iv. CAPÍTULO DOS, PARTE DOS.

2.9K 196 70
                                    


CHAMELEON.
Capítulo dos, parte dos.

Capítulo dos, parte dos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Antes de todo.

La cosa con Carla fue incluso mejor de lo que pensaba. No había sentido lo que sentí con ella desde que estuve con Adame. Adame había sido mi mejor amiga durante unos cuantos años, mi lío durante otros cuantos y finalmente se desvaneció de mi vida y de la de los García como una pluma sin rumbo. Adame iba y venía; ella misma nos lo contó al conocerla. Era como un pájaro. 

Llegamos a la misa de Marina incluso antes de que empezara, y vimos cómo llegaban Polo y Ander, un tanto preocupados. Sin embargo, no vi llegar a Guzmán en ningún momento.

Me acerqué a ellos y los saludé. Polo me dio dos besos y Ander hizo lo mismo, un tanto incómodo por el contacto.

—¿Guzmán?

—De fiestas, por desgracia —me dijo Polo—. No lo lleva bien. Nunca lo ha hecho.

—Todo esto es por el Valerio ese, estoy seguro —dijo esta vez Ander—, porque Guzmán es el primero que no soporta las drogas.

Miré a ambos y no supe qué decir. ¿Así que Guzmán se había dado a las drogas?

Polo se colocó a mi lado.

—¿Qué tal con Carla? —Ander prestó especial atención a la conversación—. Os he visto muy cercanas desde que llegaste. ¿Sois amigas?

—Sí, somos buenas amigas —contesté—. Por cierto, me ha contado lo que tuvisteis con Christian. Vaya palo, ¿no? Que te sustituyan.

Ander reprimió una carcajada, y Polo simplemente se limitó a meter las manos en los bolsillos de su pantalón negro.

—Ahí te ha dado —murmuró Ander, ahora sin poder aguantarse las carcajadas, por lo que los invitados, incluidos los padres de Guzmán lo miraron estupefactos, haciendo que se sonrojara por completo—. Joder, no entiendo por qué pero últimamente la cago en los momentos menos oportunos.

—Mira, Em —dijo Polo, un tanto molesto—, Carla solo juega contigo.

—Ya. Que lo haya hecho contigo no significa que lo haga con los demás, Polito —respondí—, además, ¿tú qué sabes si a mí me gusta Carla? A lo mejor solo follamos.

Ander abrió los ojos como platos. Ahora me miraban a mí. Carla apretó los labios y mostró una sonrisilla, desde donde estaba.

—Qué inesperado —interrumpió Ander, otra vez intentando no reírse—. Joder, parad ya que al final me van a echar por reírme tanto, que se supone que esto es un acto conmemorativo. Dios, tengo que parecer un imbécil...

Polo negó.

—No te preocupes, Ander. Nos vamos a por Guzmán. Yo paso de aguantar esta sarta de gilipolleces.

𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄𝐋𝐄𝐎𝐍 | ÉLITEWhere stories live. Discover now