio y enfadado.
—Me ardía la sangre cuando estaba ahí sentado junto con Loren —A mi sí que me arde la sangre cuando escucho el nombre de Loren.

No sé qué decir, así que, me encojo de hombros, me coloco de nuevo a su lado y miro de nuevo a la hermosa ciudad, iluminada por las luces de la calle y los edificios. Parece que este sitio nos hace desaparecer del mundo, de la rutina, de nuestros problemas e incluso de nosotros mismos. Parece que James es vulnerable en ese lugar, se sincera un poco y aunque este borracho, creo que habla del James de siempre.

—Deberíamos irnos —Se levanta del borde.
—Si —Hago lo mismo y camino trás él.

Caminamos hacia los coches, sus ojos ya no están tan ensangrentados pero se tambalea de vez en cuando.

—¿Le has cogido el coche a Colton? —Asiento mirando aquel coche rojo aparcado junto al de James.
—Si —El chico busca sus llaves por sus bolsillos, respira agitado y nervioso.

No puedo evitar dejarlo sufrir un poco mientras me cruzo de brazos y lo veo tocarse dramáticamente todos sus bolsillos y cada rincón de su cuerpo.

—Mis llaves Madison —Su respiración va agitada y no puedo evitar una carcajada.
—Vaya... ¿Las has perdido? —Meto la mano en mi pequeño bolso de mano.
—Estaban en mi bolsillo —Dice mirando al suelo alterado.
—¿Son estas tal vez? —Levanta rápidamente su mirada y suspira aliviado.
—Joder Madison —Niego con la cabeza un par de veces.
—No pienso dejar que conduzcas así —Camino y me pongo en medio de los dos coches.
—¿Cuál eliges para llevarte a la universidad? —Se tambalea pero se reincorpora rápidamente para que no lo note.
—Estoy bien Madi —Miro el coche de James y más tarde el de Colton.
—Genial, el tuyo entonces —Él niega rápidamente y camina hacia mí para evitar que abra la puerta de su coche.

Las llamas azules tocan mi piel y me hacen arder, sus ojos rojizos nublan mi mente y su respiración agitada deja a la mía cortada.

—No pienso dejar que conduzcas mi coche —Miro su mano la cual me agarra mi muñeca, estoy contra su coche y no puedo evitar ponerme nerviosa.
—Esta bien —Trago saliva y respondo con voz temblorosa.

Suelta mi mano y me agarra de la cintura, nuestros cuerpos están muy pegados, puedo sentir como sus pulsaciones aceleran al igual que su respiración. Me mira impresionado, parece que no lo ha asimilado todavía que sentimos algo, que hay algo, y ese algo nos hace hacer estas cosas.
Me paso la lengua por mis labios preparándolos para un gran beso, el chico los mira, pero no me mira como siempre, me mira de una forma diferente.
»Es porque está borracho, no te ilusiones«

Mi subconsciente me hace reaccionar y mirar los labios de James, lo miro ansiosa pero parece que lo está haciendo para verme sufrir para que yo me lance y caiga a sus pies. No pienso hacerlo.

—¿En qué piensas Madison? —Un ardor aparece en mis partes y mis pulsaciones van a mil.
—Estoy bloqueada —El chico suelta una mueca.
—Algún día contestarás lo que quiero escuchar —Me susurra mientras se separa lentamente de mí tocando mi ombligo.

Un cosquilleo aparece y veo cómo tiene las llaves en sus manos, parece que ha hecho todo esto para quitarme las llaves, sabe muy bien como seducirme, me siento un poco mal pero sus hoyuelos me hipnotizan y me obligan a caminar hacia el asiento del copiloto.

—¿Qué pasa con el coche de Colton? —Me pongo el cinturón y él arranca el coche.
—Ya lo recogeremos Colton y yo mañana —Le dejo las llaves en la guantera la cual tiene una foto con Loren.

