Bueno aquí termina la maratón y espero que les gustara. Les quiero desear un feliz año nuevo y que este nuevo año, venga lleno de muchas bendiciones y que todo lo que se proponga, les vayan muy bien. Gracias por estar este año conmigo y espero que estemos siempre en este año que está por comenzar. Gracias por estar siempre conmigo. ❤️
————————————————— ¿Lo hiciste?
— Sí, ya me logré deshacerme del cuerpo.
— Bien no nos conviene que se den cuenta que estamos cerca de ellos.
— Hay que tener cuidado de no ser visto y encontrar la forma de hacer todo sin que ellos se den cuenta.
— No se René, pero esto es muy peligroso. ¿Qué tal si fallamos? Estaremos yendo hasta nuestra muerte.
— Deja de pensar en eso Fede. Somos los mejores y si logramos lo que nos mandaron hacer, seremos muy ricos.
— Sí tú lo dices. Ya quiero terminar esto, estoy cansado de estar viendo lo que hacen.
— Pero bien que te gustó ver desnuda a la mujer.
— Claro, hasta que apareció él. Hubiéramos hecho nuestro trabajo, estaban con la guardia baja.
— Piensa idiota. No teníamos ninguna arma y no sabíamos si el otro estaría cerca.
— Para hacer un buen trabajo hay que medir bien lo que haremos, para que no terminemos fallando.
— Tienes razón, pero ya quiero terminar con esto.
— Lo haremos, no pierdas la tranquilidad, cuando terminemos con todo, seremos inmensamente ricos.
------------------Peter.
Estoy algo cansado de estar aquí metido y lo extraño que, Lali no ha aparecido, eso es extraño ya que ella estuvo viniendo a cada rato para saber cómo estoy y no ha vuelto. Vuelvo a guardar el caballo de juguete en donde lo tenía.
Cuando lleguemos al clan, me voy a deshacer de eso. No quiero nada que me recuerde a Laila y los sueños que tenía. Voy a dejar atrás el recuerdo de esa mujer, y veré hacia adelante. Buscaré la manera de destruir Amadeo y por fin vengar a todas las personas inocentes que murieron a causa de ese maldito hombre.
Saliendo de la tienda, no veo a Nico. Eugenia está sentada viendo hacia el río, con la mirada perdida. Acercándome; me siento junto a ella.
— ¿Todo bien? — pregunto y ella salta de susto y me mira sorprendida.
— Peter, no te escuché acercarte. No creo que sea bueno que esté aquí estando enfermo.
— Ya estoy bien, la pregunta es: ¿Tú lo estás?
— Sí. ¿Por qué no debería estarlo?
— No se, estabas con la mirada perdida. Somos familia ahora, Euge. Si quieres hablar, aquí estoy para hacerlo.