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Al día siguiente.
Cómo Lali le pidió a Fabiola que le prepara la infusión, ella se la estaba haciendo, pero como tenía otras cosas que hacer se la dejó al cuidado de una de la jóvenes, pero ésta por estar coqueteando con uno de los hombres se fue con él y no se percató que Laila estaba escondida.
Al verla salir, rápidamente Laila tiró la infusión que estaba hirviendo en el fuego y volvió hacerla, pero con las hojas de artemisa. Sonriendo; salió de la cocina sin ser vista y suspiró aliviada al que a tiempo había salido ya que la chica estaba volviendo. Después se fue a la cocina, pero sin que la vean, se fijó como la chica estaba ya sirviendo la infusión en una taza. Vio entrar a Fabiola.
— ¿Ya está listo?
— Así es.
— Bien, llévale a la señora que no tarda de despertar.
Laila se apresuró hacia los escalones y haciendo como que estaba bajando, miró que la chica se acercaba a ella.
— Buenos días — saludó tranquilamente.
— Buen día.....
— ¿Eso para quien es? Claro si puedo saber.
— Es para la señora. Le pidió a Fabiola que se lo hiciera para su náuseas.
— ¿De verdad? Tiene un fuerte olor y más si es para sus náuseas.
— La señora sabe de este tipo de cosas.... Peronismo debo llevárselo.
— Bueno. — se apartó y la vio subir. Sonrió al ver que Peter estaba bajando y se acerca a él. — buen día Peter.
— ¿Que haces aquí?
— Sé que no debo estar, pero quiero decirte que ya hoy me iré a la casa que me mandaste a preparar y que Bruno se quedará aquí, claro si no te molesta, pero también me gustaría venir todas las mañanas para comer junto a él.
— Como quieras, solo no quiero que molestes a mi esposa.
— Te aseguro que no lo haré, solo me importa Bruno. Por cierto, vi que le llevaban una infusión a tu esposa. ¿Estás de acuerdo que tome ese tipo de cosas en su estado?
— Lali sabe lo que hace. Si lo va tomar es porque le va hacer bien.
— Claro......
— ¿Qué?
— No nada....
— Bueno me tengo que ir tengo mucho que preparar.
Peter se alejó y Laila se lo formó una sonrisa y decidió ir a ver su nuevo hogar. Pronto escucharía que la señora del clan perdió el bebé, o mejor aún que ella hizo algo para perderlo.
Lali.
Abro los ojos y sonrió al ver una rosa la parte de Peter. La tomo y la llevó a mi nariz para aspirar el aroma. En la mesa veo la taza de la infusión que le pedí a Fabiola que me hiciera y agradecida ya que estoy sintiendo las náuseas.
