Capítulo 16

9.3K 442 1
                                    

Desperté con una fatiga molestándome desde temprano. Ya han pasado seis semanas desde que estamos en casa de mis padres y la verdad, todo ha actuado normal. Después de que Carolina les haya dicho a mis padres que mis bebés no tendrían una figura paterna, se formó un caos que en cuestión de horas se supo resolver. Mi madre se sentía tanto desbastada cómo furiosa, maldiciendo a cada segundo. Mi padre, había desaparecido un momento.

Les expliqué algo corto, muy bien resumido, sobre el padre de los bebés. No expuse el nombre de Conner, no quería que supieran que era uno de los hombres más millonarios y famosos del estado. Supieron comprenderme, o eso creo, y desde entonces, pareciera que lo olvidaron todo.

Mis días aquí eran algo normales y rutinarios, salíamos a comer a fuera, a visitar el cine, el centro comercial o a veces íbamos a trotar al parque. Había veces que me sentía muy agotada y con mucho sueño sin yo haber hecho nada y solamente eran síntomas del embarazo. Aumenté un poco de peso, a pesar de que no se note, pero yo sí noto la diferencia. Crucé la sala para llegar a la cocina y abrí la nevera buscando paté de limón, era lo que tenía ansiedad de comer. Eran cómo las cuatro de la madrugada y todos estaban durmiendo.

Con el paté en mis manos, fui al sofá y encendí la televisión. Busqué algún canal interesante y lo dejé en I, justamente en ese momento pasaban la alfombra roja. Pasaron actrices y cantantes que conocía poco, pero hubo algo realmente que me paralizó por completo. Era algo estúpido que esto sólo me pasara a mí. Con rabia apagué el televisor y terminé comiéndome el paté apurada, con el nudo en la garganta.

Obligada subí las escaleras sin hacer nada de ruido y entré a la habitación en silencio. Carolina dormía en posición fetal, y roncaba un poco bajo. Por lo general su sueño era liviano por lo que intenté no hacer ruido cuando me recostara de la cama. Miré el techo y del techo a la bombilla, de la bombilla a la ventana. El sueño se me había disipado por completo y solamente en este momento me sentía vacía. Tenía las ganas de llorar, de desahogarme en silencio, pero si lo hacía, después me iba a sentir como una verdadera tonta.

Cerré los ojos y posé una mano en muchos vientre, así solamente dejé llevarme por el sueño.

Ya por la mañana, me levanté un poco mejor.

Ayudé a mi madre a regar las flores del patio trasero mientras hablábamos sobre que nombres le pondría a los bebés. Tal vez ya los tenía, estaba pensando en algunos que me parecían perfecto, pero los dejaría para última hora. Quería que fuera una sorpresa. Mi tarde fue basada en sólo ayudar a mi madre en la casa con los deberes y salir a trotar por el parque, en un momento nos detuvimos a comer helado y comenzamos a platicar sobre cosas innecesarias.

Nos devolvemos a casa a eso de las cinco.

Carolina y mi papá aún no han llegado y supongo que es porque siguen trabajando. Carolina fue a acompañarlo. Entré a mi habitación y fui al baño a darme una ducha, tenía mucha calor y estaba toda sudada. El agua tibia relajó mi cuerpo totalmente haciéndome sentir calmada. Ya lista salí de la ducha y tomé la toalla para secarme. Frente al espejo observé el reflejo de una mujer tanto rota cómo esperanzada. Había rastro de ojeras y mi rostro se veía un poco demacrado y pálido y algo más de diferencia que tenía era mi estómago que empezaba a notarse cada vez más.

Me acosté en la cama y agarré mi celular para escribirle a Abril. Tenía días que no hablaba con ella y necesitaba saber que tal iban las cosas en el negocio y cómo estaba Star, Abril la estaba cuidando.

"¿Todo bien, Abb?"

"Todo marcha excelente por los momentos, las ventas bajaron un 2% pero es algo que se puede arreglar, Will ya anda en ello. ¿Cómo estás tú? ¿Sigues bien?

" Sé que Will sabrá cómo arreglar las cosas y, estoy bien, ¿por qué no lo estaría? Sé que por momentos me entra la crisis pero es algo que ya debo superar, no debo sentirme devastada todo el santo tiempo"

"Estoy hablando de cómo te sientes sobre decirle la verdad a O'Conner Eli"

"Asustada. No me creerá, estoy segura, pero tocar no es entrar"

"Todo estará bien, ya verás, tienes mucho apoyo con que contar"

"Lo sé... ¿sabes? Tengo miedo de verlo"

"Annelisse... "

"Sólo de verlo en brazos de otra se me rompe el corazón"

Dejo el teléfono a un lado mientras me siento al borde de la cama. El estómago se me revuelve por completo y hace que corra directamente al baño para vomitar. Todo lo que comí se me devuelve por completo haciendo vomitarlo todo y es horrible. Dos manos agarran mi cabello en una coleta y por mi rabillo del ojo puedo ver a Carolina sobando mi espalda.

Abro el grifo del lavamanos y enjuago mi boca con crema dental y también me echo un poco de agua en el rostro, para refrescarme.

—¿Estás bien? —me pregunta y asiento—. ¿Quieres bajar por un vaso de agua?

—Por favor—pido.

Carolina me ayuda a sostenerme de ella, mi cuerpo ahora está débil y siento difícil mantenerme de pie sola. Bajamos la escaleras con lentitud y llegamos a la cocina dónde se encuentran nuestros padres charlando en susurros.

—¿Elisse? ¿Te encuentras bien? —inquiere mi padre tocándome el rostro.

Con suavidad aparto sus manos asintiendo. Puedo notar lo nerviosos que se han puesto al vernos llegar a la cocina. Me siento en uno de los taburetes de la isla mientras veo a Carolina echar agua fría en un vaso y me lo entrega. Bebo toda el agua y me siento hidratada.

—Sólo vomité—dije al cabo de minutos—. Me siento un poco débil, es todo.

—Le prepararé una sopa—exclama Carolina sacando verduras de la nevera, frunzo el ceño—. No pongas esa cara. La sopa te hará bien.

—No le eches papas—exigí—. Y pollo tampoco. Que sea de carne.

Quedamos nosotras dos en la cocina ahora.

—Oye—me llama—. Tenemos que irnos en una semana, me necesitan en el trabajo.

Observo el umbral de la puerta.

—¿Le has dicho? —niega y resoplo—. Quería decirte para irnos este domingo tal vez, me enteré que Hilerson se irá el martes por la mañana a Europa de Luna de miel.

Lo último lo digo desviando la vista. Muerdo mi mejilla interna reteniendo las ganas frustrantes de querer gritar.

Secretaria del sexo©Where stories live. Discover now