3 | La iniciación [EDITADO]

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La iniciación

Han pasado dos semanas desde de mi llegada a Estados Unidos, y aunque al principio fue un poco difícil adaptarme, con el tiempo todo pareció acomodarse.

Tuve que poner en marcha mi inglés, pero mi acento británico complicaba un poco las cosas para mi mente al momento de traducir las palabras. Pero eso también se fue acomodando y ahora podía entender lo que decían aunque hablaran rápidamente y con su acento estadounidense.

Vivía junto a los Cullen en un pequeño pueblo de Washington llamado Forks. El lugar era agradable, aunque un poco melancólico, pero supongo que calzaba justo con mi ánimo.

Viktor se había encargado de cubrir mis necesidades para mantenerme lo más cómoda posible en este lugar.

Los Cullen sabían mi gran apego a Viktor y lo difícil que sería para mi pasar, casi un mes sin ver su rostro, sin poder conversar cara a cara.

Todos en la casa hicieron lo posible para hacer que me sintiera cómoda, y no sabía cómo devolverles el favor.

Edward me había hablado sobre ellos mientras estábamos en Rusia, y lo hizo de nuevo en el avión de camino aquí.

Y aunque ya conocía al resto de la familia por palabra, no se comparaba a conocerlos personalmente.

Al llegar, Alice identificó de manera inmediata mi dificultad para socializar con extraños. Alice era todo lo contrario a mi, y tal vez eso fue lo que nos unió.

También estaban Esme y Carlisle, eran en quienes mas confiaba luego de Viktor, ellos me enseñaban todo lo que debía saber del mundo sobrenatural, aun seguía aprendiendo, pero ellos se encargaron de informarme sobre todo y de formarme como neófita, claro, con la ayuda de Jasper

Jasper era la pareja de Alice, ella era el amor de su vida, pero eran tan distintos que asustaba verlos juntos, el era callado, intimidante y reservado, y ella tan extrovertida y amorosa.

En su antigua vida, Jasper, fue un militar por lo que el mando se le daba bien. Desde que descubrimos que era un fenómeno en el mundo vampiro, quisieron entrenarme para que pudiera defenderme de las amenazas en caso de estar sola en algún momento. Pero más que nada me entrenaba para tener autocontrol.

Jasper no solo me entrenaba, también me daba clases de historia, como dije, era un ex militar, estuvo en muchas batallas y me fascinaba escucharlo cuando me contaba sus historias, era una manera de entender su manera de luchar.

Pero además de todo eso, Jasper me ayudaba a controlar mi sed de sangre, mis estados de animo y a no caer en la depresión o en shock, era mi sustento prácticamente.

Algo que descubrimos en medio de los entrenamientos fue que tengo dones.

Si, esto se ponía cada vez más extraño conforme pasaba el tiempo.

No sabíamos como era posible que pudiera pasar esto, pero Carlisle tenía una teoría.

Según él los vampiros que reciben dones en esta vida es porque, en la anterior, teníamos algo nos caracterizaba o bien algún talento natural, que al pasar a esta vida se intensificaba transformándolos en dones sobrenaturales.

Al parecer la naturaleza quiso experimentar conmigo y salí fallada porque llegamos a la conclusión de que mi don era como un escudo. A diferencia de Alice, Jasper o Edward, yo no podía controlar mi don por el momento, mi mente era la que poseía el poder y al parecer era rebelde.

Era muy extraño, cuando mis estados de animo cambiaban subía la guardia y era imposible tratar conmigo, Jasper no podía usar su don en mi, pero Alice sí, en el caso de Edward, él no pudo leer mi mente en ningún momento.

A N N I K A | Crepúsculo [EDITANDO]Where stories live. Discover now