A N N I K A | Crepúsculo [EDITANDO]

12 | ¿La mordiste? [EDITADO]

¿La Mordiste?

La mañana siguiente, después de llegar a casa desde Port Ángeles, fue una suerte que nadie estuviera en casa, principalmente porque escuchaba los pasos de Viktor alrededor de la casa, sabía que me estaba acosando para que no me escapara de la conversación que nos esperaba.

Yo era la reina del drama y Viktor era el rey, y cuando ambos estábamos juntos nada bueno resultaba.

Me levante de la cama a las diez y cuarto, me cubrí con mi manta y di vueltas por mi habitación buscando algo que hacer para evitar salir. Intenté mostrar ganas de estudiar, o siquiera terminar mis deberes, pero no había nada por terminar porque los había adelantado para poder ir tranquila a Port Ángeles, pues pensaba pasar el resto del fin de semana durmiendo. Resulta que ni eso puedo hacer porque Viktor me ponía los pelos de punta con su presencia en la planta baja. 

Tenía que enfrentarlo tarde o temprano, no era algo que pudiera evitar. Y mientras mas rápido lo haga, más rápido terminará. 

Con ese pensamiento fijo y repitiéndose una y otra vez en mi cabeza, me arme de valor y salí de mi habitación. 

Además también tenía hambre y no pensaba castigar a mi estómago por mis problemas con Viktor. 

Al bajar las escaleras y darme cuenta de que no había nadie en casa a excepción del recién nombrado, suspiré de alivio, no necesitábamos público. 

—¿Nick?—dijo Viktor casi preguntándome si estaba disponible para hablar. Como si no quisiera ahuyentarme. Yo asentí levemente y bajé las escaleras para encontrarme con él en la sala. Me senté en el sofá acurrucándome con mi manta y él se sentó a mi lado. 

—Bien... Estoy preparada. Comienza—por instinto tomé una bocanada de aire, dispuesta a defender mi posición ante el primer argumento que lanzara. 

—¿Te hicieron algo?—pregunto con extraña tranquilidad. Pero sus manos apretaron ligeramente sus rodillas. Me desinflé como un globo completamente confundida, esperaba que dijera algo como "Te dije que era peligroso" "Si no hubiera estado ahí...". Pero al contrario, se lo veía muy preocupado, a la vez algo tranquilo. Pero sumamente molesto, aunque podía notar que no estaba así por mí, estaba así de molesto por los sujetos que nos atacaron a Bella y a mi en Port Ángeles. 

—No. Los tenía controlados...—su cuerpo estaba muy tenso y sus ojos se negaban a encontrarse con los míos. Por mas que intentara mantener la calma el tema lo volvía loco—.  Llegaron a tiempo.

Una media sonrisa sin una pizca de gracia se posó en sus labios.

—¿A tiempo? —soltó una risita sarcástica—. Llegamos tarde. Demasiado tarde—finalmente me miro. —. Si no hubieras sabido defenderte... incluso Bella no estaría...—se tapó la cara con las manos, lleno de frustración. 

Me acerqué a él y le quité las manos de la cara con lentitud. 

—Nos salvaron, Viktor. Tú me salvaste.—él negó

—Tú te salvaste, la salvaste a Bella. Yo llegué tarde.

—¿En serio vamos a discutir por eso, Viktor? —el giro su cuerpo y apoyo su brazo izquierdo sobre el respaldar del sofá mirándome. —. No importa quién salvó a quién, aquí lo importante es que estamos bien. Todos estamos bien.

Me miró a los ojos por un buen rato, lo note temeroso, inquieto, asustado, pero a la vez había algo más detrás de esa mirada de preocupación...

—Quiero que quede claro que confío en ti, Nika.