↳ «12» 🐾

3.2K 338 550
                                    


La pequeña expedición a casa de Wendy se extendió un poco más de lo que hubiera esperado. Habíamos pasado por mi casa, como Wendy había prometido, pero en vez de dejarme ahí se empeñó en esperarme hasta que tuviera mis cosas. Así que no tuve otra alternativa, recogí mi uniforme y dejé la ropa de Stan en casa, todo con la mayor prisa posible para no hacer esperar a las chicas más de lo necesario.

Mi madre no estaba en casa, pero tampoco le di mucha importancia, ya la vería luego en el partido.

Bebe no parecía en absoluto contenta cuando salí de casa y volví a subirme al auto con una mochila diferente, pero Wendy estaba encantada. Se la notaba emocionada por el partido y su alegría poco a poco iba contagiando al resto de las chicas en el auto. Todas excepto por la conductora.

Aterrizamos por fin en casa de Wendy, donde las chicas fueron a por un refresco a la cocina. Dudé en la puerta de entrada, sin saber si seguir al resto de las porristas, pero Wendy me hizo una seña para que la siguiera por un pasillo.

Al llegar al final del pasillo empujé una puerta entreabierta, por la que supuse que Wendy se habría metido.

—Es una tontería, pero de verdad estaba esperando este momento.

Se encontraba de pie frente al armario del que parecía ser su cuarto. Me detuve unos segundos a mirar a mi alrededor, las paredes estaban pintadas de un morado eléctrico y llenas de fotos y papeles escritos con lo que parecían letras de canciones. Había también algunos posters de bandas y un par de trofeos en un estante sobre la cama. A pesar del aspecto de adolescente rebelde que emitían sus paredes, el cuarto estaba sorprendentemente limpio y ordenado hasta la perfección.

Volví mi mirada a Wendy, que había dejado de escarbar en su armario y ahora estaba frente a mí con un par de pompones verdes y blancos en la mano. Tenía una sonrisa enorme y las mejillas sonrosadas.

—Ahora eres oficialmente una de nosotras—titubeó, un poco nerviosa—, bueno en realidad...lo serías luego de tu primer partido pero, ya sabes...esto es como...simbólico.

Tomé los pompones entre mis manos con cuidado, Wendy les otorgaba un valor tan sentimental que me aterraba siquiera dejarlos caer. Alcé la mirada y le devolví la sonrisa, intentando no parecer lo nerviosa que realmente estaba, pero ella como siempre pasó su radar sobre mí y notó algo fuera de lo normal.

—Tranquila—alzó sus manos y aferró mis hombros, sorprendiéndome por el contacto tan repentino—. Todo va a salir bien, ¿de acuerdo? Tienes talento y además llevamos tiempo entrenando para esto.

Asentí con la cabeza, ya que mi garganta estaba tan seca y mi corazón tan acelerado que me vi incapaz de hacer otra cosa. Wendy bajó la mirada hacia los pompones, aún en mis manos, y los apartó siendo lo único que ponía cierta distancia entre nosotras.

Cuando volvió a mirarme ambas nos sorprendimos al notar nuestros rostros más cerca de lo esperado. Creí ver un destello extraño en sus ojos, pero este se esfumó con un batir de sus pestañas.

—Deberíamos...volver—murmuré, ya que el silencio se estaba extendiendo demasiado y, no sabía bien por qué, pero sentía que las cosas podían descontrolarse con un movimiento en falso.

Wendy carraspeó y volvió a ser la de siempre en un abrir y cerrar de ojos. Hizo una seña para que saliera delante de ella y luego me siguió hasta la cocina.

La mayoría de las chicas había abandonado su puesto en la mesa del comedor, ya que ahora se encontraban concentradas en el baño rizándose el cabello y maquillándose frente al espejo, dejando un caos de labiales y glitter sobre el lavabo.

Please don't Bite • Stan x Reader • [South Park]Where stories live. Discover now