Profesor Shipper. [Rubegetta]

V•E•I•N•T•I•C•I•N•C•O

¡Mi Profesor Es Shipper!

"Estúpido trabajo en equipo".

-N. O.-

Rubén.- ¡Joder! ¡Que puto asco, macho!

Replicó, al sentir la lengua contraria lamiendo la palma de su mano.

Guillermo.- Para que vuelvas a taparme la boca con tu mano

Respondió, restándole importancia a lo anterior ocurrido.

Rubén.- Agh... Ahora tengo que desinfectarla...
Guillermo.- No dirías lo mismo si fuese Samuel...
Rubén.- Diría lo mismo fuese quien fuese... Es asqueroso
Guillermo.- Tampoco fue para tanto...

El grupo de chicos siguieron discutiendo, hasta llegar a la cafetería del lugar.
Se sentaron en uno de los lugares que aún estaban libres, no sin antes Rubén ir al baño para lavarse bien la mano que Guillermo había lamido y comenzaron a charlar.

-Borja-

Borja.- Vale chicos, nos vemos la próxima semana, recuerden que el Lunes comenzaremos un nuevo tema.

La clase terminó, guardé el material que había usado y al estar por salir, vi a Raúl fuera del aula.
Sonreí y salí del salón, para encontrarme con mi pareja.

Al verme tan solo sonrió, y comenzamos a caminar, tan solo le seguí, pues parecía saber a dónde iba.

Al estar frente a la sala de profesores tomó mi mano y me arrastró dentro de ésta.

Borja.- Hey, qué ha...- No pude si quiera terminar la frase, pues antes de hacerlo ya estaba besándome.- Raúl... Para

-N. O.-

El beso era lento, a pesar de que ambos anhelaban aquello, no era un beso apasionado ni apresurado, era tranquilo, ambos disfrutaban del momento.

Borja.- Hey... Que alguien puede vernos...
Raúl.- ¿Y qué?
Borja.- ¿Cómo que "Y qué"? Podríamos meternos en problemas... Estamos en el trabajo, guárdate eso para cuando estemos en casa...
Raúl.- Creo que sabes que no me importa que los demás sepan de lo nuestro ¿No?
Borja.- A mi tampoco, pero estamos en el trabajo, así que es mejor que te comportes
Raúl.- Vale, vale, lo siento... Prometo que trataré de no volver a hacerlo
Borja.- *Suspiro* Algo es algo...
Raúl.- Pero es que es imposible no querer besarte...
Borja.- Raúl, ahora no...

El nombrado tan solo suspiró y se alejó de su pareja.

Raúl.- ¿Qué se supone que hagamos, entonces?
Borja.- Comer... Supongo yo
Raúl.- Pero si no me dejas comer lo que yo quiero...
Borja.- ¿Qué...?
Raúl.- Nada, nada, venga... Vamos a comer algo

Luzuriaga frunció el ceño, pensando en qué guarrada pudo haber dicho su pareja.
Ambos profesores salieron del lugar y fueron en dirección a la cafetería.

Luzuriaga era un profesor bastante conocido y amado, pues los estudiantes amaban su clase y la personalidad del mayor.
Al entrar al lugar, éste recibió algunos saludos de sus estudiantes, ante la atenta mirada del profesor de Psicología.