T•R•E•I•N•T•A••Y••O•C•H•O

14.7K 2.1K 2.4K
                                    

-N. O.-

Si le preguntaran a Rubén cuál había sido su parte favorita de la película... En definitiva no sabría qué responder.

Básicamente porque no le había prestado atención en lo absoluto.

El peliblanco se había dedicado a ver a De Luque por momentos disimuladamente y pensando en lo jodidamente atractivo que era el castaño.

Si a Samuel se le ocurría preguntar por su parte favorita, estaría perdido...

La película había terminado, y Samuel fue el primero en hablar.

Samuel.- Estuvo entretenida ¿No?
Rubén.- Sí, estuvo bien...

"No tengo ni puta idea de qué trató..." pensó Rubén, para luego cambiar el tema de conversación antes de que Samuel preguntase algo más con respecto a la película.

Rubén.- Juguemos algo ahora ¿Te parece?
Samuel.- Vale

Después de unos minutos, ambos chicos se encontraban jugando en la consola, riendo y divirtiéndose, el par de chicos se lo estaba pasando de maravilla.

Doblas le dijo al chico que había preparado algo de comida, y Samuel aceptó gustoso hacer una pausa para comer.

Samuel.- Sabe bastante bien.- Dijo Samuel al dar el primer buscado de lo que Rubén le había servido.
Rubén.- ¿D- De verdad te gusta?
Samuel.- Sí, podría comer esto todos los días sin ningún problema

Rubén pensó, por unos momentos, en la escena de él preparando comida para el castaño todos los días...

"¿En qué estas pensando, Doblas?". Se dijo a sí mismo... ¿Se había, a caso, imaginado a sí mismo junto a Samuel en una típica escena de esposos...?

No es que le molestara la idea, pero era vergonzoso, y además ¿Cómo demonios podía pensar aquello, siendo que era tan solo su segunda cita?
"Controlate, Doblas", se dijo a sí mismo.

Ambos chicos siguieron comiendo mientras charlaban animadamente, se lo estaban pasando bastante bien y de hecho, no querían que aquello terminara.

Tras acabar de comer, Rubén le ofreció al castaño seguir jugando algunos videojuegos acompañando su tarde con frituras, Samuel aceptó y siguieron con lo dicho.

A pesar de no estar haciendo nada realmente romántico, para ellos dos aquello era más que suficiente, pues estaban haciendo lo que les gusta, con la persona que les gusta.

Y eso era lo único que importaba para ambos.

La tarde pasó demasiado rápida para el par de chicos, quienes estaban más que entretenidos tonteando entre ellos.

Inclusive la madre del peliblanco había llegado a casa hace ya unas horas.

Elizabeth.- ¿Aún sigues aquí, Sam?

La pregunta de la mujer llamó la atención de ambos chicos, quienes la miraron algo confundidos.

Elizabeth.- Faltan tan solo unos minutos para la una de la mañana... No deberían estar despiertos, tu madre me llamó hace unos minutos, preguntó si estabas aquí...
Samuel.- ¿Ya es tan tarde...? Tengo que irme, llamaré a mi madre y le diré que venga por mí, lamento las molestias...
Elizabeth.- No te preocupes, de hecho tu madre dijo que podías quedarte si querías, no tengo ningún problema con eso

Profesor Shipper. [Rubegetta]Where stories live. Discover now