A N N I K A | Crepúsculo [EDITANDO]

14 | Amigo del enemigo [EDITADO]

Amigo del enemigo

—Nika despierta

La suave voz de Viktor despertándome con susurros debería ser el cielo, pero no pude evitar gruñir como perro rabioso, era muy temprano.

—Déjame dormir—gruñí y me giré en la cama. Pero no calculé la distancia y de un momento a otro termine en el suelo enrollada con las sábanas—. Auch...

Escuche la risa de Viktor resonar en la habitación por al menos dos horas antes de dignarse a ayudarme. Bueno en realidad fueron unos segundos, pero yo lo sentí una eternidad.

—Ahora sí te levantaste con el pie izquierdo—dijo mientras yo desenredaba mis piernas de las sabanas

—Ja ja, gracioso—dije levantándome con su ayuda. Voltee a ver el despertador, faltaban cinco minutos para las siete—¿Qué haces aquí? Estás de mejor humor hoy ¿Eh?

—Pues, si. Creí que te gustaría dar una vuelta por el pueblo

—Por el pueblo—repetí levantando una ceja, a el no le gustaba el pueblo, o al menos nunca demostró lo contrario

—Bueno, no. En realidad pensaba que podríamos ir a dar una vuelta por el bosque, necesito un momento al aire libre—dijo sincero y entendí que necesitaba ese tiempo alejado de la casa y de los demás.

—Bien. Tan solo deja que me cambie—él asintió y salió de al habitación dejándome sola.

Sali de la habitación vistiendo un pantalón de mezclilla azul, una remera básica blanca y un una sudadera gris junto a mis zapatillas; ate mi cabello en una coleta y me reuní con Viktor en la entrada de la casa. Ambos nos montamos en su hermoso Jeep de color negro, él amaba ese auto mas que a su vida.

Suspiré con melancolía al recordar otro de los autos de Viktor, un BMW 430i, en él vivimos las mejores aventuras juntos, junto a Cleo, el problema era que al parecer tenia una maldición porque siempre se rompía, una vez fue el radiador, otra fue la dirección y terminamos embistiendo un árbol. Pero nos divertíamos reparándolo, el que se averiara era la mejor parte. 

Siempre me pregunté por qué no simplemente compraba otro y dejaba de gastar en repuestos, pero él sabía cuánto me gustaba repararlo juntos.

Fueron demasiadas las veces en las que lo ayude a arreglarlo. Una de las razones por las que empecé a trabajar en el desarmadero era porque había cientos de autos y otros vehículos mas los cuales arreglaba con el permiso de George, el dueño. Éste me pagaba por hacerlo porque luego los vendía como autos de segunda o tercera mano y me daba mi parte.

En cambio, Chloe trabajó allí por solo unos meses, lo suyo no eran los autos, y aunque se esforzaba no lograba entender nada de ese mundo. Es por eso que siguió buscando empleo, hasta que lo halló en un local de ropa muy recurrido, allí estuvo durante dos años hasta que tuvo que buscar otro porque el dinero nos hacia falta y nadie quería contratarme porque era menor de edad y aun no cumplía los dieciséis, el único que había cedido a darme trabajo de medio tiempo era George quien reconocía mis habilidades con la mecánica, todo gracias a Viktor claro.

Viktor siempre nos sirvió la buena vida en bandeja de oro, no quería que nos preocuparamos por el dinero o por el departamento que nos dio, todo corría por su cuenta. Cualquier persona en nuestro lugar hubiera aceptado ese regalo caido del cielo, pero no dos personas como Chloe y yo que sabían el valor de las cosas y lo importante que era conseguir todo con nuestro propio trabajo.