18 | Día de caza

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Era de mañana, había faltado otra vez a la escuela, y aunque estaba con mi cuaderno de calculo en mano y mi lápiz en la otra, me encontraba sumida en mis pensamientos. Muchas cosas estaban ocurriendo y yo seguía preguntándome como aún no entre en shock.

Resumiendo cada caso; luego de que los Denali desparecieran en el bosque con Viktor, supe que habían ido a cazar logrando que la sed de Eleazar por mi sangre fuera saciada, no por completo, pero al menos podía mirarme a la cara, aunque claro, cuando lo hacia podía ver la culpa en sus ojos, pero se notaba que se controlaba bien. 

Finalmente los Denali se habían ido por la noche para no tentar a la suerte.

Aunque igualmente sabia que Viktor había hablado con ellos y tuvo mucha influencia en la decisión que tomaron al dejarnos.

También estaba el caso de los tres individuos que parecían querer embestir en nuestro pueblo. La situación nos alteró a todos de manera que concordamos en mantenerme oculta hasta que los cazadores se fueran, en caso de que todo fuera a mal, los Denali nos ayudarían, pero mientras tanto debíamos ocultarme de las miradas ajenas.

La puerta de mi habitación se abrió mostrando a Viktor con una remera gris, unos pantalones negros, como siempre, y con una taza en sus manos, podía oler el chocolate caliente adentro llenándome las fosas nasales. Cerró la puerta y se paró a mi lado tendiéndome la taza, yo la acepté dejando mi cuaderno y mi lápiz de lado

—¿Estamos en paz?—dijo sin mpverse de su lugar. Yo le di un sorbo al chocolate, estaba delicioso

—Acepto una tregua—respondí dando otro sorbo, sus labios se curvaron en una pequeña y satisfecha sonrisa, seguido, se sentó a mi lado y desvió su mirada hacia mi cuaderno

—Esto es un asco—dijo viendo los numero en mi tarea de matemática casi terminada—¿Como pueden hacerle esto a los jóvenes de hoy?—me reí y deje la taza en la pequeña mesa al lado de mi cama para verlo acomodarse junto a mí mirando mis cuadernos.

—A mi me gustan las matemáticas—aparte las hojas que utilice de borradores, abrí mi computadora e ingresé a un archivo casi terminado acerca de un libro de literatura el cual tenia que leer y luego responder varias preguntas acerca de este, al final tenia que dar mi opinión y estaba feliz de, al fin terminar porque era bastante largo.

—Porque eres una nerd—empujó mi hombro

—O tal vez tu estas celoso—lo molesté

—Claro que no, en mis tiempos era muy bueno en clase, pero no me iba bien en matemáticas, me costaba un poco más.

—Apuesto a que eras el deportista popular y cabeza hueca que salia con todas las chicas. El típico estereotipo.

—Si lo ponemos en términos de hoy, no, no era ese. No era deportista pero tampoco cabeza hueca, todo lo que estas estudiando ahora yo lo recuerdo perfectamente—levanté las cejas

—¿Fecha de la Primer Guerra Mundial?—el rodó los ojos

—28 de Julio de 1914. Eso es bastante fácil Nika

—Estaba empezando con lo mas básico, tal vez tu cerebro de deportista no podía soportar tanta información de golpe—lo miré burlona

—Muy graciosa—dijo sarcástico, se levantó hacia mi escritorio y tomo uno de mis libros pendientes—¿Orgullo y Prejuicio?—preguntó viendo el título y tirándose a mi lado en la cama

—¿Lo has leído?

—Tuve la curiosidad, pero jamás eh caído en la tentación.

—No se que has hecho todos estos siglos en la tierra sin leer ese libro—volví mi mirada a mi computadora—. Te encantará—le asegure

A N N I K A | Crepúsculo [EDITANDO]Where stories live. Discover now