iii. CAPÍTULO UNO, PARTE TRES.

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CAMOUFLAGE. 
Capítulo uno, parte tres.

Samuel me toma por el brazo e intento zafarme

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Samuel me toma por el brazo e intento zafarme.

—Eh, que no soy el único que pasó página rápido ¿vale? —me recrimina—. ¿Qué pasó con lo del día del apagón?

—¡Llevabas semanas saliendo con Rebeka! Además, no fue nada —replico.

Él alza las cejas.

—¿Nada? ¿Que no fue nada?

—No comparado con lo tuyo.

—No eres una santa, Emilia, que te quede claro —espeta—. Follarse a Polo sí es algo.

—¿Y salir con mi mejor amiga?

Miro a Rebe y ella aparta la mirada, avergonzada.

—Estamos en el mismo puto saco —me dice Samuel—. No intentes justificarte. Los dos lo hemos hecho mal. No estábamos hechos para salir juntos y ya está. No hay por qué ponerse así, ¡joder! Ni siquiera estábamos juntos, ¿o no te acuerdas? Rompí contigo.

Mi tía viene a nosotros y mira a Samuel un tanto enfadada.

—Tu turno —dice, y él asiente.

—Cómo no.

Ella se marcha y me mira por última vez.

—Aunque sé que no fue la única vez que "pasaste página" —señala a Ander con una mirada—. Y eso sí que es un problema.

Se marcha con mi tía y yo bufo cansada. La cosa entre Samuel y yo comenzó a estar tensa el mismo día del careo, cuando salí del baño en su busca de él y de Guzmán, que por suerte no se habían percatado de que Polo había entrado al baño justo después que yo. A veces agradecía que estuvieran tan puestos en sus temas como para no hacerme caso, y ese fue uno de los momentos.

Pasamos a la sala y nos sentaron separados. Me tocó sentarme cerca de Samuel y eso fue lo único bueno, porque la tensión se respiraba en el aire.

El juez dio unos minutos para que Carla y Polo se colocaran el uno frente al otro, y él me dedicó una triste mirada antes de que todo comenzara.

A los dos golpes, el juez habló.

—Buenas tardes. Vamos a comenzar. Antes de que el secretario judicial proceda a la lectura de sus declaraciones, ¿se ratifican ustedes en sus versiones de los hechos? ¿Algo que declarar?

Carla lloraba desesperadamente, y podía escuchar a Samuel murmurar cosas con Guzmán. "No lo va a hacer", "se va a echar atrás", "no puede hacerlo, será su ruina". Yo solo permanecía inmóvil, fijando mis ojos en lo que pasaba.

La sala se encontraba en absoluto silencio mientras ambos pensaban si querían decir algo, y notaba cómo comenzaba a formarse un nudo en mi garganta por la presión que suponía todo aquello.

𝐂𝐇𝐀𝐌𝐄𝐋𝐄𝐎𝐍 | ÉLITEWhere stories live. Discover now