V•E•I•N•T•I•U•N•O

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¡Mi Profesor Es Shipper!

"Estúpida Cercanía, Estupidos Celos..."

-S. I.-

Ahr, nocierto xddd

-N. O.-

Tras una noche en la que las cosas no habían salido como lo habían planeado, todos los chicos regresaron a sus respectivos hogares.

Rubén, al llegar, fue directamente hasta su habitación.
Aquel día había escuchado cosas bastante confusas, ahora no estaba seguro de lo que debería hacer ni de si Elyas y Samuel tenían algo... Lo único que sabía y de lo que estaba seguro, era que lo descubriría sí o sí.

El peliblanco se dispuso a dormir, pensando que mañana sería un día bastante peculiar.

A la mañana siguiente, el chico se levantó más animado de lo usual, hoy sería un día diferente a los demás, pues tenía en mente aclarar sus dudas con Samuel.

Después de bañarse y prepararse para salir, se dirigió sin más a su destino.
Al llegar fue directo al salón de clases, en donde ya estaban Frank y Guillermo.

Guillermo.- Buen día, Rub
Rubén.- Buen día...
Frank.- ¿Todo bien?
Rubén.- Sí, sí, sólo... Estoy algo nervioso
Frank.- ¿Por qué?
Guillermo.- Samuel - Dice, fingiendo una tos.

Rubén tan solo hizo una ligera mueca, aunque esta vez debía darle la razón a su amigo, pues sí, efectivamente estaba nervioso por eso.

Frank.- ¿Pasó algo con Samuel?
Rubén.- *Suspiro* Lo invitaré a salir...
Frank.- ¿Cómo...!
Rubén.- Q- Quiero decir... A salir por ahí, si es que exentamos el examen como Guillermo dice...
Guillermo.- *Ríe* No estés tan nervioso, tan solo le vas a decir que si gusta acompañarte a algún lado, ya que saldrán antes que los demás, nosotros los estaremos esperando fuera de la escuela cuando las clases terminen, David se encargará de que Samuel también tenga que regresar, lo hablamos ayer
Frank.- Bueno, pues suerte... Seguro que jamás te imaginaste que terminarías queriendo salir con él ¿No?
Rubén.- Es culpa de ustedes...
Guillermo.- Ah no, no trates de culparnos por tu enamoramiento

Rubén suspiró, para después dirigir su mirada a la puerta del salón, en donde estaba Samuel, recién llegando al aula.
El castaño entró y saludó a los tres chicos.

Samuel.- Buen día, chicos
G & F.- Buen día
Rubén.- Buen día, Samuel...

El castaño sonrió, para después dirigirse a su sitio, seguido de, los amigos del castaño entraron al aula, y poco después los amigos de Rubén llegaron igual.

Durante la clase, Rubén logró distraer su mente de los nervios que sentía, aún no sabía si realmente exentaría el examen con Luzuriaga, pero Guillermo estaba tan seguro de ello que le había dado confianza hasta a él.

Al finalizar aquella clase, en la que por suerte no hubo trabajo en equipo, cada chico se dirigió a su siguiente clase, en la cual tampoco sucedió nada de interés.

La hora del amuerzo se hizo presente, Rubén y su grupo se encontraban en la cafetería de la institución, tras tener su almuerzo y haberse sentado en una de las mesas libres, comenzaron a hablar.

Miguel.- ¿Y qué harás una vez le hayas invitado? ¿A dónde irán?
Rubén.- Pensé en decirle que fuéramos a alguna tienda de videojuegos, o a comer algo... No estoy seguro de a dónde debería invitarlo...
Alex.- En realidad es complicado invitar a otro chico a salir... Quizá podrían ir a tu casa a jugar, es lo mas simple que se me ocurre para que él no sospeche...
Frank.- O bien decirle que tienes hambre y aprovechar para comer juntos
Guillermo.- Oh, eso me gusta... Conozco un pequeño restaurante no muy lejos de aquí, te digo dónde es y van ahí, la comida es deliciosa y no es demasiado caro
Rubén.- Vale... Pero no sé por qué estás tan seguro de que Samuel y yo exentaremos...
Guillermo.- De todas las obras la vuestra fue la mejor, ya te digo que Luzuriaga seguro piensa igual

Rubén le miró algo dudoso, pero no faltaba mas que esperar a que llegara la hora para que de una vez por todas el profesor Borja diera los resultados de las calificaciones a las obras.

