Profesor Shipper. [Rubegetta]

C•U•A•R•E•N•T•A••Y••D•O•S

¡Mi Profesor Es Shipper!

"Estú... Es... ¿Qué debía decir? "

-N. O.-

Con ánimos renovados, Rubén se dirigió a su hogar, y durante el camino recibió la respuesta de Samuel.
Sintió un poco de nervios y ansias por saber si De Luque estaría disponible, y una gran sonrisa apareció en su rostro al leer la respuesta del castaño, en donde le decía que con gusto aceptaba la invitación.

"Te espero en tres horas más, entonces"

Respondió, tratando de no sonar desesperado y apresuró el paso para llegar lo más pronto posible a su hogar.

Joder, se sentía tan emocionado por algo tan tonto como aquello que se avergonzaba de sí mismo. "Menudo tonto estoy hecho", pensaba, mientras miraba embobado la pantalla de su móvil, con el chat de De Luque abierto.

Su madre no se encontraba en casa, lo cual le hacía sentirse un poco más tranquilo, pues si algo, no sabe qué, pero si algo llegaba a pasar, estarían solos... Y vamos que lo más que podría pasar es que finalmente, y después de tanto, ambos chicos compartieran un dulce beso... Aunque de solo pensarlo Rubén se avergonzaba al instante... Ah, el amor.

El peliblanco se dio un baño, porque joder, Samuel vendría y tenía que verse presentable, se preparó especialmente para el castaño y se miró al espejo una vez terminó.

"Tienes que hacerlo, Doblas, tienes que dar el siguiente paso". Se dijo a sí mismo, llenándose de valor y confianza.

Borja.- Entonces...
Raúl.- Entonces...
Borja.- ¿Ya sabes a dónde quieres ir a cenar?
Raúl.- No estoy seguro aún, no me decido si quiero comer aquí o salir de la ciudad a un restaurante de cinco estrellas
Borja.- Si me haces gastar más de lo necesario, te encargarás de pagar todos los gastos de la casa y de nuestro hijo
Raúl.- ¿Disculpa? Si has sido tú el que dijo que eligiera el lugar ¿No?
Borja.- Tampoco te aproveches, todavía que quiero hacer algo lindo por ti...
Raúl.- Que lo haces solo por Doblas y De Luque
Borja.- Y porque te amo, y complacer tus antojos y gustos caros me gusta
Raúl.- Obviamente soy de gustos caros, solo me gusta lo bueno... Por algo me casé contigo
Borja.- *Ríe* Eres muy tonto a veces ¿Te lo había dicho?
Raúl.- Varias veces, sí... Iré a darle de comer a nuestro hijo, ya vuelvo, esta discusión no terminará aquí

El chico dejó un casto beso en los labios de su esposo, y se dispuso a alimentar a su pequeño gato negro.

Borja.- *Suspiro* Espero que tengas la misma suerte que yo, Rubén... Y que Samuel y tú puedan tener este tipo de momentos...