↳ «16» 🐾

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Tenía que demostrarles a mis amigos que aun los quería, tenía que redimirme y centrarme más en ellos. Así que empecé por Kenny.

Fui a visitarlo esa tarde luego del instituto, apretando el paso para que nadie intentara asaltarme en esas calles. Al llegar, me recibió su hermano, no se lo veía del todo consciente, pero al menos me dejó pasar.

Toqué la puerta de su cuarto y mi amigo me abrió, algo confundido por mi visita.

— ¿(t/n)? ¿Qué haces aquí?

—Quería pasar a saludar. ¿Acaso no puedo visitar a un amigo sin que sea extraño?

Kenny alzó una ceja y entrecerró los ojos.

—De acuerdo. Kyle me hizo un planteo sobre que no estoy siendo demasiado considerada con ustedes, y tiene razón—tragué saliva—. Estoy aquí porque se lo de Butters, y quiero estar aquí para ti.

Se rascó el cuello luego de que mencione a Butters, visiblemente incomodo, y salió de su cuarto, cerrando la puerta detrás suyo. Me hizo una seña para que lo siguiera y me condujo a la terraza, donde supuse que podríamos tener más intimidad para hablar.

Nos sentamos al borde del edificio y colgamos nuestras piernas mientras observábamos la puesta de sol a lo lejos.

—No hay mucho que decir, él se preocupa mucho por mí y está siempre al pendiente. Me envía mensajes de buenas noches, me regala cosas...

— ¿Y a ti te gusta él?

—Creo que...sí. Pero no puedo hacerlo, no puedo exponerlo a verme morir una y otra vez. No es bueno para él.

Reposó sus codos en sus rodillas y hundió la cara entre sus manos. Me permitió acariciarle la espalda y acercarme un poco más a él.

—Nunca nadie había sido así conmigo, y me hace sentir cosas en el pecho que no sé cómo quitarme. Solo quiero alejarlo de toda esta mierda, no soy lo suficientemente bueno para él.

El viento le sacudió el cabello y me dio un pequeño escalofrió. El pareció notarlo, ya que se incorporó y se quitó la chaqueta, para colocarla sobre mis hombros.

Ambos nos quedamos en silencio, mirando las hojas de los arboles mecerse por la brisa y el sol descender hasta que ya no quedaba casi nada de luz. Noté los colores morados del cielo reflejarse en una pequeña lagrima que cayó por la mejilla de mi amigo, tan pequeña que podría no haberla notado.

—Hey...—le quite la lagrima con el dedo, pero el giró su rostro para evitar que lo viera—. Se nota que el chico está dispuesto a todo por ti. Al fin encuentras algo que te hace feliz ¿Por qué alejarlo ahora?

Kenny sorbió la nariz y se limpió los ojos con las manos.

—Lo sé, es una tontería—logró mantener a raya las lágrimas, pero la voz aun le temblaba—. Lo quiero, y él me quiere a mí, pero no lo sé...

—No se necesita más que eso.

Me dirigió una media sonrisa y negó con la cabeza.

—No puedo creer que estemos teniendo esta conversación, ¿a donde se fue mi reputación de fuckboy?

Ambos nos reímos y nos empujamos con los hombros. Me alegro verlo feliz por fin, y me apenaba no haber compartido un momento así con él desde hacía mucho tiempo. Además de Kyle, Kenny y yo éramos los más compinches de niños, hablábamos muchísimo sobre nuestras cosas y por lo general era la primera en enterarme de todo lo que le sucediera. Era una lástima habernos alejado tanto.

—Lo intentaré, ¿de acuerdo? —su voz me saco de mis pensamientos— Por él...haría lo que fuera.

Asentí y volví a mirar hacia el horizonte, sin saber que más decir, pero por suerte Kenny no se quedó sin ideas para la conversación.

—Oye, ¿has hablado con Stan últimamente? Lo noto muy raro desde...bueno, desde hace bastante en realidad. Supongo que no me he atrevido a preguntarle qué le pasa todavía.

Era cierto que Stan había estado comportándose extraño desde el viaje de caza con su tío. Al principio lo había achacado a las hormonas, pero su mirada extraña, las cicatrices, el filete crudo...

Sonreí para mí misma, si no supiera que era una locura habría pensado en que él era el lobo que acechaba en la ciudad.

—Creo que esta algo deprimido—me encogí de hombros—, pero tienes razón, no he tenido una charla real con él sobre lo que le pasa. Siempre contesta con evasivas.

Asintió con seguridad.

—Lo sé, es como si ya no confiara en nosotros...

—Oh, estoy segura de que no es eso. Simplemente debe ser...difícil de explicar.

—Supongo, pero si hay alguien que puede hablar con él eres tú. Ya ni a Kyle le hace caso, pero contigo es como si tuviera una vena sensible.

Unas mariposas se agitaron en mi estómago al oírlo decir eso. ¿Era cierto? ¿Stan tenía una debilidad conmigo? En algún momento me hubiera desmayado por escuchar eso, pero ahora me parecía incluso algo plausible. Quizás mi relación con él hubiera madurado, o quizás sabía muy dentro de mí que ya no era algo tan imposible como pensaba.

—Lamento haber estado tan distante, ¿sabes? Extrañaba esto contigo.

Kenny colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja y, sin dejar de mirarme, sonrió con tristeza.

—Está bien, lo entiendo, solo querías hacer nuevas amigas, pero todo se salió de control. No le hagas demasiado caso a Kyle, se preocupa demasiado.

Ambos concordamos en eso con una risa y, luego de reposar mi cabeza en su hombro, nos quedamos un rato más ahí disfrutando de la brisa hasta que la oscuridad de la noche nos cubrió con su manto.

Please don't Bite • Stan x Reader • [South Park]Where stories live. Discover now