(( C · 11 ))

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— No deberías sentirte tan preocupado por Ocarina y Majora —comentó Past y antes de oír una mínima queja por parte de Sky, continuó explicando— Ocarina y Time son la misma persona, si uno sabe defenderse, el otro también sabrá.

Pero el más alto no estaba convencido del todo.

— Solo son unos niños, perfectamente les pueden hacer cualquier cosa, ¡los han hecho desaparecer delante nuestra!

El rubio negó con la cabeza.

— Siguen siendo los supuestos "elegidos por la diosa", ¿no?

Sky retrocedió, había algo en la mirada del más bajo que no le gustaba.

— Me... me parece inhumano mandar a un niño de una edad tan baja a un destino tan peligroso, ¿por qué no elegir a otra persona?

— Eso ya lo sabes —ni siquiera esperó a que hubiera una leve pausa como antes para continuar— porque la Trifuerza del Valor reside en él y bla, bla, bla. Todos hemos pasado por el mismo destino, Sky.

No obtuvo respuesta, por lo que levantó la mirada y parpadeando un par de veces, finalizó.

— Tú siendo el primero de todos.

Se estremeció, por lo que rápidamente sacudió la cabeza y llevó una mano hacia el mango de su espada.

Para darse cuenta de que no estaba donde tenía que estar.

— ¿Eh? —tardó unos segundos en asimilar lo que acababa de notar, y entonces entró en pánico— ¡¿dónde demonios está?!

— ¿Te acabas de dar cuenta de que no la tenías? —se extrañó Twilight, quien seguía justo a su lado— pensaba que lo sabías, pues desde que nos juntamos has estado solo con el escudo.

Hanasu le dio un toque a Past en el hombro, dándole a entender que le tocaba volver a traducir.

— Dice que juraría haberla visto antes, así que hace relativamente poco que no la tiene.

Ravio se llevó una mano al mentón, comenzando a temer que se la hubiera llevado Sekai al igual que hizo con Ocarina y Majora.

La cuestión era cómo, ¿cómo se la había llevado? Los dos chavales los llevó él, pero, ¿la espada?

Decidió dejarlo para más tarde y saldar su deuda.

— Todo fue para encontraros a vos, Mi Señora —susurró, mirando a Hilda de reojo, quien buscaba una explicación con la mirada— pero claramente no podemos permitir que Sekai les ponga un dedo encima.

Hilda tardó en responder y para cuando lo hizo, se limitó a asentir.

¿Realmente era la Zelda que conocía la causante de todo el desastre que vino después de la alteración del tiempo?

— Os diré dónde están —ecuchar a Ravio de forma más clara le ayudó a volver a la realidad— pero a cambio, debéis seguir solos en cuanto lleguemos al lugar.

Todos le dirigieron una mirada de reproche.

— Ni yo ni Mi Señora nos encontramos en estado de luchar —explicaba— y ambos... ambos debemos proteger Lorule de Sekai.

No hubo muchas quejas, por no decir ninguna, así que decidieron que finalmente llegó el momento de ponerse en marcha.

— ¿Podéis entregarme los fragmentos del brazalete, por favor? —pidió la única chica en el grupo, extendiendo su mano.

Se miraron los unos a los otros, pero al ver que World, quien supuestamente más los conocía, lo hizo, le imitaron.

Una vez todos entregaron el determinado fragmento, Hilda fue capaz de unirlos.

❛ Accident ❜ )) The Legend of Zelda [ AU ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora