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Lali.
Entro a mi cuarto con la respiración agitada. No puedo creer lo que acabo de hacer. No me conozco, yo nunca hice algo así, pero quería desquitarme y al entrar al cuarto de Peter, quería hacer otra cosa, solo que al verlo...tendido en la cama tan tranquilo, como si no hubiera pasado nada.... No sabía que estaba haciendo y solo actúe.
Me sentí tan extraña al tocarlo, era como fuera un sueño. Pero fue real y yo hice eso. Me cubro la cara con mis manos y empiezo a reír, pero es una rusa de nervios. Ya que sé que Peter no va dejar las cosas así como así.
Escucho unos golpe en la puerta y como presentí. Se trata de Peter. No abro solo escucho los golpes.
— ¡Abre la puerta Mariana! No quiero entrar así como así.
— ¡Vete! — grito.
Pero él abre la puerta y está rojo de la ira. Doy un paso hacia atrás cuando veo que se acerca a mí.
— ¡Qué rayos te pasa! Cómo te atreves a hacerme lo que me acabas de hacer.
— ¡Es para que aprendas que conmigo no se juega!
— ¿Cómo jugué contigo? Vos fuiste la qué entraste a mi cuarto y me empezaste a tocar. — me sonrojo ante eso. — ¡No te hagas la que tienes vergüenza!
— Solo me desquité por lo que me hiciste. No tienes vergüenza. ¿Cómo te atreves a tener relaciones con una de las criadas? Seré tu futura esposa y estás metiéndote con otras. ¿Desde cuándo vos y Raquel tiene algo?
— No sé de qué rayos hablas.
— No te hagas. Fue a tu cuarto para poder hablar y escuché gemidos y la vi salir de tu cuarto. ¡Vamos dime qué no es lo que parece!
Él guarda silencio. Quiero que me lo niegue para así poder darle otro golpe, pero el muy tarado no lo niega y me hace enfurecer más.
— No lo niegas. — me cruzo de brazos. — eres un cerdo.... No quiero casarme con alguien como voz. Quiero que le digas a mi padre que nuestro compromiso se termina y......
— Nuestro compromiso seguirá. — me interrumpe. — No te voy a dejar Lali, así que acostúmbrate a la idea que vas a ser mi esposa.
— Le diré a mi padre lo que vi y te aseguro que será él quien cancele todo.
— Hazlo y te aseguro que serás vos quien salga perdiendo.
— ¿Qué quieres decir?
— Tu padre sabe bien que no quieres casarte conmigo y te aseguro que puedo decirle que vos me estás calumniando solo para no casarte conmigo. Quedarás como una mentirosa, acuerda que te escapaste para no casarte y tu padre tomará como una mentirosa. — siento mis ojos llenarse de lágrimas, pero me niego a llorar. — así que vete olvidando que no va haber boda, porque si va pasar.
