Please don't Bite • Stan x Reader • [South Park]

↳ «４» 🐾

Despertamos con otro ataque en las noticias. Habían pasado varias noches sin que nadie reportara la presencia del animal salvaje por los alrededores, y empezaba a ser extraño, pero para desgracia de una de las chicas de Raisins, el animal había vuelto.

— ¿Están seguros de que no prefieren quedarse? Es más seguro, y estoy segura de que tu madre estará de acuerdo si la llamo, (t/n)—Sheila había estado toda la mañana intentando convencernos de no ir a clases.

Por supuesto que yo quería aceptar la oferta de su madre, pero mi mejor amigo era un nerd.

—Tiene razón, Kyle, es muy peligroso—sonreí, alzando mis cejas, incitándolo a lanzarme un par de cereales de su plato—. Oye, si no te los vas a comer al menos no me los tires encima.

—Sobreviviremos, mamá—se metió una cucharada en la boca, sin dejar de mirarme aún con una sonrisa burlona en los labios.

Sheila dejó la taza de café vacía en el fregadero y se giró hacia nosotros, con las manos en la cintura y una expresión de pocos amigos en el rostro. Kyle pareció ahogarse con los cereales al ver lo que se le venía encima.

—No te pases de listo conmigo, Kyle—mi amigo intentaba evitar mirarla a los ojos, pero era bastante difícil con la mirada penetrante de Sheila—. Lo que está pasando allá afuera es serio, no puedes tomártelo a la ligera. Nadie debería tomárselo a la ligera, aún no entiendo como el instituto sigue dando clases, ¿acaso los directivos son idiotas?

Kyle aprovechó para levantarse sin llamar la atención, ahora que su madre empezaba a divagar entre maneras de protestar ante la forma en que el instituto trataba el tema. Tomó su mochila, tirada en el sofá junto a la mía, y me incitó a hacer lo mismo.

— ¿Ya se van?—Sheila pareció bajar de las nubes de repente y se nos quedó mirando—Bien...pero quiero que me envíen un mensaje cuando lleguen a clases, y otro cuando estén camino a casa. Tú también, (t/n). Tendría que hacer algo al respecto de todo esto, quizás hable con Sharon para hacer pancartas o algo...

—Te amo mamá—Kyle se acercó a darle un rápido beso en la mejilla antes de salir empujándome con prisas por la puerta principal— ¡No armes un escándalo!

Ambos anduvimos a paso rápido hasta la siguiente calle, hasta que estuvimos seguros de ya no encontrarnos en el campo de visión de Sheila. Kyle soltó una risa, pasándose la mano por el cabello antes de volver a colocarse su ushanka.

—No puedo creer que estoy dejando que me arrastres a clases—bromeé.

— ¿Que sería de tu futuro sin mí?—me dirigió una sonrisa y luego pareció recordar algo—Esta tarde tenemos entrenamiento luego del instituto, ¿quieres venir a vernos?

Solté un dramático suspiro.

— ¡Oh, chicos sudados y corriendo con un balón durante una hora y media! Mi sueño, Kyle, ¿cómo lo adivinaste?—él me dio un codazo, sonriendo—Ya, en serio, compadezco a las pobres chicas que tienen que quedarse a ver el entrenamiento de sus novios.

—Bueno, las porristas nunca se quejaron de ver chicos sudados—bromeó Kyle.

Una bombilla se encendió en mi cabeza y me frené en seco, abriendo mis labios en una gran sonrisa a medida que el plan se iba formando en mi mente. Kyle se detuvo junto a mí, aunque su expresión no auguraba nada bueno.

—Oh, (t/n)...

— ¡Eres un genio!—tiré del cuello de su chaqueta, emocionada— ¡Eres un puto genio, Kyle! Quiero pasar tiempo con Stan sin parecer una acosadora, ¿y quienes pasan más tiempo que nadie con los jugadores? ¡Las porristas!