Una cálida noche

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Había pasado más de un mes desde aquella foto en nuestro desayuno con Alba, había habido algunas más después, luego de que ella viajara a Nueva York y estuviese una vez más en casa, entrando al club, saliendo del club, yo entrando a su casa, yo saliendo de su casa. Los rumores no cesaban. Habían tenido a mis papas preguntándome al respecto, a unos cuantos conocidos y amigos, a la mayoría les decía que no era su asunto, porque es la verdad, a mis papas les dije que la pequeña diva era solo mi amiga, cosa que también es verdad. Ellos me creyeron, principalmente porque saben que no tengo ninguna razón para mentirles, por el contrario, se preocuparon por las consecuencias que los rumores podían llevar a Alba pero, por lo que habíamos estado hablando por mensajes y después personalmente, lo estaban manejando bastante bien, había conocido a su representante, Dave, el tipo era agradable aunque estaba segura que se mantenía tranquilo a mi alrededor porque sabía que era solo amiga de Alba.

Ahora Alba se encontraba en Elche y las cosas se estaban calmando por aquí, me refiero a que cada vez habían menos paparazzis afuera del club y, de cierto modo, tenía la esperanza de que se calmara con el tema.

No había mentido, no me molestaba, en un principio lo hacía, porque yo no tenía razones para tener esas cosas a mi alrededor, pero desde que había notado y decidido que la chica me importaba y quería tenerla a mi alrededor, me di cuenta que no iba a importarme aquella cosa que venía con ella.

Las únicas en mi vida que me molestaban con el tema constantemente eran Elena y Marta, se habían unido o algo, y me molestaban constantemente, mostrando las fotos que andaban por ahí donde aparecíamos Alba y yo, cosas que hacían los fans de ella con fotos nuestras, era una locura que constantemente me hacía reír si ellas me lo mostraban, aunque sus intenciones nunca eran hacerme reír, sino hacerme entender que o estaba perdidamente enamorada de la pequeña diva, o algo así, están locas.

Esta última semana había estado finiquitando los documentos de propiedad de mi nuevo apartamento, si, finalmente había conseguido hacerme con uno en Malasaña, no excesivamente alejado del club, amplio, en un buen lugar y con buena vista. Mis papas me entendieron a la perfección en cuanto les dije que quería mi propio sitio, no tenía nada en contra de vivir con ellos, pero de cierta manera, necesitaba empezar a vivir mi propia vida más por mi propia cuenta. Y ahora que lo tengo les encanta.

Aún no me he mudado, Marta dijo que no era posible simplemente mudarme sin hacer una gran fiesta de bienvenida, reduje su gran a una sencilla recepción con algunos amigos y familia. Si no fuese porque era como la inauguración de mi apartamento, ella habría intentado persuadirme de armar un gran evento en el club, ella y Elena se han estado encargando de comprar las cosas que necesitaban para la inauguración que será el próximo domingo, lo querían para el sábado, pero yo no iba a dejar el club en sábado. A mí solo me dejaron encargarme de los invitados, eso porque no deje de insistir, ellas habrían llenado cada pequeño espacio de mi apartamento con una persona si se los hubiese permitido.

Mis papas me habían regalado muebles, la línea blanca de la cocina la había adquirido la semana pasada, mis ganancias del club nunca habían sido destinadas a nada, así que tenía suficiente dinero para amueblar el apartamento perfectamente. Había dejado las cosas en la habitación de la casa de mis padres tal y como estaban, sin traer la cama o el televisor, se sentía como dejar un sitio seguro donde volver en caso de emergencia.

Aquí estaba, en domingo, mirando las paredes blancas, algunas plantas y los muebles de la sala. Tenía que comprar más objetos de decoración y yo definitivamente quería ir a alguna galería de arte porque el sitio necesitaba vida a través de cuadros, aunque más bien estaba pensando en un mural, pero supongo que tendría que decidirme luego. Ahora tenía que bañarme y estar lista para cuando empezaran a llegar las personas, Marta y Elena se habían ido hace apenas unos minutos para cambiarse, así que era mi turno.

Mi pequeña diva-AlbaliaWhere stories live. Discover now