Capítulo 3.

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Mi cuerpo está ardiendo por sentir algo más, pero no puedo

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Mi cuerpo está ardiendo por sentir algo más, pero no puedo. No puedo dejarme llevar. No puedo estar con él, cuando me hizo mucho daño en el pasado.

Tomando mucha fuerza de voluntad. Lo empujo, separándome de él. Los dos estamos con la respiración agitada, los dos sentimos la necesidad de dejarnos llevar.

— No puedo hacer esto.....

— Entiendo, quieres esperar.

— No. No quiero eso. Entiende, no quiero nada contigo. ¿Crees que es fácil para mí? No Peter, no deseo casarme, no deseo que me toques, no quiero nada de ti.

— No tienes elección.

— Sí tengo. Me puedo negar.

— No eres capaz. Dejemos las cosas Claras Mariana. Aquí no tienes elección. Tu deber es casarte conmigo.

Me levanto rápidamente y lo miró con todo el odio que le tengo. ¿Mi deber es casarme con él? ¡Quién se cree que es!

— ¡Yo no tengo ningún deber de casarme contigo! Las cosas como son Peter. Vos me dejaste por otra. No pensaste antes, que tú también tenías un deber cuando rompiste tu promesa... — odio que mi voz se corte. — tú no cumpliste tu deber, me dejaste cuando me ilusionaste.

— Lali.....

— ¡No! Me vas escuchar, porque nunca pude hacerlo. No tuviste ni siquiera la dignidad de venir hacia mí, decirme que no podías casarte ya que te habías enamorado.... Yo lo hubiera entendido, pero no... Mandaste a uno de tus guerreros.... Me dejaste por una mujer que te destruyó....

— ¡¿Crees que no me arrepiento?! — grita furioso. — no hay día, que no lo recuerde. Por mi culpa mi padre murió, varios inocentes murieron, mi hermano menor casi muere..... Fuimos atacado, mi hermano Nico salió lastimado y cuando nos dimos cuenta que todo era una trampa volvimos, pero encontrar que mi clan fue atacado, mi padre muertos y mis dos hermanos luchando por su vida.... Qué la mujer a quien le di todo mi amor y confianza fue la culpable. Mi clan recibió mucho daño, éramos el clan más débil y mi propio clan no creía que yo era digno de ser su líder, cuando yo fui quien metió al enemigo. Muchas mujeres, perdieron a su esposos e hijo. Familias quedaron destrozados..... Y todo por mi maldita culpa. Juré que los iba a llevar a la victoria y lo conseguí, pero nunca olvido que fui yo quien es el culpable de la casi destrucción de mi clan.

— Comprendo que no lo pasaste bien..... — mi voz tiembla ante lo que me acaba de contar y escuchar el dolor en su voz —, pero eso no quita que... Las cosas ya estén hechas. Vos me lastimaste y no puedes pretender que yo quiera olvidar todo y casarme contigo. — aparto la vista.

— No es lo que desees Lali, es que es tu deber y sé que no vas a querer que tú clan sufra. Sabes que la unión entre nosotros es una gran ventaja, tu clan no es tan fuerte como nosotros.

— No lo somos, pero tampoco dejaremos que otros nos quiera pisotear.

— Dime Lali. Si te dejo en paz, te casará con Benjamín. — no respondo. — lo harías, pero ponte a pensar que al casarte con él serías mi enemiga al igual que tu clan.

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