Recuerdos para Ludwig y Magia Oscura para Ramen

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Ludwig, Camino a Aqua de Vita...

Ludwig veía pasar ciudades magníficas, de las cuales algunas ya había visitado buscando tesoros.

Tesoros.

¿Por que quería tanto buscar tesoros?

¿Cuál es la necesidad?

Mientras hacían una parada en Mil Pasos para descansar, la memoria le remitió a su más tierna infancia; estaba cenando junto a su madre en una casa en Barnelo, la cual ya no existe.

Su madre, Sandra, veía un jarrón antiguo con unos dibujos cuando de repente se abrió la puerta y su padre apareció.

Su padre, Manuel, llegó con una bolsa llena de cosas.

—¡Sorpresa! —Dijo Manuel mientras abrazaba a su esposa.

—¡Amor! Llegaste antes— Saludó Sandra.

—¡Papá!—Dijo Ludwig mientras se unía al abrazo.

—Tengo algo para ti—Le dijo Manuel a Ludwig mientras abría su bolsa.

Manuel sacó una moneda de oro de su bolsa y se la dió al joven Ludwig, el cual miraba su reflejo asombrado.

—Esta es una moneda de oro de la época antes del Imperio Varione.

—¿Y es para mí?

—Efectivamente, tal vez luego me puedas ayudar a encontrar otras.

Ludwig recordaba que su padre nunca pudo cumplir su promesa, por que se perdió junto a su madre en el Océano Congelado buscando un artefacto Pre-Imperial que supuestamente podía controlar el clima, pero aún así siempre conservó la moneda.

Luego de el descanso continuaron con el viaje.

Luis, María y Marc, Camino a Dæ...

Las tormentas de ceniza era lo único que les había impedido llegar a Dæ aún. Cada una los retrasaba una hora en el mejor de los casos y cuatro horas en el peor.

A veces se desviaban del camino debido a que la ceniza lo cubría con varios centímetros de espesor.

Dæ se veía en ocasiones desde lejos, pero el cielo se oscurecia con tanta ceniza y era un problema.

—Tengo sed —Se quejó Luis.

—Si, ahora silencio —Pidió María.

—Por favor —Reafirmó Marc.

—En serio tengo sed —Suplicó Luis.

—Tomaste agua hace diez minutos —Le recordó María.

—Callense los dos —Ordenó Marc en un susurro.

—¿Qué? —Preguntó Luis.

—Miren —Marc señaló una figura que caminaba lentamente entre la ceniza.

—¿¡Pero qué es esa cosa!? —Exclamó Luis.

—Creo que es un golém— Dijo María.

Otro golém apareció cerca del primero y un tercero salió de la arena.

—Hay muchos goléms —Señaló Luis —Que extraño.

Uno muy grande caminó cerca de ellos, era de algún metal y estaba todo arañado y abollado.

—Se alejan del volcán —Notó María.

—¿Crees que suceda una gran explosión? —Preguntó Marc —A lo mejor son como los animales y pueden predecir esas cosas.

—No lo sé, pero nosotros vamos hacia allá —Respondió Luis.

Ramen, Diego, Pixie y los Monjes, Templo de Khabalhea...

Nicole entró a una sala más grande que el resto con varios símbolos y se paró en el centro. Otros monjes se colocaron alrededor y se colocaron en posturas como de baile. Ramen y Diego contemplaban la escena junto a Pixie.

Nicole sacó una flor de loto de su bolsillo y la machacó y vertió el líquido liberado sobre el símbolo, el cual comenzó a circular sobre el relieve.

Extrañamente el líquido se volvió humo y comenzó a oler a madera quemada.

—Está luchando—Dijo Nicole.

—¡DHRŪQKÓPLĄJCEĘRTYU!—Resonó una voz en las cabezas de los presentes.

Pixie cayó desmayada.

—Ella es una criatura de luz—Explicó Ramen.

—¡Te prohibimos volver a este plano de existencia!—Dijeron todos los monjes—¡Ildra luminica ses nes destierreoe!

—¡FGHERTE UUUÚÜÚR!

—¡Desaparece demonio! ¡Ildra luminica ses nes destierreoe!

De repente a todos se les nubló la visión y Ramen se llevó las manos al pecho.

—¡Siente... La oscuridad... De Gil-Garald... En mí!

—¡Haz algo Diego!—Ordenó Nicole.

Diego golpeó a Ramen en la nuca con el mango de la katana, noqueándolo.

—¡SHARZ TU YLYIKA!

—Está cediendo—Avisó Nicole.

Unos minutos después lo habían vuelto a sellar y salieron con Pixie y Ramen.

Una hora después Ramen despertó con la piel muy pálida y los ojos ennegrecidos con la pupila roja.

—¿Ramen? —Dudó Nicole —¿Estás bien?

—¡Maldición! ¡El desgraciado activó lo que quedaba de Gil-Garald en el —Se quejó Diego.

—Seguro es temporal —Afirmó Ramen —De aquí a que lleguemos seguramente ya se habrá filtrado todo.

—Esperemos que si —Dijo Nicole.

LexodiaWhere stories live. Discover now