Soy tu fan

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De nuevo sábado, yo sabía exactamente que quería hacer este sábado.

Había estado pensando en ello los días anteriores.

Inclusive pensé en ir a su club en estas noches, pero no estaba segura de si ella iba a estar por ahí. Ella no había aparecido más en mi casa y yo no tenia idea de su número de teléfono o donde vivía, nada sabía sobre ella, solo el club, así que había esperado pacientemente a este día para ir hacía allí.

Había convencido a las chicas para que salieran sin mí, quería ir sin guardaespaldas, sin nadie que estuviera al pendiente de mí, tal vez así podría pasar desapercibida.

Me prepare meticulosamente, eligiendo de nuevo la camiseta con su nombre inscrita pero colocándome un suéter con capucha encima.

De los tres autos del estacionamiento, elegí el menos llamativo, el que fácilmente se podía camuflar con cualquiera. Eran las siete, podía hacer esto.

Conduje con paciencia, evitando cualquier tipo de percance que usualmente venían con mi suerte, afortunadamente llegue al sitio ilesa, estacionando entre el montón de autos y haciendo una plegaria silenciosa para no ser reconocida.

Había unas cuantas personas entrando al sitio pero nada muy enloquecedor como para meterme en un montón de personas. Llegue a la entrada casi suspirando de alivio.

—¿Su identificación, señorita?— preguntó un tipo alto y flaco. Lo mire, vamos chico, me viste entrar hace una semana.

—Soy Alba Reche— le digo.

—¿Me podría mostrar su identificación?— bufó, algunas personas me miran pero la capucha hace bien su trabajo. Saco de mi pequeño bolso mi identificación y la enseño.

—Lo siento señorita Reche— él parece avergonzado ahora, le sonrió, no pretendía ningún trato especial, solo que me dejara pasar. —¿Desea que la acompañe uno de nuestros guardias hacia la zona VIP de la semana pasada?— pregunta, amable.

—No, estoy bien. ¿Puedo entrar?— preguntó.

—Por supuesto— sus mejillas se colorean un poco causándome risa, voy dentro pero antes me giro y regreso.

—Por favor, si puedes hacerlo, no le digas a nadie que estoy aquí, por favor— le pido.

—No lo haré, señorita, que la pase bien— asentí, creyéndole.

Caminé al interior del sitio, la semana pasada había tenido una decoración muy verde, hoy era azul, supongo que la cambian todas las semanas, es genial. Hay luces azules que hacen tenue el sitio, camino hacía la barra para pedir una soda. No deseo beber alcohol. Me la sirven y me siento mirando alrededor, probablemente buscando a Natalia no lo sé. Bebo tranquilamente, distraída con la música.

—Eres Alba Reche— mi corazón se acelera cuando escucho a alguien a mi lado reconociéndome, cierro los ojos y me encojo en mi sitio. —Eres Alba Reche, ¿No?— alguien toca mi hombro, no puedo ni negarlo ni irme, eso crearía peor caos.

—Hola— me giro un poco para ver a una chica de pie a mi lado, me da una gran sonrisa, la chica es guapa, se la devuelvo.

—Mi nombre es Marta— dice y extiende su mano, la tomo y sacudo, como gesto de saludo.

—Puedo pedirte que no digas a nadie que me has visto aquí— digo, no como una pregunta, casi suena como una exigencia y me reprendo.

—No lo haré. Crees que— sus mejillas se sonrojan un poco —¿Crees que podría tener una foto contigo?— sonrió, no es como si todas las personas estuviesen pendientes de lo que hacemos, asiento y ella me da su teléfono, se acerca y me acerco, entonces activo la cámara y tomamos la fotografía. —Gracias— ella tiene esa sonrisa amplia, asiento y se va.

Mi pequeña diva-AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora