A N N I K A | Crepúsculo [EDITANDO]

4 | Primer día de clases [EDITADO]

Primer día de clases

Las manos me sudaban y yo estaba muy nerviosa sentada en el asiento del copiloto del auto de Edward, además todos nos miraban, eso me hacia sentirme mas insegura. Como quisiera que Viktor siguiera en Forks, pero debía hacerlo, y para mi tranquilidad Carlisle lo acompañaba en su viaje.

—No creo poder hacer esto, creo... creo que mejor me voy a casa. Si, eso haré, tomare el próximo autobús y me iré a casa—dije moviendo mis manos sobre mi chaqueta de cuero para distraerme, era un regalo de Esme al descubrir hacia donde se orientaba mi estilo.

—¡Claro que no!—chilló Alice, su cabeza apareció entre los asientos—. No te moverás de este lugar hasta terminar las horas de clases

—Pero yo...

—Nika necesitas relajarte. Puedo ayudarte con eso si me permites—ofreció Jasper

—Sabes que no lo manejo bien—respondí

—Tan solo respira profundo, hemos trabajo duro para este momento, si sobrevives el primer día, sobrevivirás el resto del año—me ánimo Edward a mi lado

—Eres de mucha ayuda, Edward—respondí con sarcasmo. 

—No te dejaremos sola—Prometió Alice

Los mire con cariño y ellos captaron mi mirada de agradecimiento.

Tome dos respiraciones profundas antes de salir del coche y darme cuenta de que la gente nos miraba de una manera extraña.

Eso me hizo sentir rara, en Rusia la gente no reparaba en la persona que pasaba a su lado porque literalmente todos estaban cubiertos de abrigos a causa del terrible frío que poseía el país.

Un segundo después de cerrar la puerta del Volvo el descapotable de Rosalie se estacionó al lado.

—Y yo que creí que se abrocharía el cinto de seguridad y se negaría a salir del auto—vociferó Emmet saliendo del vehículo de Rose

—Pues acabas de perder cinco dólares, hermano—reclamó Jasper

Alice los miró con desaprobación.

—¿Apostaron por mí?—intente sonar ofendida

Emmett intercambió miradas con Jasper

—Yo siempre apostaré por ti, Niky—dijo Jasper divertido, yo rodé los ojos

—Que hermanos más lindos — dije con sarcasmo—. Les patearé el trasero si salgo viva al final del día—acomode la correa de mi mochila y busqué la entrada del instituto con la mirada.

El timbre finalmente sonó dando inicio a las clases

—Vamos, tenemos que recoger tu horario—dijo Edward, asentí y me despedí de los demás

Entramos al instituto con las miradas puestas en nosotros, algo que me molestó mucho, no estaba acostumbrada a la atención, era muy molesto ser acosada de esta forma, todos estaban pendientes a nuestros movimientos, no podría siquiera meter mi dedo en la nariz porque comenzaría el chisme y lo menos que quería en mi primer día de clases era ser señalada, tampoco quería ser el centro de atención pero al parecer no podía negarme porque no estaba en mis manos desviar las miradas de mi persona.

—¿Qué te esta molestando?—me pregunto Edward mientras esperábamos mi horario en la oficina

—Nadie deja de mirarnos, los americanos son bastante molestos. En Rusia es agradable estudiar porque todos son indiferentes.