A N N I K A | Crepúsculo [EDITANDO]

13 | Dependencia

Dependencia

No tenia el sueño demasiado profundo por lo cual sentí perfectamente cuando Viktor pasó un brazo debajo de mis rodillas, el otro por mi espalda, y me alzó pegándome a su pecho.

Menta y Canela...

Subió las escaleras lentamente intentando no despertarme, pero yo ya lo estaba. Me depósito en mi cama y me cubrió con las mantas. Sentí una caricia en mi mejilla al correr un mechón de cabello de mi rostro.

Un cosquilleo me recorrió el estómago antes de que se apartara.

Al escuchar sus pasos alejarse, abrí un poco un ojos y vi su ancha espalda pasar por la puerta.

Me quede unos minutos adormilada intentando recordar qué fue de mi antes de llegar hasta aquí.

Recorri la habitación con la mirada mientras comenzaba a recordar, hasta que termine mirando por la ventana, la oscuridad reflejaba lo tarde que debía ser. Mire el reloj en la mesita, el cual marcaba las doce y media am.

Di vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, pero me había despertado por completo.

De pronto todo pensamiento rondando por mi mente se esfumó al escuchar unas voces.

Se oían muy bajas y supuse que venían de otro lado de la casa, me levante de la cama y me acerque a la puerta intentando escuchar mas.

Las voces venían de la tercer planta pero no era cerca de mi habitación, mas bien creo que provienen de la oficina de Carlisle...

Vivía con vampiros, era demasiado normal que ellos no durmieran y que por eso hablaran.

Pero esto era diferente, no se oían tranquilos hablando de temas triviales como hace un rato, sino que todos estaban algo alterados.

¿Y ahora que les pasaba?

Abrí la puerta con sumo cuidado de no hacer mucho ruido y salí al pasillo deseando no ser descubierta, sigilosamente caminé acercándome a la oficina de Carlisle y cada vez las voces se volvían mas entendibles, me acerque lo suficiente para poder escuchar, la distancia hacia la oficina era la misma hacia mi habitación así que si llegaba a escuchar algo que me advirtiera que había sido descubierta o si hacia algo que me delatara podría correr a mi habitación.

—Tu no entiendes Edward...—oí a Viktor

—¿Qué cosa no entiendo Viktor?—respondió Edward a la defensiva—¡Nosotros seguimos aquí esperando a ver si algo cambia en su cuerpo, si por una de esas casualidades su corazón resiste un día más! Vivimos con el miedo de que se detenga y no logre pasar a esta vida.

—¡No puedo estar lejos de ella, entiende! ¡En todos estos años, jamás me he apartado de su lado, no puedes pretender que aprenda a hacerlo a estas alturas y de la nada!

—Pues no te veo intentando nada que la beneficie—esta vez fue Jasper. Hubo un momento de silencio el cual quise romper entrando a la oficina para defender a Viktor. No me interesaba quien tenía razón y quien no, sentía el gran deber de protegerlo.

Sabia el gran esfuerzo que estaba haciendo Viktor por ayudarme. Y aunque intentara disimular, podía ver lo cansado y lo frustrado que estaba por toda esta situación. Nadie tenía derecho a protestarle cuando podía ver con mis ojos lo mucho que se esforzaba.