Friends shouldn't kiss me like you do

2.8K 111 0
                                    




No es que estuviese cansada de escucharlos, quizá estaba un poco molesta porque estaban intentando constantemente meter el tema en mi cabeza, mis papas, mis hermanos, mi mejor amiga. Todos pensando que Alba era más que mi amiga, todos diciéndome que era una cobarde por no tener a Alba como algo más que mi amiga, todos pensando que debería hacer algo, simplemente todos pensando.

Aparte de eso, pese a que había podido dormir la noche de mi cumpleaños como un bebé en mi cama, aunque sola, el día siguiente no pude sacarme de la cabeza sus palabras en el jardín de mi madre.

"Respuesta equivocada"

Yo no quería pensar en que habría querido decir, porque ella realmente no quería decir nada. La cosa es, ¿Equivocada? Yo estaba tragando saliva constantemente, como cuando tienes ganas de vomitar y estas luchando contra ella, quizá yo quería vomitar palabras, sentimientos y pensamiento, y estaba luchando demasiado por contenerlos.

¿Por qué luchaba?

Dios, era confuso. Y yo no encontraba las razones. Todo mi jueves fue lleno de eso, me había recluido más horas de las que tomo siempre para estar en mi apartamento, me la pase en la cama, con las cortinas abiertas, mirando el cartel que ella había hecho para mí, ahora estaba perfectamente colgado justo en la pared frente a mi cama.

Había pasado horas y horas observando cada foto que ella había colocado, recordando cada momento, sonriendo, y viendo mi cara de felicidad y preguntándome constantemente ¿Por qué? ¿Qué tenía ella para hacerme sentir así? No es que yo sintiera estas cosas, es que se leían en mi rostro en cada una de esas fotos, incluso cuando no estaba sonriendo sino la estaba mirando, incluso cuando no estaba mirándola ni sonriendo, pero mirando a la cámara, solo con tenerla a ella alrededor, yo irradiaba una emoción clara. La emoción de saber, la sensación de conocer, que no necesitaba nada más en aquel momento, que en cada uno de esos momentos que aquellas fotos fueron capturadas, yo lo tenía todo.

Y todo era ella.

Y yo era una cobarde.

Viernes, viernes, bendito viernes.

Mi inquietud no había parado. Y el remedio para mi ansiedad venia en una dosis pequeña y con ego, una diva.

Estaba siendo arrastrada por Marta a través del centro comercial, pero en mi mente ideaba que escribirle a Alba para ir por ahí con ella esta noche o simplemente verla. Sin embargo no tuve que darle muchas vueltas cuando mi celular vibro en reconocimiento a un mensaje, su nombre en mi pantalla.

"Nata Bebe, ¿Qué haces?"

Sonreí.

"Siendo arrastrada en un centro comercial por Marta"

"Ugh, suena horrible. Puedo rescatarte"

Ella no pregunta, ella afirma.

"Tal vez puedas"

"Dime donde estas, iré por ti"

Sonreí aún más grande. En mi siguiente mensaje le escribo el nombre del sitio donde estamos, ella dice que en diez minutos estará en la entrada, solo debo ir a su auto. Miro a mi amiga enfrascada en una elección de zapatos, ruedo los ojos.

—Estos te quedan perfectos—digo señalando los de su derecha.

—Estoy eligiendo zapatos, no soy idiota. Sé que no me has prestado atención en nada de lo que te he dicho porque estabas escribiendo en ese celular absolutamente ignorándome—dice, quejándose.

—Eso no quita que estos sean mejores que esos—señaló.

—Si, tal vez tienes un poco de razón—dijo.

Mi pequeña diva-AlbaliaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang