XIV: ATENTADO

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KIEV- UCRANIA- 10 DE MARZO DE 2019

A las nueve de la mañana, Hanna y Charles partieron a Krasnoyarsk con el fin de rectificar lo que se está presumiendo, el escape de Alexandra Gagarin y una no tan clara alianza con algún criminal de guerra licana que quiera hacer caer a la monarquía. Todo estaba más confuso que antes y la búsqueda de las Brujas Doradas en alguna de las regiones señaladas en los mapas del libro se estuvo planeando con uno de los agentes de la Guardia Real Licana una vez se haya efectuado mi recuperación.

Por otro lado, a Georgiana se le fue asignada la traducción de alguno de los pasajes del libro para investigar cuáles fueron las causas por las cuales se originó este conflicto y la forma en cómo deba efectuarse una posible comunicación con las mismas en caso de encontrar una comunidad de brujas doradas. Quizás ellas son la respuesta para resolver todos y cada uno de los interrogantes que se presentan en este momento. 

El reloj había marcado las doce del día y una Georgiana luciendo un vestido blanco con mariposas azules en su falda y de escote corazón. Su cabellos sueltos le daban un toque de inocencia mientras unos pendientes de oro con zafiros azules en forma de corazón le daban elegancia a su presencia. En sus manos portaba una pequeña vasija de color azul y una botella de jugo de naranja; ella por su parte dejó sus cosas en una mesita ubicada en frente de la cama mientras se encargaba de abrir las cortinas y remover las flores marchitas de su respectivo jarrón. 

-Hablé con el doctor y me dijo que esta tarde te va a aplicar una inyección que va a acelerar el proceso de curación. Además tu madre llamó y en la noche llega con la orden de traslado a Edimburgo. 

-Pensé que no ibas a venir-, susurré con una sonrisa en mi rostro mientras la observaba tomar el recipiente y una pequeña mesa para comer-, y que no sabías cocinar. 

-Mientras vives en un lugar en donde la comida que hacen no es muy buena para ti, hace solo que sea para sobrevivir-, se burló mientras dejaba la mesa en mis piernas y abría el recipiente con un sandwich de ¿salchicha?

-Es un sandwich con salchichas… Quería que probarlas algo distinto a la comida de hospital y voy por algo de tomar… Usualmente te lo daría con una cerveza pero necesito que te alimentes lo mejor que puedas-, con ayuda de un botón acomodé mi colchón y comencé a comer aquella delicia mientras Georgiana abría la botella de jugo. 

De un momento a otro la puerta estalló, Georgiana salió a volar hacia la puerta del baño adentrándose en ella mientras el jugo se regaba y un oficial de uniforme negro como los que usaban los asesinos de la masacre de la Luna Azul. Aquel apuntó a mi pecho con su AK 47 y antes de apretar el gatillo un cuchillo de plata fue a parar en su ojo. Mi pequeña pelirroja salió con su vestido totalmente manchado de jugo, de sus medias sacó una pistola de color plateado, apuntó rápidamente a la cabeza del atacante mientras traba de sacarse el cuchillo de su ojo y disparó hacia su cabeza poniéndole fin a su miserable existencia. 

En tres segundos entró rápidamente otro oficial pero fue sorprendido por una Georgiana disparando en medio de sus cejas; ella por su parte se acercó al cuerpo del primer oficial y sacó el cuchillo de su ojo sin importar la sangre que manchó su vestido. Al guardarla en su pierna derecha y se acercó rápidamente a mi para rectificar mi estado de salud con nervios en su rostro; escuchamos los pasos de otra persona entrando a la habitación, Georgiana apuntó rápidamente a su cabeza y este alzando las manos en son de paz dijo:

-Señorita Von Bismarck el área está…-, al ver los cuerpos de aquellos hombres, su rostro perdió el color y simplemente guardó silencio ante la escena. 

-Llama a la Guardia Real Licana y a la Policía Secreta Alemana Vampírica, esto ya se está saliendo de control-, aquel simplemente asintió y sacó de su chaqueta negra un teléfono para realizar las llamadas. 

Meine KöniginWhere stories live. Discover now