Profesor Shipper. [Rubegetta]

V•E•I•N•T•I•S•I•E•T•E [EXTRA LUZUPLAY]

¡Mi Profesor Es Shipper!

<Borja y Raúl>

-N. O.-

Borja Luzuriaga, estudiante de preparatoria.

Un chico inteligente, aplicado y bastante serio y tímido.

El chico no solía hablar demasiado, prefería estar en su propio mundo, usualmente se le veía solo y cuando alguien intentaba hablarle, la charla no duraba más de unos pocos minutos, pues sus respuestas a las preguntas que sus compañeros le hacían eran bastante cortas y simples.

Nadie le insistía más, así que Borja Luzuriaga estaba solo en aquella preparatoria, y para él estaba bien.

No le molestaba en absoluto, en realidad prefería que fuera así, porque si les llegaba a considerar amigos, sabía que terminaría confesandoles muchos de sus secretos, y Borja tenía miedo de que cuando les contara, estos se burlaran de él.

Su timidez no ayudaba en nada a su miedo de ser rechazado, así que para evitar problemas, trataba de mantener un perfíl bajo.

Borja estaba feliz con su vida.

No necesitaba amigos.
No necesitaba nada más que sus libros y sus propios pensamientos.

Al menos eso llegó a pensar en su momento.

Su perfíl bajo terminó cuando cierto chico llegó a su clase.
Un alumno nuevo, a quien Borja pasó por alto.
En realidad jamás se había interesado por conocer a sus compañeros o si quiera aprenderse sus nombres.
Para él fue bastante extraño y nuevo el haber recordado el nombre de aquel chico... Raúl.

Quizá haya sido la voz del susodicho, o la forma en la que se presentó, pero Borja no olvidó su nombre.

Y le resultaría más difícil hacerlo cuando el chico se acercó a él y lo saludó, presentándose ante Borja.

Raúl.- Hola ¿Puedo sentarme aquí?

Se encontraban en la cafetería del lugar, Borja tan sólo asintió, con poco interés.

Raúl se sentó frente al chico, y tan sólo comenzó a comer su almuerzo.

Minutos después, decidió terminar con el silencio que había entre ambos, tratando de entablar una conversación con el chico frente a él, haciéndole algunas preguntas las cuales Borja tan solo respondía con una o dos palabras, evitando que el contrario pensara que tenía algún interés.

Mas sin embargo, Raúl no cedió.

El chico siguió ahí, tratando de hablar con Borja, quien se sentía algo estresado ya por la insistencia del contrario.

Sí, no, no lo sé... Eran las únicas respuestas que Raúl obtenía por parte del chico, pero aún así no pensaba rendirse.

Borja le llamaba la atención, no sabía por qué, tan sólo sabía que quería saber más de aquel chico, quería conocerlo.

Por el momento, solo sabía que se llamaba Borja y que tenía 16 años... No más, las demás preguntas que le había hecho eran tan banales como "¿Te gusta la comida de la cafetería?" ó "¿Te agradan los profesores?".

Borja.- ¿Por qué insistes tanto en hablar conmigo...?- Preguntó, pues no comprendía al chico frente a él ¿Por qué esa insistencia de hablarle?
Raúl.- No lo sé... Creí que quizá querrías hablar con alguien... No parece ser que te lleves con ninguno de los demás así que... Bueno, supongo que solo quiero ser tu amigo- Sonrió.