Profesor Shipper. [Rubegetta]

C•U•A•R•E•N•T•A••Y••O•C•H•O

¡Mi Profesor Es Shipper!

"Estúpido Amor".

-N. O.-

Guillermo.- Oh, ¡David!

El chico se alejó de sus amigos, comenzando a caminar hacia el nombrado, quien se detuvo al escuchar que le llamaban mientras sus amigos seguían su camino, dejándole atrás.

David.- Guillermo ¿Qué pasa?
Guillermo.- ¿Podrías ayudarme con algo? Es un asunto de vida o muerte
David.- Eh... Vale, de qué se trata
Guillermo.- Hice una tonta apuesta con Rubén por el bien de su relación con Samuel, y bueno, tengo que invitar a salir a alguien, así que, teniendo en cuenta que invitar alguno de esos tontos sería de las peores opciones que podría tomar, quisiera saber si podrías salir conmigo después de clases, prometo que te lo compenzaré de alguna forma
David.- ¿Solo tenemos que salir por ahí?
Guillermo.- Sí, y no tenemos por qué hacerlo tan largo, vamos a dar una vuelta por ahí y volvemos a casa, ya luego me inventaré todo un recorrido por si preguntan
David.- Bueno... Si es para ayudar a ese par, supongo que está bien
Guillermo.- Gracias, si decías que no tendría que volver ahí y decir que me rechazaron
David.- *ríe* Bueno, nos vemos en la salida entonces, guapo.- Bromeó, haciendo reír al otro.
Guillermo.- Nos vemos

David Sonrió para finalmente retirarse.

Guillermo sintió un alivio al saber que David había aceptado seguirle la tontería, pero todo sea por no perder una apuesta con Rubén. Era trampa, quizá, pero nadie tenía por qué saberlo ¿No?

Borja.- No he gritado sólo porque sería poco profesional de mi parte...
Raúl.- Ya sabía yo que te estabas conteniendo...
Borja.- Es inevitable no emocionarme... ¡Han acudido a mí para aconsejarles!
Raúl.- Eso es porque eres la persona más confiable que cualquiera podría conocer
Borja.- Exageras
Raúl.- Por supuesto que no, seguro que a cualquiera que le pregunte, dirán que eres muy lindo y agradable
Borja.- No pienso besarte si es lo que quieres, estamos en el trabajo, ya habíamos hablado de esto
Raúl.- Aburrido...

Borja suspiró, Raúl a veces actuaba como un adolescente.

El par de profesores decidieron comer ahí, pues tenían un poco más de privacidad para hablar de sus cosas.

Raúl.- Bueno, las clases están por comenzar, tengo que irme, te espero al finalizar las clases
Borja.- Como todos los días, por supuesto
Raúl.- Suerte con tu clase

El pelinegro dio media vuelta, dispuesto a retirarse, pero fue detenido por la voz del mayor.

Borja.- Espera, Raúl
Raúl.- ¿Qué sucede?