Los dos se encuentra en la cama tapados por unas sábanas negras, ella se encuentra encima de James dándole un beso mientras que hace él hace la foto, era una foto bastante tierna así que la toco lentamente mientras siento una gran presión en mi pecho, un dolor intenso y un rencor inmenso.
Él extiende su mano y cierra la guantera, me mira dolorido pero lo único que hace es tocar de nuevo el volante y apretar su mandíbula haciéndola marcar aún más.

Un silencio incómodo se forma pero lo único que puedo hacer es estar de brazos cruzados mirando la guantera y pensando ¿De verdad merece la pena esto? ¿Merezco enamorarme para que luego lo vea con Loren?
Mi cabeza da miles de vueltas pero veo como James suspira angustiado y enfadado, genial.

Llegamos a la fraternidad, un coche negro está aparcado en la entrada, es parecido al de mi madre y no puedo evitar ponerme de los nervios. Miro a James alarmada por ver qué es la misma matrícula que la de mi madre.

—Esto no puede estar pasando —Me quito rápidamente en cinturón y lo miro asustada.
—¿Qué? —Frunce el ceño —¿Qué pasa Madi?
—Adiós James —Consigo decir con voz temblorosa.
—Espera Madi, lo de la foto... —Cierro de un portazo y corro rápidamente hasta la puerta de la fraternidad.

Abro rápidamente rezando para que ninguna de las chicas haya llegado ya y pueda hablar tranquilamente con mi madre. Estaba en lo cierto, mi madre y mi hermana se encontraban junto a la ventana, atentas y con una mirada asesina recorren todo mi cuerpo.

—¿Qué haces aquí? —No se si sonreír o estar impresionada.
—¿Quién es ese? —Dice mi hermana.
—Un amigo de Danna, se ha ofrecido a llevarme a casa, no me lo estaba pasando bien en la fiesta —Mi madre se cruza de brazos enfadada y levanta su barbilla.
—Madi no te he traído a la universidad para que te fueses de fiestas, pensé que te lo quedaría muy claro el primer día —Asiento nerviosa.
—Lo siento, todas iban y había terminado todo lo de la universidad y... —Digo angustiada.
—Y nada Madison, además ¿Que haces con ese macarra? Qué tipo de amigos tiene esa tal Danna —Dice enfadada.
—Bueno es un poco... Tiene un estilo... Tiene una forma de vestir distinta a la mía —Mi madre gruñe desesperada.
—Madison esto no puede suceder otra vez —Asiento nerviosa con los ojos cristalizados.
—No quiero que vuelvas a ir con ese macarra a ninguna fiesta, además es horrible, pobre chica que esté con ese hombre, si se puede clasificar así a ese. —Sus palabras me hieren, si, pobre de mí que estoy enamorada de aquel macarra...
—Estoy conociendo a un chico llamado Sam, estaba en la fiesta, es un estilo a Tyler, educado, simpático y además quiere ser escritor, es fantástico —Mi hermana suelta una sonrisa.

»¿Pero qué estás diciendo? No sois nada ¿estás loca?«

—Me alegro —Dice.
—Bueno ya te dije que nada de chicos Madison —Asiento nerviosa.
—Tranquila solo somos amigos —Mi hermana rueda los ojos y abre los brazos para que vaya a abrazarla.
—Haces mucha falta en casa —Me susurra dolorida.

Miro a mí madre y esta extiende sus brazos y me abraza un poco molesta.

—¿Solo habéis venido para decirme esto? —Digo con una sonrisa.
—Si bueno, era esto o ver una novela de amor Turca. —Dice con una carcajada mi hermana.
—Esto era la mejor elección —Digo con una carcajada.

Mi madre rueda los ojos y coge su bolso.

—Tenemos que irnos, nos queda un viaje largo —La miro algo triste.
—Esta bien —Musito.

Les abrazo de nuevo y las acompaño hacia la puerta. Hasta que no se suben al coche no la cierro así que me apoyo de brazos cruzados con una mueca, mi madre me mira molesta y sin embargo mi hermana solo se limita a soltar una mueca y decirme adiós con la mano. Ellas se marchan y al cerrar lentamente la puerta me derrumbo, no puedo seguir con el mismo juego.

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