Hero | TodoDeku

21

Shoto besó a Izuku, cortando su posible berrinche por molestarlo con su altura, como tantas otras veces había hecho.

Le gusta molestarlo de esa forma cariñosa, teniéndolo sonrojado e inflando sus mejillas en un intento de verse molesto. Muy precioso para él. Pero principalmente le gusta besar sus labios; admirando sus distintas reacciones que ya reconoce de memoria.

Primero se avergüenza, siempre, y después, poco a poco, corresponde su beso. Dejándose llevar.
Ama eso de él, es algo que solo le invita a seguir besando sus labios hasta cansarse; acariciando su cintura y sintiéndole abrazar su cuello.

Izuku es adorable, un hecho, pero no es lo único que ve puesto que, para Shoto, es la persona más amable, humilde, dulce, comprensiva e inteligente que ha conocido jamás... y también es una persona demasiado sexy. ¿Lo mejor? Nisiquiera se esfuerza por serlo. Es natural. Podría jurar que ni es consciente de ello.

—Este día ha sido muy difícil, ¿no crees? —murmuró cuando se separó de sus labios, depositando besitos en sus mejillas.

El ojiesmeralda asintió, suspirando con aquella expresión triste en su rostro una vez más.

Shoto no soporta verla, así que se dejó caer en la cama, arrastrando a Izuku con él, provocándole una fuerte carcajada que borró la tristeza de su rostro, y al mismo tiempo llenó su pecho de dicha por el simple hecho de escucharle.

Izuku no tardó en abrazarlo, recostando su cabeza sobre su pecho desnudo, causándole leves cosquillas por el roce de sus rizos en su barbilla.

—Es incómodo para mí hablar de esto cuando mayormente me gusta ignorarlo, pero sí... ha sido difícil.

—Te entiendo perfectamente, pequeño. Hace tiempo me sentí igual que tú, cuando comencé a volverme una figura pública en mis días en la U.A. y se reveló mi identidad como el hijo prodigio de Endeavor. Luego me convertí en un héroe destacado y desde entonces todo fue en aumento hasta el día de hoy, pero con los años aprendes a sobrellevarlo.

—De todas maneras deberían respetar a los héroes. Antes que todo son humanos... todas y todos lo somos... y tenemos sentimientos —escondió su rostro en su pecho.

Shoto suspiró abrazándolo con fuerza, sin llegar a lastimarle, contra sí.

—A veces siento que si no te hubiera llevado a esa fiesta, todo esto no estaría pasando...

Ante su confesión, Izuku rápidamente salió de su escondite para unir sus miradas.

—No, Sho-chan, no pienses así. Yo no lo hago. Admito que a veces siento que todo es culpa mía, pero la realidad es que no me arrepiento para nada de salir y mostrarme contigo; porque pienso no estamos haciendo nada malo... ¿Lo recuerdas? Tú lo dijiste la primera vez que me besaste en público —le recordó y él sonrió.

—Sí... lo recuerdo, y lo sé, créeme que lo sé —suspiró acariciando sus rizos—. Pero no me gusta verte triste, Izu. Detesto verte llorar por esto.

El dulce médico le sonrió, de aquella manera que siempre logra acelerar su corazón, y no dudo en dejar un tierno y casto beso en su frente.

—Está bien, Sho-chan. No es nuestra culpa, es algo inevitable. No vale la pena seguir amargando nuestros corazones por ello.

Shoto tomó su rostro entre sus manos para volver a besar sus labios.

«Izuku es demasiado puro para este asqueroso mundo»

—Lamento que hayas tenido que pasar por un mal rato... —acarició sus mejillas.

Izuku negó con su cabeza mientras buscaba más del tierno trato.