Luzuriaga se encontraba en la sala de profesores, analizado cada obra y proyecto que se había presentado, aún no decidía quién tendría el derecho de no presentar el examen, aunque a quién quería engañar, ya tenía su favorita.

Aquel par al que había emparejado a posta, habían hecho un gran trabajo, había notado que, de hecho, el vídeo que se había reproducido no estaba editado, se había dado cuenta porque no contaba con nada de edición, la obra había comenzado sin más, sin ningun tipo de presentación o ambientación, y Samuel había pedido cortar el vídeo antes de que éste terminara, además de que los nervios de ambos eran más que evidentes.

Aquel día, antes de entregarles el USB a sus alumnos, se dio a la tarea de, disimuladamente, verificar por qué el vídeo se había cortado antes de que finalizara, ya que en un principio pensó que quizá lo habían detenido por error o que había algo al final, y mientras los chicos de otras clases iban saliendo, Borja se encargó de verificar que nada se le hubiese pasado de aquella obra, percatandose de que, de hecho, al final del vídeo, ocurría algo que, por lo que pudo ver, no era parte de su actuación.

Borja comprendió entonces el por qué ambos chicos tenían la necesidad de detener aquello lo antes posible y de que nadie viese lo que no debía de haberse grabado. Sonrió para sus adentros y, sin más, les regresó a los chicos el objeto, pensando que aquella escena final que no había sido mostrada, les habría dado más puntos de haberla dejado como parte de la obra. Más sin embargo comprendía el temor de ambos, entendía que se sintieran avergonzados y nerviosos, pues literalmente no eran más que amigos por el momento, y aquello seguro le daría vergüenza a cualquiera, incluso a aquellos que fuesen pareja.

El profesor, después de pensarlo un poco, decidió finalmente darles a ese par el privilegio de no presentar examen, pues además de haberles dado una temática algo incómoda para ambos, los chicos se habían esforzado en hacerlo bien y para rematar le habían dado una bonita escena que sólo él había podido ver... Se lo merecían por haberse esforzado y además, presentía que algo bueno pasaría si les dejaba a ellos exentar.

Rubén, por su parte, no podía evitar mirar de vez en cuando a De Luque.
El castaño se encontraba en una de las mesas del lugar, junto a sus amigos, y entre ellos estaba Elyas.

El chico seguía sintiendo celos, y es que el ver a Elyas tan cerca de Samuel le molestaba un poco, y no es que fuese solo la cercanía lo que lo que hacía sentirse así, si no que sus dudas y paranoias le hacían preocuparse de más.

Rubén cruzó miradas con Elyas por unos segundos, segundos que fueron comprendidos por Elyas como una amenaza.
Elyas rió para sus adentros, aunque debía admitir que se sentía algo intimidado y con miedo de que el chico de cabello blanco decidiera deshacerse de él en algún momento.

Rubén Sonrió victorioso al ver cómo Elyas tomaba distancia del castaño, pero su sonrisa duró poco, pues resulta que Elyas se había alejado sólo para poder hacerle un espacio en aquella banca a otro de los amigos del castaño, por lo que Samuel también se movió, quedando incluso más cerca del de tez morena que antes para que así el otro chico pudiese sentarse.

Estúpida cercanía, estúpidos celos... Pensó Rubén.

Profesor Shipper. [Rubegetta]Where stories live. Discover now