Meine Königin

VII: GOD SAVE THE PRINCE

EDIMBURGO, ESCOCIA. 03 DE SEPTIEMBRE DE 2018

“¿ACASO EL AMOR ENTRE EL PRÍNCIPE MATTHEW Y LADY GEORGIANA NO ERA PARA SIEMPRE? 

Luego del transcurso de eventos desafortunados en donde se implica desconfianza, agresiones verbales, físicas, psicológicas, consumo de sustancias psicoactivas, tentativa de homicidio y hasta rechazo; la gran historia de amor entre nuestro heredero al trono y Lady Von Bismarck se ha visto envuelta en un escándalo de grandes proporciones, cuando el príncipe decidió atacar a nuestra próxima Luna (si es que no regresa), sin justificación alguna.

El principio de Presunción de Inocencia del que tanto goza hablar la corona cuando se ve implicada en escándalos de violaciones principios constitucionales lobunos,  fue desechado e incluso ignorado por nuestro heredero cuando se atrevió a golpear, insultar, agredir y llegar al punto de arrancarle la cabeza a nuestra Luna; y por este medio nos preguntamos ¿Qué garantía tiene la plebe de no ser agredidos ni violentado por una corona adicta la coca?

Y no es errada la apreciación que hacemos en este medio para aquellos que defienden ciegamente a la corona a pesar de las injusticias que se presenten en contra de sus súbditos; ya que se presume que cuando un hombre o mujer lobo cuando encuentra a su alma gemela, este deberá respetar y cuidar de su integridad sin importar los defectos o cualidad que el otro tenga, y si el príncipe fue capaz de hacerle daño a su otra mitad ¿Que nos garantiza que no nos lo haga a nosotros que no somos nada suyo? 

Sabemos que dentro de pocas horas seremos censurados por la autoridad de nuestro futuro dignatario, ya que es un ser incapaz de aceptar la crítica que se le puede llegar a hacer en su contra, siendo garantizado por la Reina Luna (si es que no la han asesinado por abandonar sus deberes reales) el derecho de la libertad de expresión. Pero sin importar las repercusiones que nos acarree el publicar este tipo de contenido, queremos decir que nos estamos replanteando la utilidad de ser fiel y servir a una corona que en cualquier momento, nos va a violentar.

Estaremos contigo Georgiana y la mejor decisión que pudiste haber tomado, fue el haber repudiado a la corona. Y si ella fue capaz de hacerlo siendo esta una heredera legítima a la corona  ¿Por qué nosotros no lo podremos hacer?

God Save the Prince”

De adentro hacia afuera dentro del territorio de la escuela Catalina I, la primera edición tanto de la “Sexy List” como de la “Sexy Boys” circulaba este artículo escrito anónimamente en sus portadas, con la caricatura de mi persona inhalando cocaína sobre el cuerpo maltratado de una Georgiana llorando sangre y pidiendo ayuda mientras el retrato oficial de mi padre estaba decorado con un pañuelo en los ojos y una mordaza en su boca.

En lo más alto del edificio principal de la escuela, se podía apreciar esa misma caricatura colgada desde el techo hasta el suelo y con la icónica frase “God save the Prince”. Por otra parte, la comunidad estudiantil y los maestros habían detenido sus actividades en el momento en que llegué en mi automóvil al lugar; las malas caras, los murmullos y hasta algunos escupitajos obtuve, cuando comencé a caminar hacia la entrada principal.

Al entrar al edificio, la tensión era notable y más cuando se sabía que este es mi último año de estudios en este lugar; tanto las personas que me admiraban como aquellas personas a las que consideré mis amigos se hicieron a un lado para no relacionarse conmigo. Los casilleros tenían colgados algunas caricaturas y la frase “Salvemos a Georgiana de las garras del Lobo Feroz”; las personas que se interponen en mi camino, rápidamente se alejaban como si tuviese alguna enfermedad o me insultaban teniendo la osadía de verme a los ojos.