Mi pequeña diva-Albalia

Am I Asleep?

¿Estoy despierta? ¿Estoy dormida? Parpadeó más veces de las necesarias, parpadeó para aclarar mi mente, para apreciar la imagen a mi lado, para absorber cada segundo de tiempo que mis ojos la estudian mientras mi mente se aclara.

No es la primera vez que ella despierta a mi lado, pero incluso no siéndolo, esta mañana, es la imagen más preciosa que mis ojos han podido recolectar. Ella dormida boca abajo, la sabana enredada entre sus piernas y cubriendo hasta la mitad de su espalda, los recuerdos en mi mente y su piel desnuda. Mis ojos se deslizan por cada centímetro de su espalda y sus brazos que se extienden hasta esconderse bajo su almohada, su cabello está alborotado, pero dejándome ver su pacífico y hermoso rostro dormido.

No sé si necesito mucha más confirmación para saber lo real que es tenerla aquí, pero mis sentimientos, mis emociones, son la cosa más real que he tenido en mi vida. Y si alguien pidiera una explicación, yo no sabría cómo poner en palabras lo que estoy sintiendo o estas fuertes ganas de que este momento dure para siempre o grabarlo para después repetirlo y repetirlo.

Con sigilo me levantó y busco una libreta y una lapicero, la miró, las emociones, la noche anterior, todo viene a mi cabeza y se convierte en palabras fáciles de escribir. Yo nunca había sentido este empuje o necesidad de escribir, pero ahí estaba, y podía escuchar como sonaba en mi mente, y tal vez no fuese perfecto, pero mis sentimientos hacían que sonara perfecta en mi cabeza.

Flash Back

El regresó a casa fue diferente, sonreíamos más y ella no demoró en encender la radio y empezar a cantar. Y escucharla cantar y verla sonreír, verla sonreír, verla siendo ella misma como siempre, como cualquier día, era suficiente para relajarme y saber que sentir lo que siento por ella no cambia las cosas, que es lo mismo que ya teníamos pero con la diferencia de que podía ser honesta con ella, aunque a mí aun me faltaba, yo no había dicho nada hasta ahora. Ella lo había hecho todo, la canción y hablar en la playa.

Llegamos a mi apartamento y subimos haciendo las típicas bromas, entramos como lo haríamos un día cualquiera, fuimos a la cocina y calentamos pizza que tenía guardada en el horno del día anterior. Ella estuvo bien con eso, yo estaba bien con ella estando bien con eso.

Comimos en la sala mientras veíamos Bob Esponja. Ella se burlaba de mí, pero yo era quien no podía parar de reír cuando ella intentaba imitar algún personaje, por muy ridículo que resultase, ella era ridículamente adorable y yo no paraba de reír ante eso. Estaba encantada.

Recogí todo cuando terminamos y lave lo que habíamos ensuciado.

—No olvides escribirle a África para que no se preocupen por ti—le dije volviendo a la sala con ella. Estaba de pie mirando el cuadro que ella misma me había regalado, sin dejar de hacer eso o moverse, sacó su celular y empezó a escribir el mensaje. Yo me acerqué y pase mis brazos a su alrededor, abrazándola, estrechando el calor de su cuerpo al mío. Me incliné hacia delante y bese su mejilla, su suave mejilla. Incluso cuando ella terminó de leer el mensaje nos quedamos así, esto no era nuevo ni extraño, era cómodo y habitual. La respuesta al mensaje llegó y luego simplemente apagó el celular y se giró en mis brazos.

—¿Vamos a dormir?—asentí, buscando su mano y entrelazando mis dedos a los suyos.

Nos llevé hacia mi habitación y sin dejarla ir busqué algo que ella pudiese colocarse, había muchas posibilidades y yo estaba tentada a darle solo una gran camiseta de las que yo usaba para dormir y nada más, pero mi mejor parte, no quería aprovecharse de eso. Así que le di un pijama común de short y camiseta musculosa y señalé el baño para ella, yo me cambié rápido en la habitación y aseguré afuera las ventanas y la puerta, apagué las luces y fui dentro, ella ya estaba en la cama, sentada y mirando hacía mí.