I: EUGENIA

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PARÍS, FRANCIA. 20 DE JULIO DE 2018

Había pasado un mes después de aquella tragedia, el ambiente sociopolítico que reinaba en la comunidad lobuna había cambiado desde que la Reina Luna dimitió a su cargo y dejó desamparado a un Rey Alfa indefenso. Las noticias de la ruptura entre el príncipe y Georgiana fueron publicadas en los periódicos más importantes del mundo, y la recaída del príncipe en las drogas son el cotilleo de los principales medios de comunicación. 

Los escándalos dentro de la familia real se incrementaron cuando se dio anuncio del encarcelamiento de un ciudadano dentro de las mazmorras del Palacio Real. La injusticia que se había cometido en contra de aquel joven, fueron condenados tanto por los medios como por el derecho. 2 días después de la liberación de aquel traidor, las huelgas iniciaron y las constantes peticiones de acabar con una monarquía parlamentaria no se hicieron esperar. 

La legitimidad que tiene el futuro Rey Alfa para gobernar a sus súbditos se puso en tela de juicio, que hasta los más conservadores tienen la duda en mi capacidad para reinar. Los nobles que alguna vez nos apoyaron, actualmente reniegan de aquellas relaciones que alguna vez tuvieron con la casa real. Nadie sabía lo que había sucedido en realidad con la relación entre la hija del Duque y el odiado príncipe, simplemente se esparció el rumor de una traición de aquel hombre que tanto juró amar a su amada. 

Desde aquel rechazo mi vida no volvió a ser la misma, la tristeza y la desesperación por recuperar a mi amada son los únicos objetivos que deseo alcanzar;  sin embargo la noticia de su traslado prematuro a Zurich, frustraron mis planes de volver a conquistarla. Desde aquel rechazo, no he podido espiar ni sentir todos y cada uno de sus sentimientos y pensamientos que ella siente hacia mí. La he llamado más de un millón de veces con la esperanza de escuchar su angelical voz, pese a ello la operadora me informa que aquel número está en desuso. 

Intenté contactarla por las redes sociales, pero me lleve la sorpresa detén todas ella me había bloqueado. Ella logró desaparecer de la Tierra y yo como un bobo, tengo la esperanza de que alguna vez encontraré la forma en como me contactaré con ella. Lo positivo de esta situación es que mi vida no corría peligro, ya que su padre no se había enterado de lo sucedido en aquella tarde; es tanta la confianza que tiene que el hombre en mi, que me informó de la cirugía a la que se había sometido Georgiana y del reposo al que va a ser sometida por más de seis meses. 

Todas las noches escribo un verso de amor recordando aquellos ojos verdes a los que le arrebate el amor que tenían en mi favor. En mis sueños ella siempre está, pero una barrera invisible me impide estar a su lado y el resultado es una mirada fría hacia mí ser. Todas las mañanas voy a su casa a pesar de estar consciente que nadie vive en ese lugar, sin embargo como soy una persona tan terca conservo la esperanza de que ella apareciera en el balcón de su habitación con una sonrisa en su rostro. 

Nuevamente tomé un vaso de agua y antes de retirarme del baño de caballeros, miré por última vez a aquel hombre de ojos azules desesperados por el perdón de su amada y me retiré de allí para dirigirme a la audiencia que se adelanta en mi contra, por la violación al debido proceso y derechos fundamentales de mi compañero de clases Rayder. Todas y cada una de las pruebas que se presentaron en el juicio ya habían sido valoradas por la Corte Suprema de Licana, la acusación se había efectuado una semana después de la liberación de la víctima, y lo único que se esperaba era la decisión que tomaría los jueces en mi contra. 

En la sala de audiencias número 2 se encontraban los familiares de la víctima, el fiscal encargado del caso, el abogado defensor, Charles, mis padres y los cinco jueces asignados por el Parlamento Lobuno. Se había dado un descanso de quince minutos a todas las partes con el objetivo de que los magistrados pudieran tomar una decisión. Suspiré frustrado y me senté en el lugar del acusado, el juez Arnold encendió su micrófono y dijo:

Meine KöniginWhere stories live. Discover now