04 | Nada de especial

2.2K 188 74
                                    

Al llegar a casa, lo primero que hago es sonreír con satisfacción recordando lo que llevo dentro de mi mochila, aquel objeto que ahora debo cuidar como oro y asegurarme de que el único lugar al que llegue a parar sea a las irrisorias publicaciones...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al llegar a casa, lo primero que hago es sonreír con satisfacción recordando lo que llevo dentro de mi mochila, aquel objeto que ahora debo cuidar como oro y asegurarme de que el único lugar al que llegue a parar sea a las irrisorias publicaciones del periódico escolar, para que al menos esos inútiles de octavo, que lo único que saben hacer bien es inventar chismes sobre los demás, ahora tengan uno que sea fidedigno. Y encima de alguien a quien todas las descerebradas de mis compañeras e incluso profesores consideran deslumbrante, incapaz de cometer algún error o de verse envuelto en murmuraciones. Ya me imagino la cara que pondrán en cuando el contenido de este libro sea hecho público. Siendo honesta, esta venganza no es algo que haya planeado, porque obviamente desconocía la existencia de este diario, pero el hecho de ahora tener algo que perjudique al inepto de Boward me sube bastante el ánimo y se lleva mi frustración por no haber podido recuperar la pulsera de mi madre.

Mientras voy subiendo las escaleras maquinando mi próximo movimiento, Quentin, aquel a quien considero mi mejor amigo, al verme pasar por su habitación, me llama desde el interior. Por más que debo apresurarme para dirigirme al trabajo, hoy mi humor no está tan por los suelos, así que no me preocupo por lo posibles problemas que pueda tener con Sophie Saw si se da la oportuna situación de que llegue tarde al trabajo, así que atiendo a su llamado adentrándome en su habitación. Allí, lo encuentro con el mando de su consola PS4 y con sus ojos fijos en la pantalla de la televisión.

—Alessy, ¿podrías servirme más agua, por favor? —pide sin siquiera mirarme, debido a que está concentrado en ganar su partida—. Siento que voy a secarme.

Con un movimiento de cabeza señala el vaso vacío que descansa sobre la mesilla que hay entre el sillón donde está sentado y el mueble en el que está situada su consola. Ruedo los ojos acercándome a recoger el vaso.

—De acuerdo.

Cuando me escucha, pausa el juego y se vuelve para mirarme.

—Espera, ¿dijiste «de acuerdo»? —pregunta desconcertado como si, en vez de haber aceptado cumplir su petición, le hubiera dicho alguna frase al azar en un idioma desconocido.

—Sí.

—Dios mío, ¿te pasó algo bueno hoy en la escuela que estás siendo amable?

Es muy fácil adivinar el porqué de la sorpresa en Quentin ante mi tranquilidad y buen genio, pero me ahorraré la detallada explicación y solo diré que él sabe perfectamente que no me gusta hacer favores de este tipo (es decir, serviciales), y que, sobre todo, odio enormemente que me llame "Alessy". Son muy pocas las veces que he aceptado hacerle favores después de ser llamada de ese modo, es decir, mi carácter no es precisamente blando. No obstante, en este momento no me siento con ganas de enojarme. De cierta manera, saber que tengo un arma en contra de Stephen Boward es motivo de celebración, así que hago a un lado mi humor habitual y lo desplazo por uno más apacible.

—Podría decirse.

Cuando termino de hablar, Quentin saca su celular y abre las notas; luego, comienza a teclear en la pantalla escribiendo algo que no alcanzo a ver.

Buscando tu atención [SB#2]Where stories live. Discover now