9.

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Ya eran mediados de octubre, Shouto se sentía ¿Mejor?

Desde su último encuentro con Izuku no pasó algo extraordinario, vaya que ambos el primer día se sentían vacíos pero al avanzar el tiempo ambos supieron que ese momento en los baños fue una "despedida", al menos ambos ya no se sentían incómodos si estaban en la misma habitación.

Shouto ya no evadía a nadie, sin embargo seguía tratando de pasar por alto a Midoriya, trataba de convencerse a si mismo que todo sería mejor si regresaban a lo que eran antes de ser amigos; simples compañeros.

Yaoyorozu se convirtió de nuevo en un contacto cercano de él, de nuevo volvían a ser los amigos de antes, mientras que Izuku de lejos observaba aquella amistad, no sabía la cercanía de ellos había aumentado, sabía que Yaoyorozu estaba con Jirou pero aún así sentía una pizca de celos cuando los veía juntos. Tal vez no eran celos porque le gustara, eran celos de que otras personas lo pudieran tener tan cerca de él y otros, como él, simplemente lo admiraban a lo lejos.

Ahora, Todoroki se encontraba fuera del edificio de su padre, si bien no era su persona favorita, le gustaba ir cada mes a visitar las oficinas para ver el ambiente laboral que le esperaba en un futuro y claro que no le venía mal lo que su padre le pagaba por estar ahí un solo día, él sería el "gran heredero" de la exitosa compañía de su padre.

- Buenos días, Todoroki Shouto -dijo la secretaria de su padre- Lo está esperando en su lugar.

El bicolor asintió y se dirigió a donde su padre se la pasaba metido 24/7, antes de entrar escuchó una voz femenina la oficina de su padre, supo que se trataba de una chica joven, como de su edad. Entró sin tocar y las miradas se dirigieron hacia él, la de su padre y la de aquella chica alta con cabello rubio.

- Oh, ahí está -sonrió su padre mientras le hacia señas de ir a su lado y él lo hizo sin chistar- Shouto, ¿La recuerdas?

- No, realmente -dijo sin haber prestado atención a la chica.

- Han pasado años, lo entiendo -la rubia sonrió amablemente en su dirección y extendió su mano hacia el hijo Todoroki- Soy Camie.

Shouto estrechó su mano con ella y alzó su vista para verla mejor, analizó detenidamente los rasgos de la chica, tampoco es como si él hubiera conocido a muchas personas antes, así que la recordó.

Su padre tenía un sinfin de "amigos" de negocios, la familia de Camie era una de ellas, recordaba que en su niñez pasaron tiempos juntos, era de sus pocas amigas pero por cuestiones de trabajo se mudó a Estados Unidos hace cinco años, parece ser que ahora están de vuelta.

- Ya te recuerdo.

- Sigues siendo serio, Shouto. ¡Ven! -la chica extendió sus brazos acercándose a él, se acercaron y lo abrazó, éste tardó en corresponderle su abrazo aunque sorpresivamente, el contacto no fue incómodo o extraño como esperaba el chico.

- Puedes hoy no trabajar e ir a darle un recorrido a Camie -dijo su padre con una sonrisa arrogante.

- ¿Podrías? Seguro algo ha de haber cambiado en estos últimos años, deberíamos ir a los lugares que solíamos ir -dijo emocionada.

- Claro -su respuesta no fue inmediata, la pensó por un rato pero no le vendría mal estar más tiempo lejos de su padre.

La chica tomó su bolsa con emoción, despidiendose de Enji asegurándole que sus padres vendrían a verlo más tarde. Se dirigieron ambos al elevador y al entrar, Camie fue la primera en hablar.

- Bien, ¿A dónde iremos primero?

- ¿Cuánto tiempo te quedarás? -musitó por lo bajo.

- Nos quedaremos a vivir aquí nuevamente, mi padre ahora decidirá donde realizar su trabajo -sonrió orgullosa, algo que le caracterizaba de ella era su actitud energética y la buena relación que tenía con su familia- Oh, e iré a tu academia.

Wish you were gay || Tododeku || Where stories live. Discover now