El negocio familiar

14

Pulsó el botón para ir a la segunda planta al rededor de veintisiete veces, pero a Atlas no le parecían suficientes.
Estaba visiblemente ansioso por llegar a su habitación.
Una vez en la planta correcta, descubrí que esta la habían pintado  de color violeta totalmente, es decir suelo, techo y paredes exactamente iguales.
Había dos puertas enfrentadas, en una ponía "Carrie" y estaba salpicada con manchas de sangre falsas (espero que fuera sangre falsa y no de cerdo como en la novela del señor King). La otra puerta era la de Atlas y bajo su nombre había un dibujo del personaje sujetando el mundo sobre sus hombros.

—— Pasa.—— dijo al abrir la puerta. Lo primero que había al entrar era un comedor con cocina americana incorporada. Él se dirigió a la nevera pero yo seguí el pasillo hasta llegar a su habitación, había una puerta cerrada que supuse que era el baño pero no le di demasiada importancia.

Reflejaba su personalidad a la perfección, las paredes estaban decoradas con distintos graffitis que le daban un estilo urbano, tenía una televisión de pantalla plana más grande que una cría de ñandú, un armario plateado y un buen equipo de música acompañado de dos estanterías de CDs que llegaban hasta el techo.
Su cama estaba deshecha, pero no me importó y me tumbé boca arriba para observar el mapamundi que había dibujado en el techo.

——Veo que no necesitas un guía.—— negué con la cabeza. Había llegado con dos copas de vino tinto en la mano, pero no iba a necesitar la mía.

Se acercó a una de las estanterías y sacó un CD llamado "Cara y cruz" que comenzó a sonar por los altavoces, cuando pasó las canciones hasta la número 7 "Nietzsche y Salomé".

——¿Quieres que te cuente el mito de Atlas?—— asentí mientras él se tumbaba a mi lado.—— Atlas era uno de los titanes más importantes de la mitología griega.

——Continúa.—— murmuré tras tomar un trago de vino, no sabría describir su calidad porque no tengo ni idea del mundillo, pero estaba bueno y sabía caro.

——Atlas conocía una profecía que decía que un hijo de Zeus llegaría para robarle todas sus posesiones, incluso el árbol de hojas y frutos dorados. Por eso, cuando Perseo llegó, le negó la hospitalidad.—— me abracé a su cintura.—— Perseo sacó la cabeza de la medusa de Gorgona, y le petrificó, convirtiéndose en la enorme cordillera del Atlas.

——Ese no es el mito de Atlas.—— reí dando otro sorbo de mi copa.

——Déjame adivinar, quieres oír el mito más famoso.—— asentí y él sonrió de nuevo.—— ¿No prefieres saber cómo Hércules le engañó para conseguir unas manzanas divinas?—— negué con la cabeza. —— Está bien, Atlas era el que dirigía a los titanes en su guerra contra los Olímpicos y por ello, cuando su bando perdió la última batalla, Zeus le condenó a cargar la Tierra sobre sus hombros y mantenerla separada de los cielos.

——A mí me gusta el "Atlas, Rise!" de Metallica.—— él frunció el ceño, al recordar su colección de música exclusivamente rap, comprendí que no sabía de qué estaba hablando. Dejé mi copa vacía sobre la mesilla y me estiré todo lo que podía.—— Tengo frío.—— murmuré casi inconscientemente.

——¿Por qué no te quedas a dormir?—— juro que tenía intención de rechazarlo pero me colocó el edredón nórdico por encima y no pude negarme. Apagó la música con un mando y la lámpara de la mesilla.

——Espera ... ¿esto es todo?—— ni siquiera me había dado tiempo a quitarme la ropa. Me giré para mirarle a los ojos, la luna estaba tan inmensamente llena que entraba algo de luz por la ventana.

——Has tomado vino y estás cabreada con tu tío, quiero asegurarme de no ser una mala decisión.—— fruncí el ceño, no podía creer que me dejara así.—— Sabes que me encantas enfadada, pero ni así lo conseguirás.

Besó mi frente y se abrazó a mí cerrando los ojos. Crucé los brazos sobre mi pecho y solté un bufido antes de caer en brazos de Morfeo.